Cap. 13 - Bienvenidos -

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𝐂𝐨𝐧 𝐌𝐚𝐫𝐢𝐧𝐞𝐭𝐭𝐞...

La ojiazul comenzaba a abrir los ojos, aún estaba un poco mareada intento mover sus brazos pero no pudo, abrió los ojos sorprendida al ver que estaba atada de sus manos y pies.

El miedo se inundó en su pecho.

Alguien se acercaba a ella.

— Veo que despertaste hermosa

— ¿I-ian? ¿Que hago aquí?

— Veo que no me reconoces

El rubio se quito la peluca dejando ver su cabello negro, también se quito los pupilentes azules que llevaba.

— ¿R-Ricardo?

— Te extrañe mucho Marinette

La ojiazul comenzó a llorar, el pelinegro se acercó a ella.

— No llores, no te haré daño — comenzó a acariciar su cabello, la tomó por el mentón — ahora seremos una familia los cuatro — coloco una mano en el vientre de la peliazul comenzandolo a acariciar.

— ¿Que quieres de mi?

— Que... ¿Que quiero?

— Dejame ir, no le diré a nadie

— NO, AHORA SERÁS MÍA COMPLETAMENTE

La ojiazul lo miró aterrada.

— Tendremos una linda familia — comenzó a acercar su rostro al de la peliazul con la intención de besarla pero ella volteo provocando que solamente bese su mejilla.

— Basta... Ya no hagas esto... Te lo pido

— Demasiado tarde, tu preferiste a Félix y no a mi, no tienes idea de cuanto sufrí pero ahora que te tengo ya no mas... Ya quiero que nazcan nuestros hijos

— No son tus hijos... Son de Félix, nunca tendría hijos contigo

El castaño la tomó del rostro.

— CALLATE

— Tu... Tu estas obsesionado conmigo si me amaras no harías todo esto

— Si lo hago es por que quiero que seamos felices

— De nada sirve por que nunca seré feliz a tu lado, yo solo amo a Félix y eso no cambiará nunca

El castaño alzó su mano y golpeó la mejilla izquierda de la oji-zarca quien nuevamente quedó inconsciente.

— No quería hacer esto, pero tu me obligaste — tomo el rostro de la peliazul y unió sus labios con los de ella.

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Mientras tanto Félix estaba en su departamento, había recorrido las calles y no había rastro de su novia.

~ Un Día ~

Un día pasó y aún no sabían nada de la ojiazul, todos estaban angustiados pero más Félix.

...

Marinette se levantó, al hacerlo vio que el castaño estaba sentado en la cama observándola mientras acariciaba su vientre.

— Son muy inquietos nuestros hijos

Ella no dijo nada.

— Lamento haberte pegado pero tu me obligaste a hacerlo, no dejabas de hablar de ese infeliz

— De-dejame

— Tu cuerpo... Tu cuerpo está mas desarrollado, si que el embarazo te sentó muy bien hermosa

꧁Eɴᴀᴍᴏʀᴀᴅᴀ Dᴇ Mɪ Pʀᴏғᴇsᴏʀ꧂ [Felixnette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora