A través de su ventana veía el pasto, no era verde brillante si no café, con varios huecos, y hacía bastante tiempo que no se cortaba que si pasabas te llegaba un poco arriba del talón, y no solo era el pasto, su casa no encajaba en ese vecindario, antes era de un azul rey, ahora parecía deslavada, los escalones que dirigen a la entrada tenían los escalones rotos, y al entrar veías el papel tapiz rasgado, las paredes llenas de moho, todas las tuberías corroídas, la cocina integral estaba llena de cucarachas, la estufa cubierta de grasa que ya era imposible quitar, su refrigerador era tan viejo que y apenas refrigeraba por eso todo se echaba a perder, razón por la cual todo el lugar olía asqueroso, no tenía comedor, se tuvo que vender hace mucho, y en la sala había un sillón que hace unos ayeres fue blanco, le faltaba un cojín, la televisión aún tenía caja, ahí no había lavadora, no tenía caso porque apenas y salia agua, la taza del baño rota junto al espejo, y cuando subías las escaleras podía divisar dos cuartos, uno de el y el otro de su tía, en el de ella solo se encontraba un colchón ya amarillento en el suelo, en donde se la pasaba cogiendo o drogándose, en cambio en su cuarto no tenía cama, solo apilaba cobijas a la hora de dormir, tenía un estante para sus libros hecho con cajas de madera, aquellas que se usan para la verdura, un palo entre dos paredes para colgar su ropa, era todo, no era la gran cosa pero era su espacio, aparte tenía una muy buena vista.
A lado de su casa se encontraba la familia Stark, de color hueso, con grandes ventanales y de tres pisos y un jardín lleno de flores y plantas, no podría describir como era por dentro ya que nunca había puesto un pie dentro, pero tenia una idea de como era, ellos son la familia mas rica de ese vecindario, así como el lo fue, Howard Stark, dueño de una de las empresas pioneras en nanotecnología, tenían tanto dinero como para que su esposa se la pasara de compras, y tenían a lo que ellos decían es la luz de su vida, y también para Peter.
Como decía, tenía una vista increíble porque enfrente de su cuarto quedaba el de Anthony Stark, Tony es líder del equipo de voleibol, también uno de los estudiantes más destacados, andaba con Wanda Maximoff, la más buena de toda la escuela, popular y amado por todos, pero nadie lo amaba como Peter.
Cuando los padres de Peter fallecieron, tuvo que irse de Oregón a New York con sus tíos, en ese entonces tenía cuatro años y no entendía porque sus padres se fueron sin él, y porque tenía que vivir con personas que nunca había visto, en un abrir y cerrar de ojos dejo de vivir en un pequeño departamento a una casa demasiado grande, así lo veía, ahora no tanto, a pesar de todo ellos lo acogieron con mucho amor, era el hijo que nunca pudo tener ese matrimonio, y lo consintieron en demasía, todo lo que deseaba lo obtenía, unos meses después de su llegada, se mudaron nuevas personas a lado, los Stark, ahí conoció a Tony, solo un saludo y ya eran los mejores amigos, se volvieron inseparables hasta el punto en que lloraban si no se tenían, creyeron que juntos llegarían lejos, que así se mantendrían, amistad verdadera, hasta que todo se esfumó.
A su tío le chocaron, muriendo al instante por el impacto, tenía 7 años, y otra vez volvió a pasar, lo dejaron a su suerte, desde ahí todo fue cuesta abajo, la póliza de seguro era alta pero su tía era una mujer que le gustaba derrochar, y lo hizo mucho más después de la pérdida de su esposo, las cartas con el aviso "saldar cuenta" comenzaron a llenar la mesa, tuvieron que vender sus propiedades, los cuadros que adornaban las paredes también se fueron, así como las joyas, quedando en la nada, bueno, se quedaron con esa casa, que dicho sea de paso estaba hipotecada, al principio creyeron que podrían, su tía consiguió un trabajo, pero estaban acostumbrados a otro tipo de vida, todos aquellos que consideraban amigos los dejaron, incluido Tony, en un lapso de cuatro meses, cada día fue a la casa de este con la esperanza de que salieran a jugar, con la ilusión de que todo fuera como antes, y un día lo logró, consiguiendo su primer corazón roto.
- ¿Quieres jugar? - Dijo sosteniendo una pelota roja.
- ¿Qué te hizo pensar que quiero jugar contigo? - Se cruzó de brazos.
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Muerte por mil cortadas (Starker)
Fiksi PenggemarUna antología Starker creada e inspirada por canciones de Taylor Swift.