Melodías a nuestro nombre

Capítulo 4

Luego de dos semanas en las que estuvo angustiado por su conversación con Temari por fin podía regresar a su vida normal ya que sus amigos le hicieron ver que si ella se lo ha prometido es porque cree firmemente en las razones por las que está ocultando a Hiro, a diferencia de lo que cualquier persona podría pensar sobre su decisión no lo hacía con ningún fin malvado de hacer sufrir más a Shisui sino que no se sentía lo suficientemente preparado para verlo otra vez, no cuando fue el causante de que en varias semanas los medios estuvieran atacándolo y exponiendo su depresión como si no fuera a leer las mierdas que publicaban. Se sentía terrible luego de eso y no tenía el rostro para verle a la cara sin sentir toda la vergüenza del mundo cayendo sobre sus hombros, porque actúo mal, se comportó terrible huyendo de las cosas en lugar de confiar en que Shisui pudo haberlo ayudado sin necesidad de alejarlo de su vida, pero ahora ya era tarde para estar lamentando lo que pudo hacer, tenía que continuar su vida como hasta ahora y no generar más conflicto en el pelinegro que por las notas en tv e internet parecía estarle yendo bastante bien. 

Sale de sus pensamientos en cuanto un fuerte tirón en el pelo de parte de su amigo le espabilan, volteando a verlo con el ceño fruncido visiblemente molesto por la interrupción.

- Llevo rato hablando solo, al menos podrías hacer cara de interés - regaña el rubio - 

- Y tu podrías intentar captar mi atención de otra forma, eso me ha dolido - se soba la cabeza - 

- Bah tonterías, ahora si me permites quisiera seguirte hablando de mi viaje a Suna - 

Itachi revolotea los ojos, volviendo la vista al rubio para tratar de recuperar el hilo de la conversación, esta vez reteniendo sus demás pensamientos con respecto a Shisui. 

- Bueno pues te decía, Sasori tuvo una pequeña pelea con su abuela y todo esto porque no avisó que vendría de visita y mucho menos conmigo, ya te imaginaras como le caigo a la señora luego de la cena de fin de año - hace una mueca - no fue mi culpa que toda su colección de copas cayera al suelo - se encoge de hombros -

- Claro que sí, dijiste que jalaste de la vitrina porque la abuela de Sasori dijo que tu pelo rubio era horrible - 

- ¿Y esa no es razón suficiente para hacer eso? - 

- Pudiste simplemente ignorarla - molesta picandole los costados - 

- ¡Hey basta! - detiene el ataque - y sigo creyendo que fue su culpa, debería cuidar a quien le dice las cosas - se cruza de brazos de manera infantil - 

El pelilargo niega rotundamente, su amigo en ocasiones bien podría pasar por un niño de 8 años, hasta su pequeño Sasuke era más maduro que él. 

- Pues lo siento mucho, Itachi pero no todos contamos con tu misma paciencia - 

- Tonterías, no es algo complicado - 

- ¡Que no! yo desde el primer día de trabajo ya habría mandado al diablo a Danzo por gritarme y tu lo aguantaste durante casi 2 años - exclama asombrado - vaya paciencia que te cargas - 

Itachi sonríe divertido, tal vez tenía razón en eso. 

- Y a todo esto ¿dónde está el tiburón? - Deidara arquea una ceja buscando por todas partes alguna señal de su amigo azulado - 

- ¿No te enteraste? - ríe animado - Kisame ha estado viendo a esa chica con la que está teniendo clases particulares - 

- Espero que de verdad sean clases y no otra cosa - bromea - 

Itachi ríe a la par, contagiado de la felicidad que irradiaba el otro 

- Parece muy contento desde que sale con ella -