¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
─ ❖ ─🍡 ── ❖ ──🍡 ── ❖ ──🍡 ─ ❖ ─
ITACHI P.O.V
―Estoy frito, es imposible que apruebe ese examen.―se lamenta Obito con frustración, cubriendo su rostro con ambas manos.
Yo solo lo observé con algo de diversión. Mi primo era muy malo en todo lo relacionado al ámbito escolar, sus notas apenas y le alcanzaban para aprobar las materias, y de todos nosotros siempre era el único que debía ir a clases remediales.
Incluso Hidan tenía buena notas, inesperado ¿no?
―¿No dijiste el otro día que Itachi te estaba ayudando a estudiar Historia?―cuestiona Deidara aburrido, anotando el cuestionario del pizarrón.
Oh cierto, Obito uso eso como excusa para salvarme de ir a la fiesta. Pero aunque quisiera ayudarlo, no tengo tiempo para eso.
―¡Cierto!, Itachi~.―me llama alargando mi nombre, a la vez que se aferraba a la manga de mi camisa con una mirada suplicante.
―Sabes que debo ir a trabajar.―le susurro, observándolo de reojo.
Se quedó callado un par de segundos, seguro estaba pensando en alguna forma de resolver el problema, hasta que sonrió ampliamente y se encogió de hombros.
―¿Pijamada?―pregunta en tono inocente, haciéndome suspirar.
Bueno, eso no sonaba tan mal.
―Las pijamadas son para niñas, nosotros los hombres tenemos reuniones para dormir ―interviene Hidan, sonriendo con sorna―. Como sea, me anoto a la orgía en casa de Itachi.
―Yo igual.―dice Deidara, sonriendo.
Retiro lo dicho, esto suena muy mal.
―Tsk, solo vamos a estudiar.―masculle enojado, tratando de disuadirlos para que no asistieran.
No es que no los quiera en mi casa, simplemente... Bueno, en realidad no los quiero en mi casa.
―No importa, jugaremos con Sasuke mientras ustedes estudian, seguro extraña al tío Hidan.―suspira alegre, colocando ambas manos detrás de su nuca.
―Sasuke te odia.―aclare, frunciendo el ceño.
Hidan hizo una mueca, reincorporándose en su asiento rápidamente.―¿¡Ah!?, ¿Por qué?
―Tal vez por aquella vez que casi lo ahogas en la piscina.―comenta Deidara.
―O cuando le estrellaste el rostro en su pastel de cumpleaños.―añade Obito, haciendo una pequeña mueca.
―¿Y eso qué?, todos lo hacen.―se queja indignado.
―No mientras las velas están encendidas...―masculle enojado, mandandole una mala mirada.
