carta 4

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Todos hemos sentido esto. O al menos todos los que amamos a los animales. Así que hoy dirijo mi carta al perrito callejero del que me he enamorado.

Creo que me he enamorado de algo que no puedo tener, principalmente porque no me permitirán meter a un ángel que ha vivido lo peor de la humanidad en mi hogar.

Eres de las cosas más desapercibidas del mundo, tu amor es subestimado de una manera muy cruel, porque no creo que alguien encuentre un amor tan puro como el que tú podrías darme si te llevase a casa conmigo.

Quizás podría darte todo aquello que la humanidad te ha negado pero no tengo las posibilidades de hacerlo, me queda rezar porque alguien con yo, pueda amarte de la manera en que mereces.

He tomado el hábito de dejarte comida y darte cariños clandestinos mientras mi familia no me ve, eres un buen chico aunque en tu mirada halla desesperanza y tristeza.

Tu corres hacia mi meneando tu colita como si fuera lo más bonito que tienes y quizás si es así. Porque al menos yo no te lastimo como otros lo han hecho.

Pero, a pesar de mis esfuerzos no puedo darte todo lo que mereces, necesitas atención veterinaria, techo, comida. Yo no puedo darte eso, solo soy una niña a la que mandan sus padres.

Yo solamente puedo darte amor, un amor puro de una niña de bien corazón hacia un perrito callejero que ha sufrido demaciado a manos de los adultos crueles que no entienden que todos los animales merecen respeto y amor.

Pensamientos AsfixiantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora