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''Tener paciencia y declararme...''

Miré la lista que Eider me había dado, re leyendo una y otra vez el último paso que quedaba ahí, pero en un impulso de enfado, lo arrugué en mi mano, lanzándolo al bote de basura que había en su cuarto.

Resoplé con frustración y golpeé el tacho de basura con mi pie, encontrándome de paso con Eider cruzada de brazos en el umbral de la puerta. Me miraba con una ceja enarcada. Había visto como golpeaba su basurero rosado.

—¿Se puede saber qué culpa tiene mi pequeño basurero? —interrogó.

Entorné mis ojos.

—Nunca debimos hacer esa lista.

La oí suspirar—. Sin arrepentimientos Corina. Además, también lo pasaron bien.

—No se trata de pasarla bien Eider —solté mi cabello que estaba en una colita y removí el pelo—. Arruiné todo, arruiné la amistad. No debería de haberlo hecho... Además, estoy muy, muy —remarqué sintiendo arder la cara al recordarlo—. avergonzada.

—Yo estoy orgullosa de lo que has hecho.

Fruncí mi ceño mirándola.

—¿Orgullosa?

Se apoyó en umbral sonriendo.

—Nunca creí que lo harías en verdad. Sobre todo eso de seducirlo. ¡Sacaste todas tus armas amiga!, eres una maldita perra —soltó con una risa—. Maldición, creo que te amo más.

—Shhh... —traté de silenciarla—. Tus papás... —le recordé.

Encogió sus hombros.

—Ya se fueron.

—Yo no entiendo cómo es que no saliste a tus padres. Eres lo contrario a lo que son.

—Bah... —dijo sin darle importancia a la vez que movía su mano—. Ser normal y religiosa no es lo mío y lo sabes. Además pretendo vivir la vida hasta el último puto día de mi vida.

—Y lo has hecho bastante bien hasta ahora —reí.

—Deberías hacer lo mismo. No sacas mucho con lamentar lo que sucedió.

Suspiré viéndome en su espejo.

—Tampoco ha llamado o mandado algún mensaje.

—Quizá está esperando que tú le hables —habló caminando hasta su tocador, buscando en el cajón un labial—. Deberías hacerlo. Después de todo... Harry no fue el que huyó de ahí.

Entreabrí mi boca mirándola con indignación.

—¡Estaba su ex!

—¿Y? —me miró con una ceja alzada—. Probablemente solo era una visita.

—No puedo creer que me estés diciendo esto. ¿Lo estás defendiendo?

—Sí.

Solté una risa.

—Mira Corina —dijo cansada quizá de aquella charla—. A Harry le gustas, se nota. Él esperó pacientemente que completaras tu lista, pero sí, quizá se arruinó en ese penúltimo paso —movió su manos mientras mantenía aún el labial en una de ellas—. Sin embargo... él te preguntó cuál era el último paso porque deseaba escucharte. ¡Pero saliste corriendo!

—No salí corriendo por eso. Estaba su ex —volví a decir.

—Sí, sí —movió su cabeza—. Bueno, las ex somos un grano en el culo, pero eso no quiere decir que el chico esté enamorado de la ex —hizo una mueca y suspiró.

10 pasos para enamorarte [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora