Secreto de un omega

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Su visión era borrosa no distinguía entre la realidad y la fantasía, cerro los ojos por un instante y después todo se volvió oscuro, para llevarse una sorpresa. El niño Valt Aoi lo tenía enfrente suyo con su carita roja, cubiertas de lágrimas y sudor, su cara era de excitación al verle sin ropa

– Shu – pronunció con voz agitada

Abrió los ojos y se encontró con el rostro de Wakiya encima de él, con el pecho descubierto y besandolo sin control. Su mente ya más despejada, pensó en una manera de parar con esto y no llegar más lejos. Empujó levemente a Wakiya, pero este a pesar de la agresividad de parte del albino, siguió besandolo por el cuello. Shu lo tomó del hombros para encararlo

– No te merezco Wakiya – le dijo en voz alta – yo no merezco tú cuerpo, tú mereces alguién que te valore – le dijo para forcejear con él – detente Wakiya – suplico – no quiero hacerlo contigo – con terror en sus palabras, como podía alejaba a Wakiya de él pero era inútil – Por favor, aléjate de mí

– Shu siempre fuiste así de provocativo – sedujo metiendo sus dedos en la boca del contrario. Shu se sonrojo por tal acto del rubio – me excita tenerte para mí, y que tu seas mi primera vez – saco sus dedos de su boca para bajar hasta su entrepierna – quiero sentir tú pene en mí – Shu estaba impactado e inmóvil que era como si estaba dispuesto hacer violado por su amigo omega

– ¡Alto! – decía mientras Wakiya seguía sus besos bajando hasta su pecho – no quiero hacerlo... – Shu se sentía mal por no hacer nada, ya que su cuerpo correspondía todo lo que aquel rubio le hacía. Con fuerza y valor grito lo suficientemente alto
para hacerlo parar – ¡ALTO! ¡NO QUIERO HACERLO CONTIGO! ¡TÚ NO ERES ÉL... – se calló por un momento en donde hubo un silencio incómodo. Shu sorprendido por su propias palabras – lo siento – con un sentimiento de culpa por ver la cara de Wakiya triste

– Escuché unos gritos y pensamos que alguién estaba en problemas – ambos chicos escucharon una voz que se aproximaba a ellos

– Shu Kurenai eres un imbécil – le insulto apartándose de él – si tú no quieres mi cuerpo, otro lo hará con gusto – camino hasta donde venía aquella voz

– ¿Alguién esta ahí? – cuando llegó fue sorprendido por aquel Omega rubio que se acercó a él para besarlo

Shu miraba como Wakiya besaba aquel chico desconocido, se levantó para detener a Wakiya pero este le apartó la mano para aferrarse al cuello del desconocido. Cuando llegó alguién más a la escena logrando ver y quedarse perplejo. Shu reconoció a la persona que llegó, corrió para pedir ayudar

– ¡Rantaro! – mencionó para ir a su lado – tienes que ayudar a Wakiya

– ¿Que esta pasando? – pregunto sin entender nada

– Wakiya esta en su ciclo de celo y beso aquel chico

– ¿Que? ¿Silas? El chico que esta besando Wakiya es Silas – aclaró cuando vio mejor – no te preocupes yo lo resolvere, Silas es un alfa por eso reaccionó de igual manera... Debo suponer que tú también reaccionaste igual, por tu vestimenta – le observó de pies a cabeza – ve a casa yo me encargo de ese par – aviso sonriendo para caminar decidido

– ¿Seguro? – pregunto dudoso

– Claro – sonrió – confía en mí, cuidare de Wakiya

Shu con duda se fue ahí lentamente pero al ver la escena por intentar separarlos se quedó más tranquilo. Ya que el beta les pegaba ambos en la cabeza mientras le echaba una botella de agua ambos

– ¡Alenjense par de enfermos! Por su culpa cuidare de ustedes como si fueran niños – decía mientras los separaba

Shu caminando a dirección a su casa con la mirada baja, recordando lo sucedido y sin sacarse la palabras que le dijo a Wakiya