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Todos hablamos del dolor que es que alguien te falle. De esa sensación de vacío que tenemos en el corazón cuando alguien quebranta su palabra y destroza la confianza que depositamos en ellos.

Y no negare que duele. Es más marca, que alguien te falle deja una huella muy grande en uno, en la manera en que uno siente y actúa, incluso en como tratamos a los demás.

Pero, ¿acaso alguien habla de lo doloroso que es fallarle a alguien que amas? Y realmente no hablo de fallarle de una manera cruel, ni de lastimar a propósito. Hablo de ese momento en el que sabes que tus promesas ya no dan para más, que ya diste todo y más de lo que podías dar y aún así no basto.

Cuando fallas en la promesa de estar siempre hay para esa persona que amas tanto que duele, nadie te habla de eso, ¿o si?, ¿Alguien te habla acaso de lo duro que es anteponer el bienestar propio a una promesa? o ¿a un amor?.

Todos creen conocer el significado de lealtad y se creen con el poder de juzgar a los demás basados en sus propios conceptos. Pero nunca ha sido fácil amar a alguien que no solo está roto, si no que también pretende romperte, o lo hace lentamente sin intención.

Y es muy difícil, porque aveces uno se enamora de las cenizas y no del fuego, uno se enamora de las piezas rotas que te cortan cuando intentas recogerlas. Pero no puedes dejarlas hay, así que intentas e intentas una y otra vez pegar cada pedazo en su lugar así se te desgarren las manos en eso, aunque es muy en vano si la otra persona  no desea sanar.

Muchos dices que las personas que entran en relaciones de estás, no se quieren o aman a si mismos y en muchas ocasiones no es el caso, son personas que se aman y que aman. AMAN de verdad, con defectos y virtudes, y dan hasta donde pueden dar.

Pero llega un momento en el que no pueden, no podemos dar más. Ya no más.

Ya cuando hemos recibido demasiados golpes, demasiadas marcas que nos han penetrado. Que nos marcaron y jamás borraremos el amor se siente menos tangible. Ese momento en el que la paz se ha esfumado, y en qué ya no sabes cuánto más aguantaras. ¿Cuando te quedarás sin nada para dar?.

Ya no puedes estar ahí, pero no quieres estar en otro lugar. No sabes si morir de frío por su presente ausencia o si salvarte lejos en la penumbrosa soledad. Todo pende de un hilo, un hilo que sabes que debes de cortar pero cuando lo intentas duele. Cómo hechar alcohol a una herida abierta.

Entonces te viene la dolorosa resolución, distancia.

Hay es donde fallas, y a veces no es necesario que esa persona te lastime. A veces simplemente no puedes dar más, ni mucho menos atar a ese ser que tanto amas a alguien que no le dará lo que merece. Quizás nuestra peor falla, es creer que no somos suficiente, Pero aún así ese pensamiento nos carcome al punto de distanciarnos.

No sé que duele más.  ¿que te fallen cuando te prometen siempre estar ahí para ti ?o ¿ O distanciarte de alguien que amas, aún sabiendo lo que le prometiste un día pero sabiendo que tú solo limitas su felicidad?

Duele más ¿quedarte y ver qué se van? O ¿Tener que irte queriéndote quedar?.

Pensamientos AsfixiantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora