Capítulo 2

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Christian le subió el suéter a los hombros.

-Adoro como te queda este jodido suéter ...- le susurró al oído, provocándole un escalofrío. Encajo sus grandes manos en la diminuta cintura de Anastasia, sin dejar de besarla.

-Christian ...- murmuró contra su boca. Christian aspiró su aliento de mentol. -Hazme tuya ...- murmuró frotándose contra él.

-Tiempo al tiempo ...- dijo, aunque no quería esperar.

-No, ahora -Christian río. Se levantó deprisa.

-¿A dónde vas? -Le suplicó Anastasia.

-A apagar el fuego. Se quemará el arroz a la paella.

-Mmm ... Paella. Y decías que no sabias cocinar.

-¿Prefieres eso ... o yo? -Le dijo apoyando los brazos contra el marco de la puerta.

-¿No es obvio? -Anastasia río, tapándose la boca. Christian pensó que parecía una niña ... su niña. -La paella.

-Oh, bueno ... entonces cariño, vamos a cenar, ya dormir que es muy tarde. -replicó Christian como si fuera su padre.

-Oh, papi ... - dijo Ana con cara de niña buena - Era broma, sabes lo que quiero ... - se tumbó boca abajo - Ahora ven aquí y hazme una mujer. - dijo con tono divertido. Otra carcajada se escapó de la boca de Anastasia.

-Ya basta ¿no? Con el cachondeo-Christian se cruzó de brazos. Ella volvió a mirarlo de nuevo.

-No sabes lo bien que te ves así ...- ella se quitó la camisa. -Sabes que es broma Chris -él sonrió.

-Voy a apagar el fuego.

-Date prisa. Antes de que se apague el fuego que hay aquí también.

-Cariño, sabes que si eso pasa ...- dijo él desde la cocina, -lo volveré a encender de nuevo en segundos. -ella rio. Y entre esas sonrisas que tanto le gustaban a Christian, se terminó de quitar la ropa, escondiéndose de él, afuera en la pequeña terraza.

-Mierda, hace frío aquí. -murmuró para ella misma.

-Ya estoy a ... ¿dónde te has metido? -Miro hacia ambas partes
-¿Anastasia?

Tiró la bayeta de la cocina hacia un lado y sonrió.

-¿Quieres jugar, eh?

Empezó a buscar a Anastasia por el baño, por la habitación de invitados, hasta por los armarios, y debajo de las camas, pero nada.

-Dale Christian, que tengo frío -se dijo Anastasia a si misma, sentada en el suelo de la terraza, con las vistas de Los Ángeles a sus pies ... Y quizás algún vecino que podría ver algo indebido. Christian se sentó en la cama de matrimonio, donde minutos antes Anastasia había estado tumbada. Se había rendido.

-Bueno, ya basta ¿dónde se habrá metido esta mujer?

Una corriente de aire le puso la piel de gallina. Miro hacia afuera, la puerta del balcón estaba corrida, con un par de palmos.

-Estás loca -sonrió y se acerco hacia la terraza. -pero así me gustas.

Corrió más las puerta para pasar y vio a Anastasia sentada en el suelo. La miró.

-Al fin ...- acarició la pierna de Christian, él estaba de pie. Eso fue suficiente para que algo despertara en él nuevamente.

-Estas media loca ¿lo sabias?

-Eso me dicen ...- rió. Christian se puso en cuclillas, a su lado. -pero al menos, estoy loca por ti.

Beso la boca de Christian. Le mordió el labio inferior y eso lo volvió loco. La cargo hasta adentro.

-Estas helada-Christian entro y la tumbo en la cama, tapándolos a los dos. -Aquí se está mejor ...

-Christian, hacerlo en el exterior es una de mis fantasías-dijo besando su cuello.

-Te prometo que cumpliré cada una de tus fantasías, mi vida ... pero esta déjala mejor para primavera o verano ... Además, algún depravado podría haberte visto ... a saber lo que estará haciendo ahora -Christian rió para mismo. -Seguro que se jodera en todo, por que te tengo para mi solito.

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