~ Algo nuevo, algo viejo ~

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El comienzo de algo es el fin de otro.

—Buenos días. Me llamo Tenten Amma y vengo a hacer la prueba para... —intentó recordar el nombre del empleo. La verdad era que solo lo vio por un segundo y salió corriendo a aplicar— ¿Cuidadora?

La señora frente a ella, recta, seria, con mucho porte la miraba de arriba hacia abajo. No sintió alguna mala intención, ni siquiera se sintió juzgada. Lo normal.

—Llegaste rápido. —habló finalmente— Pasa, te enseñaré el lugar.

La chica hizo una reverencia y al entrar se quitó los zapatos que llevaba para cambiarlos por unas pantuflas. El lugar la dejó sin palabras, parecía un palacio, tal vez no tanto, pero si era muy lujoso; candelabros en cada habitación, los muebles era color hueso y chocolate logrando una combinación exquisita. Lo único malo que encontró fue el silencio abrumador, pero no era momento para ser caprichosa. Necesitaba el dinero.

—Mi nombre es Hikaru Hyuga. —la mujer tomó delantera y le pidió que la siguiera— Mi esposo no se encuentra gran parte del tiempo, sale mucho de viaje. Te lo presentaré cuando sea oportuno. —abrió una puerta enorme que las llevó a otra casa totalmente diferente, más moderna, menos ostentosa— Aquí es donde trabajarías, es la parte correspondiente a mi hijo. Le gusta tener su propio espacio. —aclaró— No es gran cosa, hay cocina con desayunador integrado, una pequeña sala para visitas, baño y su recámara.

Entraron a esta y, además de espaciosa, era muy linda; fotografías colgadas a lo largo de la habitación, plantas adornando cada esquina y brindando un toque de vida al lugar. Veía una cama grande, un stereo y una guitarra un poco desgastada junto a un gran ventanal que daba a un balcón.

—Y su hijo, ¿dónde se encuentra?

La mujer se posicionó frente a la morena: —Antes de presentártelo me gustaría aclarar algunas cosas... —Tenten asintió y le dedicó toda su atención— Neji sufrió un accidente el cual le costó parte de su memoria y, por si no fuera poco, su vista también. —suspiró en un intento por no quebrarse en el momento— Es grosero, frío y desconsiderado. Te lo digo directamente porque es parte de los riesgos que se mencionan en el empleo, si no eres muy paciente será mejor que reconsideres el trabajar aquí. —advirtió siendo consciente del desgaste emocional que implicaría estar con una persona así— ¿Quieres continuar?

Tenten mostró una sonrisa: —No tiene nada de qué preocuparse, señora Hyuga. ¡Haré mi mejor esfuerzo!

El entusiasmo de la joven tranquilizó un poco a la mujer. "Lo que necesita." pensó sin poder evitarlo.

—Me alegra escuchar eso. —inhaló y exhaló con profundidad— Sígueme. Neji pasa la mayor parte del día sentado en el balcón, espero que logres cambiar eso. —un par de metros antes de salir se volvió a ella y susurró— Recuerda, no te tomes nada personal. Él está enojado pero no contigo.

La chica sonrió aceptando y sin dar marcha atrás.

—Hijo, alguien vino a conocerte.

Hikaru fue la primera en colocarse al lado del joven, Tenten aún tenía un poco de reserva, rezaba para que su primera impresión, de ambos, fuera tan mala como la predispuso la señora Hyuga.

—No quiero ver a nadie, madre. Vete. 

Supuso que se dirigía a ella. Su voz era pasivo-agresiva, la clase de voz que sin ser fuerte o gélida te hacía sentir agredido por las palabras que utiliza.

—Neji, no seas grosero. —regañó la mujer. Se notaba que eran de las personas a las que les importaba mucho la apariencia.

—Descuide. —habló y dio un paso al frente. El chico la siguió por el sonido de su caminar— Lo siento, por más que no te agrade no me iré; trabajo para tu madre y solo seguiré instrucciones de ella. Así que, ¿por qué no empezamos con el pie derecho?

Hubo silencio. El joven torcía los labios y volvió su rostro al paisaje delante de él. Tenten quedó impactada ante la majestuosidad que tenía frente a sus ojos; árboles de más de diez metros de alto, lo que parecía el cauce de un río o un arroyo, el cielo despejado y de un azul cerúleo. Hermoso.

—Los dejaré solos para que se conozcan. —habló Hikaru— Si necesitas algo no dudes en decírmelo.

El ambiente no cambió mucho en cuanto la mayor abandonó la habitación. La morena no sabía cómo empezar la conversación, había sido grosera con el hijo de su jefa, pero a personas como él debe ponérseles límites.

—¿Cómo te llamas? —preguntó el chico aún con su tono gélido.

—Etto... me llamo Tenten. —respondió sonsacada por la pregunta— Tu eres Neji, ¿cierto?

—¿Es común? —preguntó ignorando lo que dijo la morena.

—¿Perdón? 

—Tu nombre. —suspiró— ¿Es común?

"¿Por qué me pregunta eso? Pobre de él si llega a burlarse." pensó.

—No lo sé. No lo he escuchado mucho. —por no decir nunca.

—Hmp. Ya veo. 

Otro minuto de silencio que la chica no desaprovechó y siguió disfrutando de la vista. Le resultaba familiar, tal vez era de esas escenas que se ven en las películas.

—No me gusta que me traten como lisiado.

—Y a mi no me gustaría hacer eso. —respondió— Escucha, necesito este trabajo. Los últimos meses han sido muy confusos para mi; ambos necesitamos ayuda. Y creéme, preferirás que sea yo quien esté a tu lado las veinticuatro horas del día a una señora de cincuenta años.

Neji resopló, sabía que no tenía mucha opción. Su madre definitivamente no dejaría de insistir en conseguirle un niñero.

—Bien.

—¿Bien?

—Hmp. Pero tengo una condición. —advirtió dirigiendo su rostro a ella y levantándose de su silla.

—Wow... eres alto. —pensó en voz alta a lo que el Hyuga apenas mostró una sonrisa de lado— Etto, ¿cuál es tu condición?

—No quiero nada de relaciones cercanas. —habló— He tenido una experiencia de mierda, y no planeo seguir así.

"Pff, ¿cree que me enamoraré de él o qué?", pensó la morena. No se limitaba a hacer muecas.

—Tranquilo. No planeo enamorarme de ti. —respondió un tanto burlona— Trato hecho.

Holaaaa. Sé que se parece un poco a "Me before you" pero desde el siguiente capítulo tomará un camino totalmente diferente;)

Recuerdos del corazón 《Nejiten》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora