Para cuando volví, Yanli ya estaba preparando la comida. A menudo los domingos eran días que aprovechábamos para cocinar y congelar raciones para toda la semana. Cocinar con Yanli es muy cómodo. Nunca tienes que andar escondiendo el picante, ni vigilando las ollas para que no exploten, ni tienes que defender con la olla con el cucharón en la mano. Siempre aprendes algo nuevo cocinando con ella. A veces me pregunto si no sería más feliz estudiando cocina que derecho social. Lavé los vegetales para el siguiente plato a preparar y me puse a cortarlos bajo sus indicaciones. Yanli no tardó en comenzar a charlar.
- Te ves cansado A-Cheng. ¿Qué tal fue anoche?
- Como siempre un caos de cerveza y cacahuetes. ¿Tu pudiste avanzar en el estudio?
- No me fue mal. Esta mañana no has venido a ducharte y esa tampoco es tu ropa. ¿Dónde has estado?
- Lan XiChen vino a buscarme y me obligo a ir a su casa a ducharme, es su ropa.
- Mmm... Parece que te estas llevando bien con el hermano de Lan WangJi.
- ¿Bromeas? ¡Es un dolor! Se mete donde no le llaman continuamente. Y creo que tiene una adicción al azúcar. - Yanli se rió.
- Es un estudiante universitario A-Cheng. Todos tenemos adicción al azúcar y a la cafeína. Tú mismo lo comprobarás el año que viene.
- ¡Ni hablar! Puedo asumir volverme adicto a la cafeína, pero el día que me vuelva adicto al dulce, matadme o apuntarme a un gimnasio.
- A-Cheng... ¿Desde cuándo te preocupas por tu figura? ¿Hay alguien que...?
- No me preocupa mi figura ¡Y tampoco me gusta nadie! ¡Sólo no quiero acabar siendo una bola de nervios hiperactiva como WuXian!
- No creo que acabes siendo como él, ni aunque te comas un paquete entero a cucharadas. A-Cheng es A-Cheng. Seguirás con el ceño fruncido y esforzándote por cuidar de nosotros como siempre lo haces. Tal vez con un poco más de énfasis y energía de la habitual, pero con el mismo ceño fruncido de siempre - sonrió.
- ¿Quién se esfuerza? ¡Vosotros os cuidáis solitos! Tu siempre has sido mayor y WuXian ahora tiene a WangJi.
- A-Cheng... - Yanli se rió - pensaba que A-Xian era el único niño de tres años, ¿desde cuándo tú eres igual? – me pincho la mejilla.
- ¿¡Por qué dices que soy igual!? – Me aparté ligeramente. Lo suficiente para que dejase mis mejillas en paz.
- ¡Te comportas como un niño pequeño! Nunca dejaremos de ser tus hermanos A-Cheng. Pase lo que pase, no te comportes así. ¿Qué pasará cuando yo encuentre pareja?
- Que tendré que aprender a esconder cadáveres.
- ¡A-Cheng! – Yanli se sonrojó.
- Se que sigues enamorada de ese pavo real. Hace tiempo que teníamos que haberlo desplumado y horneado.
- A-Cheng... Ha pasado tiempo de aquello. - Yanli parecía al borde de las lágrimas. Le sigue doliendo la ruptura, aunque trate de ocultarlo - Las personas cambian. Y con el tiempo a todos les llega el amor. Hasta mi osco hermanito acabará con enamorarse un día. – me dio un suave empujón con su hombro.
- No, gracias. Ya he visto en lo que convierte a la gente el amor. Prefiero seguir siendo un amargado asocial.
- ¿Qué hay de Lan XiChen?
- ¿¡Que tiene él que ver con eso!?
- ¿Es guapo?
- ¿Cómo quieres que lo sepa? ¡Supongo! ¿¡Porque me miras de ese modo!? - ¿Qué quiere decir con esa mirada? - ¡La gente dice que lo es!

ESTÁS LEYENDO
Apostar para perder
FanfictionJiang Cheng ya tiene una vida bastante complicada como para que su hermano empiece a salir con Lan WangJi. Por supuesto, él se niega a reconocer y permitir su relación. Alguien debe meterles un poco de cordura a esos dos. Pero entonces Lan XiChen se...