03: El otoño fue el ladrón que se llevó nuestros sueños

372 104 88
                                    

Kim Seokjin se acomodó las enormes gafas, sus ojos estaban ardiendo con intensidad, pero no quería detenerse, los exámenes de ingreso estaban cerca y deseaba con todo su corazón ser elegido para cursar la carrera de medicina en la universidad de Inglaterra, desde hacía dos años le había pedido a su padre ayuda, ya que su padre era un exitoso cardiólogo, ¿qué mejor ayuda que la de un doctor experimentado? El hombre heredó sus libros a su hijo, de ves en cuando le explicaba los conceptos básicos que no pudiera entender, así que, en efecto, el resto de candidatos estaría en una enorme desventaja ante él. Pero esa tarde otoñal su arduo estudio se vio interrumpido por los golpes que se impactaban a cada segundo contra la pared de su habitación, el causante de esa tal desconcentración fue Kim Namjoon que, en un intento por llamar la atención del chico, arrojó una y otra vez la pequeña pelota de goma, aquella estrategia funcionó cuando Seokjin se levantó de su escritorio con total molestia.

—Kim Namjoon, ¿quieres callarte por el amor de dios? — Seokjin dio una patada suave a la pelota que había rebotado frente a él, Namjoon por instinto se incorporó en el sofá de la habitación de Seokjin.

—No, no creo en Dios Seokjinie, además ya estudiaste mucho, ya hazme caso — Namjoon soltó un fuerte suspiro al ver que la única respuesta que obtuvo fue la cara de un Jin serio con los brazos cruzados.

—Ya te lo dije Namjoon...

—Si ya lo sé, "debo de estudiar para el examen de ingreso, solo quedan veintiocho días — Namjoon pronunció con un cierto tono de voz que se asemejaba al de Seokjin.

—Si, exacto es justo así. Por cierto, ¿tú no deberías de estar estudiando tanto como yo? — Jin tomó su libro de anatomía y se sentó junto a Kim Namjoon,

—De ninguna manera, es otoño y es una preciosa tarde, quiero salir a jugar por ahí mientras las hojas caen a mi alrededor. Además, no lo necesito — Namjoon levantó sus brazos con entusiasmo —, por favor, vamos al cine Seokjin.

—No.

—Vamos a patinar entonces.

—No.

—Entonces quedémonos aquí a ver una de tus películas favoritas.

—No.

—¡Kim Seokjin!

Namjoon se comportaba como un niño pequeño cuando se sentía ignorado por Seokjin y es que desde hace un par de años Kim Seokjin se negó a ser el mismo chico sumiso ante Namjoon, dejó de ser manipulado por sus constantes amenazas, aquellas que implicaban un diente de león y un fuerte soplo contra el rostro de Kim Seokjin, cuando Namjoon se enteró de que el chico de enormes gafas sufría de alergias constantes por el polen, sus amenazas solo eran palabras para infringir miedo en Jin, el propósito solo se debía a manipular a su antojo al pobre chico.

—Te he dicho que no Namjoon.

—Estas siendo demasiado cruel, tu y yo sabemos que te aprobaran y con ello te iras de la ciudad, me vas a abandonar, eres consciente de ello y aun así no me permites pasar tiempo contigo ahora que podemos, eres un caso perdido Kim Seokjin — Namjoon se levantó del sofá y buscó su pelota de goma, la tomó con seriedad y solo dio un ultimo vistazo al chico que aun sostenía aquel libro viejo —. Nos veremos después, si es que eso sucede.

Fue tan lamentable aquella tarde, Namjoon se marchó de la casa de su vecino con el corazón en la mano, había persuadido tanto por que deseaba pasar un tiempo apropiado con el chico, pues esa tarde pensaba confesarle su enorme cariño, quizás al expresarle sus sentimientos lograría entender porque siempre sentía su estomagó crujir, sus piernas temblar y por si fuera poco, quería saber por qué cuando estaba junto a Seokjin era imposible verlo a los ojos, no era homosexual, eso era lo que quería creer, pero era más que evidente que Namjoon estaba perdido por Seokjin y el molestarlo constantemente solo era una evidencia clara de ello.

El Recuerdo del OlvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora