07: ¡Que jodido fue nuestro otoño!

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La mañana del primer lunes otoñal les despertó con una llovizna refrescante. Seokjin no quería alejarse de las mantas cálidas que le abrigaban, pero su responsabilidad le llamaba, le habían citado en el hospital de la ciudad para tratar el asunto que hace días había pedido, la jubilación.

A sus 75 años de edad, Seokjin seguía recorriendo los pasillos de la sala de pediatría, sus pasos ya no eran tan veloces como antes puesto que la dolencia de sus articulaciones le debilitaba el caminar, tampoco sus habilidades manuales eran exactas así que la jubilación era ya una opción viable. En sus brazos permanecía el cuerpo de Kim Namjoon, aquel hombre que desde el día de su boda se había quedado con él. Esa mañana se levantó de la cama con cuidado evitando sacar de aquel sueño a su pareja de toda la vida, la mañana era fría así que no quería que el hombre se resfriara, además, estaba seguro que regresaría del hospital antes del medio día así que con suerte podrían tomar el almuerzo juntos.

Con una gabardina café cubrió su cuerpo levemente encorvado, tomó la sombrilla negra y salió de la casa en busca de un taxi que le acercara a su destino. En su camino se detuvo a observar la lluvia helada que caía sobre las copas de los árboles bañando todo aquel manto naranjoso y amarillento, si bien esa era una postal para muchos triste, a Seokjin le sacó una sonrisa, sonreía por todos los recuerdos que llegaron a su cabeza de forma cronológica, se recordó así mismo frente a un niño tonto que sopló un diente de león, el llanto de aquella primavera sumado con su enojo de adolescente durante el verano ahora pasaban a ser simples memorias llenas de un inmenso amor y alegría pues aquellas habían sido la base de esa hermoso invierno donde el primer beso borró la nostalgia dejada por un otoño lúgubre, un otoño lúgubre que después de tantos años ahora se convertía en un otoño lleno de felicidad por que finalmente obtendría ese descanso a lado de Namjoon, no negaba que la estadía en el hospital le trajo mucha felicidad, fue ahí donde se rodeaba del amor puro e inocente de los niños que recibieron su cuidado, por escasos segundos Seokjin sintió su corazón comprimirse, pues recordó aquella tarde que sucedió después de su boda, le negaron la adopción del pequeño niño, el único argumento que les impidió formar una familia fue la homosexualidad de ambos, que tristeza, el pobre pequeño fue a parar a un orfanato.

Seokjin no sabia como lidiar con ello, el dejar simplemente de asistir a la sala de pediatría le rompía el corazón, pero seguramente, Namjoon se encargaría de darle el mismo amor que le daba todos los días, ello era la recompensa de su arduo trabajo, pasar el resto de su vida a lado de la persona que más amaba...

El taxi se detuvo frente al hospital, después de pagar por el viaje Seokjin se apresuró a entrar directo a la oficina de la dirección de aquel hospital, pero su afán de llegar a casa pronto y tomar el almuerzo al lado de su esposo se fue por el caño cuando le notificaron que el director no llegaría hasta medio día, por un momento pensó en regresar a casa pero la lluvia se había intensificado, así que consiente de que aquel era su ultimo día en el hospital, se paseó por la sala de pediatría, entre pasillos dejó su mejor sonrisa y por su puesto tuvo una charla amplia y tendida con los nuevos pediatras que recién egresaban de la universidad.

El tiempo se le fue de las manos, no se dio cuenta de la hora, había pasado tanto tiempo sumergido en esos deberes que cuando salió por las puertas del hospital el sol ya estaba ocultándose, se rascó la nuca cubierta por la canosidad en sus cabellos, tendría que explicar a Namjoon todo lo sucedido. Antes de llegar a casa pasó a comprar pan, el clima ameritaba una taza de chocolate y un pan recién salido del horno, eso era lo que Namjoon siempre solía decir en días lluviosos.

Seokjin se encontró entonces frente a su puerta, sacó las llaves y con dificultad giró las llaves, al entrar pudo notar el silencio y la oscuridad, tal vez su esposo había dormido más temprano de lo normal, últimamente Seokjin se había percatado de ello, Namjoon se iba a la cama cada vez más temprano, con los dedos se acomodó los lentes que llevaba justo como en su juventud, buscó el interruptor de la luz y la encendió, dejó la bolsa de papel que sostenía una de sus manos sobre la mesita de la cocina y llamó a su esposo.

