Vamos al Cine

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Todo se puso muy agitado, Rubius está paniqueado por lo que puede pasar, lo dejó todo a manos de Auron, él confía en su amigo; pero no sé podría decir lo mismo del caso contrario, ya que este señor, por así decirlo, sabe que el oso es un oso gilipollas. Tanto así, que quiso salir un rato para desestresarse.
Una buena forma para hacerlo es ir al cine, ¿no?

          El de cabellos de miel se levantó del sillón, tomó el teléfono y llamó a su querido y anhelado niño. Que enseguida le acogió la llamada.

—Hola mi Luzu, ¿Cómo estás?
Decía con una sonrisa en su boca, imaginándose lo bonito que se estaría viendo Luzu en ese mismo instante.

—¡Qué tal Auron! Pues he estado muy aburrido, hasta ahora que me has llamado.
Respondió amablemente.

—¿En serio? Yo también, tuve que lidiar con unos asuntos y ahora quiero desestresarme.

—Ah, eso suena cansado tío, pero qué bien que quieras salir a tomar el aire fresco, te vendría bien una salidita al cine o tomar un café...
Le estaba dando ideas para poder salir, de manera disimulada.

— ¡Así es!, ¿Te apetece venir al cine conmigo? En plan cita de amigos.
Auron se moría de nervios, lo dijo, invitó a salir a su cuchurrumín.

—¿Pero qué dices? Claro que sí, pasa a buscarme en veinte, wapo.
Dió una leve carcajada al final, no creía lo que acaba de decir. Pero lo dicho, hecho está.

—Claro que sí, besos en el siempre sucio.

Los dos estaban totalmente sonrojados, glorioso el día en que empezaron a tomarse arta confianza.
Y como Luzu acordó, el otro fue a buscarlo en veinte minutos, los nervios recorrían todo su cuerpo, al fin estaban en una cita, no es oficialmente amorosa pero soñar no cuesta nada.

—¿Pero qué veo? Un dios griego frente a mis ojos, acaso estás suplantando a mi Luzu?
Dijo muy confiado, acercándose al rostro del mayor, sus ojos brillantes hicieron una conexión.

Cosa que causó revuelo en Luzu y lo empujó para que se apartase, intentó cubrir su rostro sonrojado llevándose la mano por la frente y adelantándose unos pasos. Fingiendo estar un poco enfadado.
—Déjate de estupideces, y vámonos que se nos hace tarde.

—Pero dios, no te molestes así.
Dijo desconcertado, y se fué como perrito faldero detrás del castaño.

Caminaron juntos, debajo de un cielo con un bello difuminado de colores cálidos y fríos. Auron estaba subiendo y bajando de la banqueta mientras que luzu reía por sus tonterías, ambos disfrutando cada segundo de su recorrido.
     Y fue así hasta que llegaron a un cinema recién construído en el pueblo. Rodeado de varias personas, entre ellas estaba un azabache con dos helados en las manos, que se dirigía hacía ellos dos.
—Hola chicos, ¿han visto al tontito Rubio? Hace media hora que lo estoy esperando, y su helado se derrite en mi mano.

El castaño, algo asqueado y confundido negó haberlo visto, y le deseó suerte para poder ya apartarse de ahí con el menor. Aún tenían que hacer fila para comprar los boletos y las palomitas, por lo que decidieron dividirse dejando a Luzu con los boletos y Auron con las palomitas.

De nuevo, Luzu pacientemente esperó y compró los boletos, al ir en busca de el de tez amarilla, quién estaba haciendo alboroto en la fila de dulces.

La pobre señora que atendía en el mostrador estaba soportando los regaños del enano que reclamaba las palomitas acarameladas, que tanto quería por que eran las favoritas del castaño. Inmediatamente se llenó de vergüenza y de ira, así que caminó bruscamente entre la gente y sacó a Auron de ahí jalando de su oreja.

—ay dios, no hay día sin que hagas tonterías frente a los demás.
Dijo irritado, y con una mano intentando ocultar su rostro. Al mismo tiempo que el otro se quejaba de su oreja.
Ya en una zona un poco apartada de la gente, empezaron a razonar.

—Lo hize por ti, yo quería comprarte las palomitas acarameladas que tanto te gustan.
Dijo colgándose del más alto, sólo quería darle un detalle a su futuro n0bi0.

—Lo sé, aprecio mucho tu intención pero... ¡No tienes que hacer todo ese escándalo! -suspiró, hechó su mirada al otro quién se había quedado sobando su oreja y sonrió. -Mira nada más, gracias a los comerciales, tal vez alcancemos al inicio de la peli, vamos Auroncito.
Dijo tomándole de la mano, y entrando a la sala, dónde iban a proyectar La salvaje aventura de Jorge el curioso y Pocoyó.

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Se me había olvidado esta historia, jajaja, voy a actualizarla más seguido.
Gracias por sus comentarios, los tkm

✨Chingatumadre ✨ Luzuplay💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora