(UshiHina) ¡hoyo en uno!

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PopeeDeforme


Wakatoshi se considera a sí mismo un hombre paciente. Sabe cuándo esperar y cuándo atacar. Él cree en la debida diligencia y siempre sigue las instrucciones al pie de la letra.
Pero ni hay instrucciones sobre cómo lidiar con el y mejorado Hinata Shouyou que regresaba de Brasil, un Hinata que anima las ligas profesionales japonesas de una manera que incluso Hoshiumi no puede.

No es porque Hinata habla sin habilidad para respaldarlo, ya no. El chisporroteo del último año de secundaria de Wakatoshi ha madurado hasta convertirse en un jugador tan completo que es exasperante de enfrentar. Mantiene a sus compañeros de equipo y oponentes esclavizados, y Wakatoshi no es una excepción. Pero tal vez esté más esclavizado que la mayoría, y por una buena razón.

Ve la forma en que Hinata lo mira a veces. Hace que la sangre le hierva en las venas, el fuego le chamusca los nervios. Esos ojos de monstruo lo miran de arriba abajo, asimilando todo, y Wakatoshi se siente devorado por ellos. Hinata lo miraba así sin vergüenza a menudo y luego sus miradas siempre se encuentran.

La primera vez que sucedió, Hinata enrojeció y miró hacia otro lado. Por quinta vez había sido audaz con eso, notando que Wakatoshi lo observaba. Había gente alrededor.

¿Peor qué haría Hinata si no lo hubiera?

Wakatoshi todavía no se enteraba y eso que ya llevaban los primeros meses como oponentes. El único contacto que tienen fuera del contacto visual abrasador de la piel es un apretón de manos después de un partido. La mano de Hinata encaja en la suya , es pequeña y Wakatoshi siente la agitación en su cuerpo exhausto.

Su paciencia se agota.

No tiene sentido pedirle a Kageyama el número de Hinata. Wakatoshi no es bueno con las palabras , lo que hay entre él y Hinata es tan físico que las palabras no podrían expresarlos.

¿Cómo decirle a una persona que quiere arrancarle la ropa y penetrarlo sin piedad? Podría decirlo claramente o eso supone, las miradas largas de Hinata podrían significar que puede, pero la locura temporal que siente cuando están al otro lado de la cancha no se puede culpar cuando está mirando un teléfono.

Luego se encuentran en un torneo. Estában el mismo edificio, y los destellos que Wakatoshi capta hacen que sus pensamientos se esfuman en su cabeza.

No afecta a su juego, y los Adlers logran superar sus partidos, pero Wakatoshi se siente frustrado al final del día. Mira fijamente un carrito de voleibol en el gimnasio casi vacío donde tuvieron su último partido, pensando en sus servicios. No se le permitiría quedarse hasta tarde en el estadio, pero este es el gimnasio lateral. Tal vez...

"Eres Ushijima Wakatoshi"dice un asistente de limpieza. Wakatoshi mira a su alrededor para ver a un hombre observándolo.

"Sirve cuantas veces quieras no hay problema"
Wakatoshi se inclina levemente, lo que hace que el asistente se ruborice. Observa los primeros servicios, luego termina, dejando a Wakatoshi rematando las bolas en la cancha en paz.

Los golpes eran fuertes, sería más satisfactorios si pudiera dejar de recordar un partido de los Jackals que vio antes: la forma esbelta de Hinata volando por la cancha, perfectamente ágil y perfectamente separado de él. Quiere servir estos saques de castigo directamente en esos brazos que alguna vez fueron débiles y dejar que Hinata le vuelva a mostrar que estos últimos años lo han convertido en un rival digno de alabar.
Hinata siempre ha sido una picazón debajo de la piel de Wakatoshi, pero le ha llegado a gustar.Golpea pelota tras pelota y pelea por sorpresa cuando encuentra el carro vacío.

"¿Hay alguien allí?" alguien llama y Wakatoshi se congela. Era nada menos que el...

Se gira ybefectivamente, Hinata Shouyou está en el gimnasio desierto junto a el. Todavía está de uniforme, con una marca de garra de gato en el abdomen y las rodilleras alrededor de los tobillos. Se inquieta con energía nerviosa, incluso después de un día de duros partidos.
Wakatoshi no sabe la respuesta. No estaba contando. Estaba soñando despierto, y tal vez todavía lo esté.

One-shots HaikyuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora