Los Edwards llegan a Hawkins desde Manhattan. Apenas la menor hija del matrimonio, Charlotte, entra a la escuela, conoce a cierta chica pelirroja. Y posteriormente, a un grupo conformado por cuatro chicos que, sin saberlo, la arrastrarían a ella, a...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝔓𝔬𝔬𝔩
Omnisciente
LAS CHICAS HABÍAN IDO A LA CASA DE CHARLIE PARA OTRA PIJAMADA. Once estaba lavándose los dientes, mientras que Charlie fue por algunos de los cómics que compartía con su hermana, que, por cierto, quien sabe en donde se había metido.
Charlie y Max esperaban a Once en la cama
—¿Cual? —preguntó Charlie mientras levantaba dos de los cómics
—No se —dijo Once mientras se tapaba con la cobija
—Ya no hay de que preocuparse, ¿si? —le dijo Max a Once al ver su cara de preocupación
—No tiene sentido —dijo Once
—¿Que no tiene sentido? —preguntó Charlie
—Heather. La sangre. El hielo
Charlie dejó los cómics en la cama
—Heather tenía fiebre y se dio un baño frío, pero ya está mejor —le dijo Charlie—. Seguro pasó eso. No se de donde salió la sangre, pero...vimos a Heather. Las tres la vimos. Está perfectamente bien
—¿Y Billy? —preguntó Once
—¿Que hay con el? —preguntó Max
—Tenia algo raro —dijo Once
—Ese es su estado natural —dijo Max—. Pero no mato a nadie, por suerte. Eso hubiera sido horrible
Once sonrió
—¿Quien es ella? —preguntó Once tomando uno de los cómics
—Por esto no puedes pasar todo el tiempo con Mike —le dijo Max haciendo reír a las otras dos
—Es la mujer maravilla —dijo Charlie mientras tomaba el cómic—. Alias, princesa Diana. Viene de Isla Paraíso, un lugar secreto donde solo hay guerreras amazonas
𝒞𝒽𝒶𝓇𝓁𝑜𝓉𝓉𝑒
Las tres chicas se encontraban dormidas
—¿Me copias? Código rojo. Repito, código rojo —se escuchaba desde la walkie tokie—. Charls. ¿Me copias?
Charlie soltó un suspiro, estiró el brazo y tomó el aparato que se encontraba en el suelo
—Código rojo —se seguía escuchando la voz de Lucas
—Déjanos. Dormir. Y metete tu código rojo por donde te quepa —dijo Charlie mientras sus dos amigas la miraban adormiladas
Charlie bajo la antena del aparato y lo apagó para después volver a dejar el aparato en el suelo
