En esta historia te puedes encontrar de todo: Gente que está como una cabra, gente que no conoces tan bien como creías, gente que lo de besar "lo lleva mal", gente que va a su bola, gente increíble... etc.
Laura y Taty, son dos chicas normales, que...
-Mierda es Bartolomé- dijo Taty al ver a Bartolomé por la mirilla de la puerta
-Ábrele la puerta, a ver que quiere- dijo Laura cogiendo un paquete de palomitas
Taty abre la puerta.
-¿Qué?- dijo Taty
-Ven conmigo- dijo Bartolomé al ver a Laura
-No me voy a ir a ningún sitio contigo- dijo Taty
-Cinco minutos- dijo Bartolomé
-¡Qué no! ¿A que has venido?- pregunta Taty
-Que cabezota me eres- dijo Bartolomé agarrando del brazo de Taty y echándola fuera de su casa
-¡Suéltame! ¡Laura ayúdame!- grita Taty
-¡Venga! ¡Pasarlo bien!- dijo Laura
Bartolomé finalmente saca a Taty fuera de su casa y comienzan a andar en dirección a la nada.
-¿Cómo estás?- pregunta Bartolomé
Pero Taty no responde.
-Bueno... Sé que estás enfadada conmigo por irme sin decirte nada en el hospital... He andado muy perdido- dijo Bartolomé
-¿Algo más señor perdido?- pregunta Taty con sarcasmo
-¿Es demasiado tarde para decirte una respuesta?- pregunta Bartolomé
-Sí, me canse de que esperaras dentro de tú corazón- dijo Taty
Taty da media vuelta y se dirige a su casa. Entra por la puerta y ahí está Laura de pie esperando a ver que ocurre. Taty se acerca a ella llorando y la abraza.
-¿Porque ha tenido que aparecer? ¿Para hacerme más daño? No estaba preparada para volver a verlo- dijo Taty
-Olvídate de él- dijo Laura
-No puedo. Ahora voy a estar otro día entero pensando en él. Mi corazón y mente se han vuelto a unir a él- dijo Taty
-No permitas que te haga daño ¡Lucha!- dijo Laura
-Necesito estar sola- dijo Taty
Laura entonces sale de la habitación.
Bartolomé va de camino a casa de Taty nuevamente, pero se encuentra con Matías que también va a la casa de la chica.
-Apártate de mi camino- dijo Bartolomé
-Lo haré sino te vuelves a acercar a Taty- dijo Matías
-No te llegó estar con Soraya- dijo Bartolomé
-Resulta que la tal Soraya, se comió mí nevera entera. La nevera incluida ¿Sabes?- dijo Matías
-Sí, en mí casa también hacia lo mismo- dijo Bartolomé
-Ahora vete y no vuelvas- dijo Matías
-¿Es eso acaso una orden?- dijo Bartolomé
-Ese tono, que te estás pasando. Eres un egoísta, pobre Taty ¿Como la puedes dejar plantada tal y como estaba en el hospital?
-Como no te apartes te voy a partir la cara- dijo Bartolomé
-Conozco bien a las personas como tú. Hablan mucho y luego no hacen nada- dijo Matías
Bartolomé le pega un puñetazo a Matías y lo derrumba.
Taty de pronto abre la puerta de su casa al escuchar los golpes.
-¿Pero que haces?- pregunta Taty
-El idiota este que ha venido a molestarte- dijo Bartolomé
-Ha venido ha hablar con Laura que está en mi casa- dijo Taty
-Ah... Perdón tío- dijo Bartolomé
-Yo te perdono, pero mi mejilla no creo que pueda- dijo Matías
-Dicho esto me voy- dijo Taty
Taty coge su bicicleta y sale del lugar.
Bartolomé empieza a correr detrás de ella, pero se da cuenta de que la bicicleta de Taty es más rápida. Así que decide robarle una bicicleta a un niño que estaba por la calle.
-¡Eh, esa es mi bici!- gritó el niño
-Asuntos policiales, te la devolveré, lo prometo- dijo Bartolomé
Bartolomé cogió la bicicleta y empezó a pedalear a toda velocidad.
-¡Taty! ¡Tienes que escucharme! ¡Hablemos!- grito Bartolomé al ver a Taty con su bici a unos pocos metros
Taty para con su bici en un mercadillo donde venden fruta.
-Hola Rosi ¿Me puedes dar unos melocotones y unos tomates? Los tomates que sean rojos, los más rojos que tengas- dijo Taty
-Ahora mismo te pongo unos melocotones y unos tomates- dijo Rosi
-¡Aquí estoy! Y no pienso irme hasta que me escuches- dijo Bartolomé
-Rosi, guarda la fruta para más tarde- dijo Taty
-Y a mí guardame una manzana, por favor- dijo Bartolomé
-¡Eso está echo!- dijo Rosi
Taty empieza a caminar rápido, pero Bartolomé sigue siguiéndola.
-¿Que quieres?- pregunta Taty
-¿Estás furiosa?- pregunta Bartolomé
-¡Sí!- grita Taty
-¿Te preguntarás porque no te he buscado antes? Pues verás...- dijo Bartolomé
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