Bʀᴇᴀᴋ ᴀ Lᴇɢ • Cʜᴏɪ Bᴇᴏᴍɢʏᴜ

【Eᴘɪsᴏᴅᴇ ₉】

—¡Soonkyu, sigues viva! 

—Hola, Beomgyu, Kai —saluda la castaña respectivamente, para luego sentarse.

—Dime. ¿Te metieron a una cámara de gases o algo parecido? —pregunta Kai.

—Por suerte no —suspira acomodándose mejor en la mesa—, cuando llegamos había visitas en la casa, así que mi padre lo olvidó. Claro que no me salvé de los regaños apenas me subí al auto —bufa intentando picar una papa del plato de forma asesina.

—Tu padre debería trabajar en el FBI —bromeo moviendo un poco su bandeja en caso de que el brazo que está al lado la golpee—. Lo hace porque se preocupa.

—Eso quiero creer —analiza una papa atrapada durante unos segundos y después se la lleva con cansancio a la boca—. ¿Y tú? ¿Dormiste solo?

—No estoy tan loco como tú, Kai me hizo compañía —señalo al mencionado, quien levanta la mano feliz.

—Me alegro por ti. ¿Cuándo llegan tus padres?

—Mañana.

—O sea que hoy también estarás solo.

—Así es. ¿Quieres hacerme compañía de nuevo? —La sonrisa se me borra al ser consciente de lo que acabo de decir.

—Quisiera —sonríe por fin—, pero mis padres no me dejarán salir hasta nuevo aviso.

—Concuerdo contigo —responde Kai en mi lugar—. ¿Hoy repasan?

—No —contestamos al unísono.

—¿Mañana no es el día?

—Sí, pero hoy tenemos libre.

—¿Irás a vernos? —le pregunta Soonkyu, Kai asiente con una sonrisa también.

—Iré por ti. —Maldito niño.

—¿Tienen clases después?

—Yo sí, no sé Kai.

—Igual, nunca nos salvamos de matemáticas. ¿Tú no tendrás, Soon?

—No lo sé. La profesora de inglés enfermó y no sabemos si vendrá.

—Se me está ocurriendo una idea no muy sana —agrega Kai, captando nuestra atención al instante—. Escapémonos.

Sinceramente no sé cómo siempre termino cayendo en las ocurrencias de Huening Kai.

—Soonkyu, ¿tus padres no nos rastrearán verdad?

—No lo creo. Deben pensar que estoy en la escuela.

—Si lo hacen, posiblemente terminemos en una cárcel de men... ¡Hyung!

Río al ver la expresión de Kai después de atraparme quitándole un poco de helado.

—Estabas muy interesado en la charla, creí que no me verías.

—Hyung, mi helado —frunce los labios con una expresión triste.

—A ver, llora para creerte —agrega Kyu con una sonrisa burlona mandando por la cloaca la culpabilidad que empezaba a sentir debido a su drama, haciéndome reír también.

—¿Te compro más?

—No, roba helados —responde levantándose de la silla—. Voy al baño, ya me dio indigestión.

—¡Sucio...! ¿Nos terminamos su helado? —le sugiero a Soon cuando ya no es visible en el lugar.

—Iba a decirte lo mismo.

En realidad, fue mala idea comprar helados pequeños.

—¿Ya viene?

—No.

Seguimos comiendo hasta dejar el botecito vacío, solo para después mirarnos con cara de insatisfacción.

—Escóndelo, ya viene —susurra limpiándose las comisuras de los labios con una servilleta.

—¿Y mi helado? —pregunta Kai al llegar y ver que el bote ya no está.

—Un perro vino, lamió un poco y al parecer le gustó porque se lo llevó, ¿verdad, Beomgyu?

—Sí —asentí retirando disimuladamente la evidencia de la mesa—. Deberías ir a buscarlo.

—Deberíamos.

Seco mi cabello con la toalla mientras me paseo en la cocina en busca de comida.

Fue cansado ayudar a Kai con la investigación del "perro ladrón" que obviamente no había. Me sentí responsable más tarde, así que le compré otro, caso contrario creí que en serio lloraría.

Al final se rindió y con el nuevo cono prometió no volver a comer helado fuera de su casa. O terminarlo antes de ir al baño.

—Y vamos a comer, huevos con tocino —canturreo al encontrar algo para cocinar en la alacena.

El timbre suena y maldigo por lo bajo a la persona que interrumpe mi refrigerio.

—¿Quién es? —abro la puerta, encontrándome a Sorim en la entrada.

—¡Beomgyu!

—¿Qué pasa? —cuestiono asustado por el repentino abrazo y porque ha comenzado a sollozar.

—Estoy mal. Me siento pésima, te necesito.

—Primero cálmate, ¿sí? —pido adentrándome junto a ella—. Dime qué te sucede.

—Beomgyu Oppa, mi abuelita falleció. 

La noticia no me sienta bien tampoco y es porque me recordaba la situación de mis abuelos.

—Lo siento mucho... ella debe estar en un mejor lugar ahora.

Excelente, tonto.

—No tenía muchas esperanzas, pero no creí que pasaría tan rápido.

—No llores más, a ella no le gustaría verte así, ¿verdad?

—Por eso quería hablar contigo, Beomgyu, siempre me haces sentir bien.

—E-está bien. Pero ¿no tendrías que estar en tu casa ahora? —balbuceo en modo de pregunta.

—Peleé con mis padres porque ya no me quieren escuchar y la única idea que tuve fue venir hasta aquí. ¿Crees que pueda quedarme hoy?... Traje algo.