Última apuesta

1.5K 281 64
                                    

No pensé que Lan XiChen fuese tan competitivo. Desde que le reté no ha dejado de mandarme mensajes. Bueno, vale, no siempre han sido por la carrera. Muchas veces simplemente pregunta como estoy o comenta alguna tontería de las que hacen nuestros hermanos. También se ha pasado un par de veces a la salida de mis trabajos. Ese idiota relajado siempre encuentra un momento para un té y una conversación estúpida. A veces una cena, si no hay nadie más en casa. Al menos no sermonea tanto con el tema del amor libre.

Hubo que esperar varios días para la carrera. Fue difícil encontrar un hueco en el que ambos coincidiésemos libres con el horario del circuito. Finalmente, un sábado por la mañana sacrifiqué unas cuantas horas de sueño para obtener mi venganza. Me enfundé mis pantalones de cuadros escoceses morados, mis botas favoritas y una de mis camisetas de lotos más nuevas. Ajusté mi chaqueta de protección y me coloqué los guantes que solo usaba para el circuito. Iba a patearle el culo a Lan XiChen, así que debía ir listo para el éxito.

La última vez me pilló desprevenido. Esta vez sabía bien a que me enfrentaba. Salí de casa con varias estrategias en mente. La moto de Lan XiChen tenía una aceleración realmente buena, pero incluso en el circuito seguía demasiado las reglas. No tumbaba la moto demasiado, y siempre soltaba algo de potencia durante las curvas. Pero esto no se trataba de correr bien, sino de ganar velocidad. Y de tener a Lan XiChen lamiendo mis botas. Sobre todo, de eso último.

Con su impecable puntualidad, XiChen ya estaba allí cinco minutos antes de hora. Ya se había encargado de reservar la pista. No había sido fácil, ya que estaba todo cubierto, pero nos hicieron hueco para tres vueltas de pista entre dos grupos de entrenamiento de competición. Ir a menudo allí tenía sus ventajas. Tres vueltas de pista eran más que suficientes. Al menos la primera la iba a necesitar sólo para igualar la velocidad de salida de su moto.

Fijamos los términos de la competición en los mismos de la vez anterior. XiChen amenazó con tenerme haciendo postres toda una semana. ¡Ah no! ¡Eso sí que no! ¡Me niego a usar ese maldito delantal toda una semana! ¡Y juro que arrojaré ese tarro de miel contra la pared si vuelve a atosigarme con él! Además, no falta tanto para mi periodo de exámenes. No tengo tiempo para ir desperdiciando en cocinar dulces.

Como estaba previsto, la salida de XiChen fue jodidamente veloz. El idiota de la eterna sonrisa sabe hacer que su moto vuele sobre la pista. Me llevó toda la primera vuelta ponerme a su nivel y pasé toda la segunda vuelta intentando no quedar atrás. Me mantuve junto a él sin llevar la moto al máximo. No íbamos despacio, pero aun podía forzar algo el motor. Era arriesgado, pero había que mantener la paciencia. Debía esperar a la última vuelta para cerrar la curva lo máximo posible. La tercera vuelta fue una lucha constante por adelantarnos. A cada momento que cogía algo de delantera, el Lan me sobrepasaba por un poco. Nunca antes había tumbado la moto tanto lo hice en aquella última curva.

Todo hay que decirlo, ¡que a gusto me quedé cuando crucé la meta por delante del señor perfecto! Hay que admitir que sabe conducir, pero no arriesgar. La última curva fue determinante. Adelanté al jade casi quemando rueda para salir disparado hasta la meta. No deje de acelerar hasta no haberme asegurado de haberla traspasado. La euforia de ver su moto por el espejo retrovisor superó con creces a cualquier carrera que hubiese ganado antes. Nos detuvimos cerca de la parada de boxes, a medio camino entre la meta y el desvío de salida del circuito. El siguiente grupo comenzaba a entrar cuando el Lan se detuvo a mi lado y se quitó el casco. Me había bajado de la moto con el cuerpo temblando lleno de energía.

- ¡Enhorabuena Jiang Cheng! Este hombre será tu siervo por esta semana. – dijo con una pequeña reverencia. ¡Oh no! ¡Otra semana no!

- No gracias. No necesito tenerte pegado a mi culo esta semana también. Esta semana la tengo plagada de turnos, no quiero tener que preocuparme también por ti. – chasquee la lengua. Si voy a tenerlo de esclavo, que sea una semana en la que pueda disfrutarlo hasta cansarme – ya se me ocurrirá algo para reemplazarlo. – volví a mi moto para subirme a ella. Mis piernas todavía temblaban. Sólo esperaba que él no lo notase.

- Jiang Cheng.

- ¿Qué? – me giré tratando de simular indiferencia.

- Aun puedes usarme como chofer.

- ¡Ni hablar! ¡No pienso dejarle la moto a Wei WuXian por más tiempo! ¡Olvídalo! – ¡Es mi premio, no el suyo! No va a arrebatarme esto.

- ¿Entonces no vas a cobrarte la victoria? – Lo pensé un momento. Bueno, tal vez un poco si podía cobrármela.

- Tú lo has pedido.

Me bajé de la moto y me acerqué hasta él. Esbozó una sonrisa confiada, así que le abrí con cuidado la chaqueta, encargándome de que la cremallera bajase hasta abrírsela. Lo agarré de la chaqueta y de un tirón lo atraje hasta atrapar sus labios. Digamos que el subidón de adrenalina ayudó bastante a que no fuese suave y delicado. Lo devoré como si fuera la última comida de mi vida. En cuanto me dio la oportunidad, no dude en meterle la lengua. Lo besé hasta quedarme sin aire. Nos separamos jadeando. En algún momento había dejado sus manos en mi cintura, así que las aparté. Después le dí la espalda y volví a subirme a la moto, me puse el casco y la arranqué. Todavía tenía los ojos como platos para cuando me puse el casco. Lo baje lo suficiente para que me oyera.

- El resto me lo cobraré otro día, esclavo.

Metí primera y me alejé de las pistas. Mi cuerpo entero temblaba mientras me alejaba. Probablemente no iba a tener noticias de ese idiota durante una buena temporada. Por el retrovisor pude comprobar que fue incapaz de moverse mientras me iba. Bien, debió ser suficiente para freír todos sus circuitos cerebrales. Que se atreva ahora a volver a darme una charla. Aceleré y salí de circuito completamente satisfecho. Esta vez la victoria era completamente mía. ¿Qué se creía? ¿Qué iba a apostar para perder? Que el calor de mis labios se extendiese por toda mi cara sólo era algo inevitable. ¡Mierda! ¿¡Porqué demonios hice eso!? ¡Definitivamente hoy no voy a poder dormir!



------------------------------

Con esto considero la historia finalizada. Si queréis segunda parte vais a tener que rogarle a Zidian por ella  XD

Ahora en serio, estoy planteándome una segunda parte o no. Tampoco sé si continuarla aquí o  hacer una historia a parte con portada nueva. He dejado muchos cabos sueltos a propósito. 

También debo decir, que me quiero centran un poco en la historia principal que estoy llevando ahora. Así que si hay segunda parte, pasará como con esta, la publicaré a días fijos establecidos cuando esté completa.

Espero que os halla gustado y la halláis disfrutado. Disfruto mucho leyendo vuestros comentarios y reacciones. Muchas gracias por vuestro apoyo.

Apostar para perderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora