05: ¡La primavera y tu torpeza algún día van a matarme!

352 98 55
                                    

Seokjin ya no fue capaz de regresar a Inglaterra, después del beso de aquel frío invierno se dio cuenta de que su vida y sobre todo su felicidad estaban ahí, en el lugar que lo vio nacer. El hombre fue inteligente y a la semana de su llegada comenzó a buscar trabajo en el hospital de la ciudad, gracias a sus referencias fue aceptado de inmediato. Seokjin rentó un departamento cerca de la cafetería donde Namjoon trabajaba, de ese modo podrían verse más seguido, o eso espero cuando pagó la renta del primer semestre.

Las cosas para ambos iban cambiando para mejor, los primeros días existía aun timidez por parte de ambos al no saber que postura tomar, pero era normal, la amistad se había quebrado por la enorme distancia y el tiempo, después se esclarecieron los verdaderos sentimientos, era más que obvió que aun ambos se sintieran tímidos, pero intentando desaparecer dicha timidez, todas las tardes después de salir del hospital Seokjin visitaba la cafetería para ser atendido por aquel apuesto mesero.

Esa peculiar relación estaba dispuesta a cambiar, pues Namjoon no soportaba más estar alejado de Seokjin, él creía que si esperaba más tiempo Seokjin se cansaría de él y volvería a irse justo como lo hizo la primera vez que iba a confesarle sus sentimientos, así que este día de primavera sería distinto. El viernes era el día libre Kim Namjoon, estaba tan emocionado porque había planeado esto desde hacía semanas, estaba tan seguro de su amor por Seokjin que ni si quiera le pediría un noviazgo común y corriente, él se arriesgaría a pedir una cosa de otro nivel. Los días previos había estado manejando a su anciano jefe, solía ayudarle a limpiar todo, había sido más puntual de lo normal y todos los días se había quedado hasta el último minuto para ayudar al anciano a sacar la basura y cerrar el establecimiento, todo para poder convencer a su jefe de cerrar la cafetería temprano, Namjoon incluso le propuso al viejo trabajar por un mes o dos sin días de descanso, pues quería que la cafetería fuera solo para él y Kim Seokjin, por su puesto su jefe no se negó le había convencido con su amabilidad y buen trabajo. Namjoon se dedicó a limpiar el sitio por eso de las 6:00 pm preparó una cena y un pastel de vainilla, adornó el lugar con velas rojas y arreglos florares, impaciente miraba el reloj.

Las horas pasaron, pero Seokjin no llegó a la cita, Namjoon estaba tan preocupado pues la hora de salida de Kim Seokjin había sido hace tres horas, miró su teléfono móvil para asegurarse de que le haya llegado el mensaje a su amado y fue así solo que Seokjin no había dado respuesta. Temeroso, Namjoon llamó al número de Seokjin, pero tampoco hubo respuesta.

La media noche llegó, Namjoon se había quedado sentado en el mismo lugar, sus ojos estaban rojos, no sabía que debía hacer, en su cabeza se hilaron cientos de circunstancias posibles, quizás Seokjin había tenido un accidente, o tal vez su teléfono se había quedo sin batería o la última que no era posible, o al menos eso quería creer Namjoon, era que probablemente Seokjin se había enterado de sus planes y por ello había solamente decidido no ir a su cita, Namjoon se sentía intranquilo y cuando tomó la valentía necesaria para ir a buscar a Seokjin, el teléfono que tenía apresado en sus manos comenzó a vibrar informándole de una llamada entrante.

—¿KIM SEOKJIN? — La voz cansada y tranquila del otro lado del teléfono le había tomado por sorpresa, toda duda terminaría en ese momento — ¿Estas bien? ¿qué pasó contigo? ¿Por qué no vienes?

Namjoon ni si quiera pudo dejar que Seokjin pronunciara palabra alguna, aquel chico estaba tan nervioso que sus manos y piernas temblaban, una risilla salió de los labios de Kim Seokjin al percatarse de aquel estado tan tierno de Kim.

—¿Qué? ¿estás en casa? ¿acabas de llegar? — Namjoon se sorprendió aún más por aquella respuesta, el no saber totalmente la verdad le estaba carcomiendo el alma — ¿me dijiste? Yo, sigo esperando en la cafetería... ¿de verdad vendrás?

El Recuerdo del OlvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora