Para variar, tuve el genuino placer de despertar (tirar de la cama a patadas) a Wei WuXian. Con suerte, algún día aprenderá a no quedarse despierto hasta las mil y levantarse pronto por las mañanas. No, realmente no. No creo que ni el estirado de su novio consiga cambiar eso. Sea cual sea la serie a la que se ha enganchado ahora, no tardaré en enterarme. No se calla ni en la ducha. Literal. Me he lavado los dientes a la vez que él y todavía no sé cómo no se traga la pasta de dientes. ¿hiperactividad? ¡Eso es para novatos!
Y así llegamos a la segunda razón por la que soy siempre yo quien conduce. Wei WuXian siempre va tarde, es más sencillo ir calentando el motor y dejar que el idiota salte en el último momento en la parte de atrás, ahorramos tiempo y suele darse prisa cuando ve que me voy sin él. No sería la primera vez que doy la vuelta a la manzana sólo para escarmentarlo. Aunque luego siempre tengo que tragarme sus lloriqueos durante todo el camino. Si lo piensas bien, el nivel de masoquismo de Lan WangJi es alucinante...
Después del espectáculo mañanero Xue Yang se me acercó. Me avisó de que había limpiado la primera pintada sobre el escritorio de Wei WuXian antes de que ellos llegasen, que tuviese cuidado con el mío. ¡Joder! ¡Ya empezamos! Y eso que no les han visto en su máximo exponente todavía. Agradecí a Xue Yang. Para ser un psicópata puede ser increíblemente confiable. ¿Qué narices hace Wei WuXian para que la gente no sólo lo soporte, sino que hasta les caiga bien? ¿De dónde sale ese maldito carisma? Al menos por hoy hemos evitado el problema. Por hoy.
La hora de la comida volvió a ser rara. Los idiotas siguen en su burbuja, pero las miradas de odio habían aumentado. Y también había una mesa nueva junto a nosotros... Jamás pensé que atraer la atención de las chicas podría hacer que se me erizasen todos los pelos del cuerpo. Prácticamente daban pequeños grititos cada vez que esos dos se tocaban más de la cuenta. Ya sabía que esos dos tenían un club de fans, pero no esperaba que fuese de ese tipo de fans... Si no acabo el año con una úlcera, me haré inmune a ellos.
Aquel día salía antes que la pareja de idiotas. Lan QiRen siempre daba diez minutos más de clase cuando le tocaba la última hora, así que había dejado mi casco en la moto. Me daba tiempo de sobra para cogerlo antes de que llegasen. ¡Y sorpresa! Tres imbéciles estaban con un rotulador indeleble en la mano a punto de hacer una payasada. Saqué el móvil y me puse a grabar mientras los animaba a que escribiesen si tenían los suficientes huevos. Se retiraron bien rápido con la cara pálida. Les avise. Si una sola mancha aparecía en la moto el video iría directo al director. Si eran otros lo que hacían la pintada no era el problema, ellos cargarían con las culpas igualmente. ¿Por cuánto tiempo iba a durar la disuasión? Espero que el suficiente.
Esperé a que los idiotas llegasen para dejarle las llaves al idiota mayor e ir directo a trabajar. Ese día entraba pronto y eran pocas horas. Podría volver a casa y pensar en escribir la maldita propuesta temática en condiciones. O eso pensaba, hasta que vi la figura de XiChen esperándome en la puerta. ¿Ese tipo modela? ¿Cómo consigue quedarse quieto y que parezca estar posando para una revista?
- ¿Qué haces aquí? No es tan tarde como para que necesite un aventón.
- Buenas tardes, Jiang Cheng. - sonrió.
- ...
- Prometí pasar a por ti.
- Hoy no es necesario, me vuelvo en el bus. - Me giré para ir hacia la parada. - Vete a casa.
- ¿Tan desagradable te resulta mi presencia? - ¿Por qué siento que eso es una pregunta trampa?
- Por si no lo has notado, no soy una persona extrovertida y sociable. Para eso ves a buscar a mi hermano.
- ¿Tienes algo que hacer ahora? - Mierda... - Tengo una petición para ti.
- Le vas a sacar el máximo partido a esa apuesta ¿eh? - cruce mis brazos mientras me giraba - Suéltalo de una vez. ¿Qué quieres?
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Apostar para perder
FanfictionJiang Cheng ya tiene una vida bastante complicada como para que su hermano empiece a salir con Lan WangJi. Por supuesto, él se niega a reconocer y permitir su relación. Alguien debe meterles un poco de cordura a esos dos. Pero entonces Lan XiChen se...