—Namoo, te traje la cena, ¿ya te dormiste? Si quieres te llevo la cena a la cama — Seokjin buscó un par de tazas y con lentitud y movimientos sutiles se dedicó a preparar el chocolate —¿Namoo?

Pero no hubo respuesta alguna, Seokjin soltó un suspiro y decidido fue en busca de aquel hombre, debía de estar profundamente dormido. Se adentró a la habitación, pero, la cama estaba destendida, la ropa del armario estaba desordenada, Seokjin se preocupó de inmediato, ¿qué había sucedido durante su ausencia? De inmediato tomó el teléfono y con torpeza marcó el número de su único amigo, Hoseok, sin embargó no hubo respuesta, estaba tan preocupado, pero justo en ese momento llamaron a su puerta.

El oficial Kim Taehyung se encontraba aquella tarde cubriendo su turno, bueno, para ser honestos el joven oficial se encontraba comiendo en un restaurante de comida rápida cuando sus ojos se toparon con el anciano, aquel hombre aparentaba estar perdido, además a pesar del clima el hombre no llevaba algún abrigo, así que después de pagar por su comida salió para charlar con el hombre. La pequeña charla le dejó en claro lo que sucedía, el hombre estaba perdido, pero buscaba con desesperación a un hombre llamado Kim Seokjin.

Así que cuando Seokjin abrió la puerta pudo ver ante sus ojos al oficial a lado de su esposo, el mirar de Namjoon se iluminó cuando observó el rostro modificado por la edad de Seokjin.

—Buenas noches señor, toda la tarde estuve intentando dar con su dirección, el señor Namjoon no recordaba donde vivía, solo me mencionó de usted — el joven oficial mencionó con preocupación.

—Seokjin, te fuiste y yo solo quise buscarte en el hospital, pero no recordé con exactitud en donde estaba el hospital, cuando quise regresar a casa este hombre me ayudó — Namjoon abrazó con debilidad el cuerpo de su eterno amado, Seokjin pudo notar en su forma de hablar y en sus acciones un temor profundo.

—Lo siento mucho Namjoon — Seokjin tomó la mano helada de su esposo y miró al oficial —, le agradezco mucho señor.

Esa noche fue la primera de una cadena de desgracias, aquella noche uno de tantos síntomas se había hecho presente, Seokjin se maldijo mil veces por haber ignorado los síntomas que desde hacia cinco años se habían presentado en el comportamiento de Namjoon, si tan solo Seokjin no habría pasado tanto tiempo sumido en el hospital habría podido hacer algo antes de que fuese tarde, pero, ¿qué se puede hacer cuando las afecciones de ese tipo se llevan en la genética? Con el paso de los días los síntomas fueron empeorando, así que después de esperar un mes, Seokjin hizo una cita con un médico especialista para atender las dudas que habría preferido fueron simples cambios provocados por la edad, sin embargo, eso no sucedió. Cuando los resultados de los estudios fueron entregados a la pequeña familia, Seokjin se lamentó en demasía. Namjoon había sido diagnosticado con Demencia senil de tipo Alzheimer.

Esa tarde de otoño cuando regresaron a casa las lágrimas les invadieron a los dos, Namjoon por el miedo de su padecer y Seokjin por la tristeza que ello contraía, se vio encerrado en un abismo donde la soledad era la única que cuidaba de ellos, sentía impotencia y miedo de que sus dolencias musculares y reumáticas le terminaran impidiendo cuidar de su tan amado esposo.

Pero cuando la noche llegaba y por fin los dos podían compartir un poco de tranquilidad, Seokjin miraba los ojos opacos de Namjoon y veía en ellos la tranquilidad y la confianza que le hacía falta para superar esta etapa tan difícil de su vida. Que jodido había sido el maldito otoño, el viento frio se llevó con él esa marea de hojas muertas junto con las esperanzas de aquel matrimonio que resistía a lo largo del tiempo.

🌼🌿 El Recuerdo del Olvido 🍂❄

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