One-shots Haikyuu

(Atsuhina) Camaroncin

El sol se filtraba por las rendijas de la persiana y se acumulaba en la habitación como un líquido. El cielo estaba teñido de una mezcla de amarillo y naranja, lo que significa el comienzo de un nuevo día. Junto con los cielos de la mañana, había comenzado la rutina de la vida; el ajetreo y el bullicio de los humanos, el cambio en la forma de las flores y la luz del sol brillante que llamaba a la tierra abajo. El viento había comenzado a levantarse, enviando besos contra las hojas. Hubo un ligero silbido detrás de sus besos, pero aparte de eso, todo fue espantosamente tranquilo.
Atsumu se deleitó en el silencio, el cuerpo escondido en una catedral de mantas. El calor envolvió su cuerpo como una pitón, preparándose para devorarlo. Sus brazos y piernas estaban enredados, colgando sueltos alrededor de su cama. A pesar de que sus ojos estaban bien cerrados, podía ver el color miel del sol. Sus párpados se sentían pesados, prácticamente negándose a abrirse en su estado de cansancio y tristeza. El segador del sueño se aferró a su costado, con las manos envueltas alrededor de su cuello; pero no se rindió por completo. El segador se alejó rápidamente cuando los ojos de Atsumu se abrieron de golpe.

Ayer el sonido de su tono de llamada lo arrastró por el cabello a la realidad.
Palmeó ciegamente su mano sobre su cama, en busca de la fuente del sonido. El tono de llamada sonó a través de este cráneo, balanceándose de lado a lado como una campana de iglesia. Las yemas de sus dedos recorrieron las suaves sábanas de su cama, antes de finalmente encontrar la familiaridad de su teléfono. Forzó su débil brazo hacia su rostro, el contacto de “Osamu tonto”brillando en su rostro. Aturdido, dejó escapar un gemido, arqueando la espalda mientras se movía hacia arriba para sentarse. Respondió a la llamada, instantáneamente se encontró con las habituales discusiones de su hermano.

"Oye, ¿por qué tardaste tanto en responder?"Osamu escupió, el teléfono cerca de su oído. Osamu era el gemelo de Atsumu, y aunque tenían un aspecto similar, tenían una personalidad bastante diferente. Osamu siempre fue más reservado que su gemelo, prefiriendo estar en segundo plano en lugar de ser el centro de atención. Hace unas 3 semanas, Osamu había abierto su propio café y molestaba constantemente a su hermano para que lo visitara. Atsumu quería hacerlo, pero sentía que era difícil. Dificultad para salir de casa, dificultad para respirar, dificultad para existir.

"¿Estás bien?" Preguntó, con un tono mucho más suave que antes, mezclado con una ligera preocupación.

Pero ha evitado salir demasiado tiempo, no quería perder a la única persona que le quedaba. Sintió que su garganta se tensó en protesta por hablar.

"Estoy bien Osa". Osamu chasqueó la lengua en desacuerdo, pero de todos modos dejó que su hermano continuara hablando,

"¿Puedo...?" Comenzó, con la náusea revolviéndose en su estómago "¿Puedo ir hoy?" Su soltó sin aliento.
Una leve sonrisa se formó en su rostro cuando escuchó a su gemelo jadear, obviamente sorprendido.

"¿Te refieres a mi café?" Preguntó, tan mareado como un niño el día de Navidad. Atsumu dejó escapar un zumbido en afirmación, ganándose una ovación de su gemelo.

"¿De Verdad? ¡Eso es genial!" Lloró, la emoción hizo que su cuerpo se estremeciera como una hoja frágil. "Honestamente, estoy muy contento de escuchar eso. He estado preocupado, ¿sabes? Te echo de menos." Admitió, sintiéndose entristecido por su falta de interacción.

"Lo siento, ha sido una mierda últimamente". Atsumu susurró con voz ronca: "Pero yo también te extraño. Lamento no haber ido a verte antes. Estoy emocionado, estaré allí en un momento ".

Y sin esperar respuesta, colgó. Luego, Atsumu fue devuelto a su apartamento silencioso habitual, pero a pesar de que todo estaba en silencio, todo se sentía increíblemente ruidoso. Se levantó, inicialmente aturdido por el movimiento repentino. Tropezó hacia adelante, apenas se agarró a sí mismo para evitar que se cayera.