Recuerdos del corazón 《Nejiten》

~ Murmuros nocturnos ~

Todas las noches me pregunto si te fuiste odiándome.

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Un mes después.

La covivencia entre Neji y Tenten se limitaba a compartir los alimentos, salir a dar un paseo a medio día y la hora del baño, en el cual la morena le esperaba a un lado de la cortina y le pasaba la toalla una vez que él terminaba.

No había mucha plática entre ellos, y Tenten había desistido de ser ella quien intentara sacar temas de conversación; si él comentaba algo, ella respondía, de lo contrario permanecían en silencio y cada uno por su lado.

Gran parte del día eran solo ellos, pero por las noches la soledad llegaba a ambos; Tenten regresaba a su cass y Neji permanecía en su habitación aislado de su familia.

—¿Te gustó la comida?

Ambos chicos estaban sentados en la mesa. La morena había preparado un plato de sopa miso y sashimi para cada uno. Las palabras ahora no habían sido requeridas, una tarde bastante silenciosa.

—Si. Gracias.

Tenten aún no se acostumbraba a las parcas respuestas del Hyuga, pero siempre se repetía lo que Hiraku le dijo en su primer día de trabajo: "no lo tomes personal".

Recogió los platos y los llevó a la cocina para poder lavarlos. Generalmente cuando volvía el chico ya había subido a su habitación a sentarse en el balcón del mismo. Esta ocasión regresó y ahí seguía él con su mirada fija en la pared y sus manos entrelazadas.

—¿Quieres algo más? —preguntó la morena— Quedó un poco.

Negó: —Siéntate. —consternada y confundida, lo hizo— Escucha, no me gusta pedir favores y mucho menos depender de alguien, pero... —hizo una breve pausa— ¿Podrías quedarte a dormir por una semana?

—Etto, claro pero, ¿para qué?

Suspiró: —Mis padres tienen una reunión con los hipócritas de sus amigos, a la cual estoy invitado y sinceramente no quiero ir. —confesó— Me dijeron que si lograba convencerte de quedarte podría faltar.

—Pero, si solo es una noche, ¿por qué quieres que me quede si la reunión es de solo una noche? —preguntó sintiéndose nerviosa, tartamudeando y repitiendo palabras.

—El lugar a donde van es en Hong Kong. —aclaró— Un viaje es lo que es, en realidad. Entonces, ¿te quedas?

Era un escenario simple, sería como su niñera pornlas noches y el pretexto perfecto para evitar exponer a Neji a las altas alcurnias de los círculos hipócritas y oportunistas de sus padres. "Tal vez de esta manera logre que él confíe más en mi", pensó.

—De acuerdo. Me quedo.

Una apenas visible sonrisa se dibujó en el rostro del castaño.

—Gracias. —murmuró. Se levantó y fue directo a las escaleras— Iré a mi habitación.

—Si, claro.

Tenten esperó hasta que pudo escuchar la puerta cerrarse para sacar su celular y marcar uno de los pocos número que tenía agendado.

Un tono. Dos tonos. La atienden.

—¡Ten, qué gusto escuchar de ti! —dijeron por el otro lado de la línea— ¿Cómo estás?