I
De por sí, para Nick era complicado dormir en los aviones. Medir casi un metro noventa y ser de contextura más o menos robusta (por no decir que estaba algo gordo) no le daba las condiciones necesarias para acomodarse en un asiento apropiadamente. Añádele los ronquidos (que él perjuraba que no los hacía) y problemas ya existentes para conciliar el sueño, y tienes la combinación perfecta para aguantar un viaje de 12 horas y media desde Lima, Perú hasta Nueva York sin pestañear ni una sola vez. Sin embargo, por alguna extraña razón, en ese vuelo sí pudo dormir. Ahora, el sueño que tuvo fue de todo menos placentero. Por decir lo menos, fue extraño.
Estaba parado sobre un campo de hierba. La carretera estaba a su lado derecho, y a su lado izquierdo solo había una pequeña colina. En lo alto de la colina veía la imagen borrosa de un árbol. ¿Un pino, tal vez? Tenía algo colgado de una de sus ramas. ¿Una manta? Aunque parecía una especie de piel de animal. Intentó acercarse a la colina para observar más de cerca, pero apenas dio un paso y una anillo de llamas se dibujó a su alrededor. Fue tan intempestivo que apenas tuvo tiempo de soltar un grito de sorpresa. Después de recuperarse del impacto inicial, Nick se fijó en el color del fuego que lo rodeaba. Normalmente el fuego era de color rojo o naranja, pero este era azul. Con la forma de las llamas a su alrededor y el color azulado parecía que estuviera en medio de una hornilla de gas.
En frente suyo se formó un anillo de llamas un poco más pequeño. Eran del mismo color azulado. En el centro, sentada, había una niña de aproximadamente unos ocho años, con un vestido marrón de cuero, cabello marrón oscuro y unos enormes ojos azules que lo miraban fijamente. ¿Cómo rayos había llegado ahí?
Por alguna razón, ver a esa niña a los ojos le daba una sensación familiar... cálida... como si hubiera vuelto a casa después de un largo viaje. Aunque su expresión de la niña era difícil de interpretar. Había calidez en sus ojos, pero miraba a Nick con preocupación, como si estuviera a punto de hacer algo que pusiera en riesgo su vida. No podía decir qué exactamente, pero algo en esa pequeña le parecía muy familiar. ¿La había visto antes?
De pronto, el cielo se cubrió de nubes de tormenta. Se empezó a formar un vórtice gigante justo encima de sus cabezas. La niña, que ahora estaba parada, miraba hacia arriba, asustada, como si tuviera miedo de la tormenta. Estaba estrujando algo contra su pecho. Una pequeña cadena de color cobrizo caía por su puño.
Fue en ese momento en que escuchó una voz:
"Encuéntrala..."
Nick miró a su alrededor para buscar el origen de esa voz, pero más bien parecía que sonara en su cabeza.
"Por favor... encuéntrala..."
Entonces una ráfaga de imágenes invadió sus ojos: una horda de criaturas extrañas en medio de lo que parecía la Quinta Avenida de Nueva York, luchando contra un puñado de chicos con armaduras y espadas, mientras caían rayos del Empire State. Un palacio negro, del color de la noche, en el cual estaban peleando un chico con un polo morado y un gigante de casi 3 metros, con una armadura negra y un casco con cuernos como los de una oveja. Un enorme barco de bronce, con una cabeza de dragón en el mascarón de proa, y siete siluetas paradas en fila en la cubierta del barco. ¿Por qué esas imágenes le parecían familiares?
Del cielo se empezó a formar una enorme masa negra, creando tres protuberancias como si se estuviera convirtiendo en una garra. Entre los dedos de esa garra se formó un rayo que impactó directamente hacia Nick y la niña. Ambos gritaron a todo pulmón mientras el rayo los alcanzaba.
ESTÁS LEYENDO
La Llama del Olimpo
Fanfiction¿Cómo reaccionarías si todo lo que has leído del mundo de Percy Jackson fuera real? Los dioses griegos viviendo en el Empire State, los semidioses entrenando en el Campamento Mestizo, los monstruos en cada esquina... sería increíble, ¿verdad? Pero...