Capítulo 11

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Por el camino decidí ir a casa de Aaron Carter. Necesitaba hablar con él seriamente. La noche se me iba echando encima para cuando llegaba a la casa de los Carter. Eran casi las nueve de la noche. Una vez en la puerta principal me abrió la hermana mayor de Aaron, quien se presentó como "BJ".

―¿Está Aaron en casa?

―Sí, en su cuarto. Sube. ―Me indicó después de las respectivas presentaciones.

Subí la enorme escalera que tenían en el hall y encontré fácilmente su cuarto. La puerta estaba entreabierta por lo que entré sin llamar. Lo encontré mirando por la ventana. Le llamé pero no pareció escucharme porque tenía los cascos de música puestos. Cerré entonces la puerta de un golpe y ahí ya me escuchó. Se giró hacia mí y se quitó los cascos.

―Hey, Sandra. ¿Ha pasado algo?

La verdad es que me quedé algo en shock en ese instante. No tendría que haber venido...

―Aaron, no... La verdad es que no pensaba que fueras así. Me has decepcionado ―dije intentando que ninguna lágrima escapara de mis ojos.

―¿Decepcionado? ¿En qué te he decepcionado? ―bajé la mirada pero él me agarró la barbilla suavemente para mirarnos a los ojos―. Por favor, dime qué he hecho. No entiendo nada.

―Eres un mentiroso, y un falso. No sé por qué pero pensaba que serías diferente. Has dado falsas esperanzas a Lindsay, tu vecina, quien está enamorada de ti plenamente y tú sigues con Hilary.

―Ya no ―contestó dejándose caer sobre su cama.

―¿Cómo? ―pregunté sin saber a qué se refería.

―Hilary ha estado aquí hace unos minutos. Hemos discutido y al final ha sido ella la que me ha dejado.

―¿Pues sabes lo que te digo? ―me crucé de brazos―. Que es lo que te mereces.

Y así tal cual me fui de allí dejándole sin palabras. Me sentí mal enseguida por ser tan ruda pero al mismo tiempo me sentía bien. Me entraron ganas de ir a casa de Hilary para cerciorarme de que era verdad lo que me había contado pero se me ocurrió una idea mejor. Natalia iba a pasar la noche con ella así que le mandé un mensaje. Seguro que Natalia se iba a enterar de todo. Al poco rato de llegar a casa leí la respuesta de Natalia.

Hey,

Sí, Hilary ha dejado a Aaron. Por lo visto es un cabrón y le ha puesto los cuernos con Lindsay. Fíjate, ese chico que tanto admirabas y mira lo que ha hecho. Todo para ti.

/Natalia

Decidí guardar el móvil en el bolsillo sin contestarle. Ya está. Quería dejar de pensar en el asunto. Me estaba poniendo de mal humor. La tía Rose nos llamó desde la cocina para cenar. Las hermanas Olsen bajaban la escalera que daba al ático exterior desde donde se podía ver el mar.

―Hey, contigo queríamos hablar ―dijo Ashley nada más verme.

―Es sobre tu hermana, Natalia ―añadió MK.

―¿Qué pasa con ella?

―Estamos preocupadas ―dijo Ashley mirando a su hermana gemela quien asintió―. No nos agrada mucho la idea de que pase la noche en casa de Hilary. No es de fiar.

―Nos hemos enterado de que lo ha dejado con Aaron, pero sabemos que hay gato encerrado. Queremos ir luego a hablar con Aaron. ¿Te vienes con nosotras? ―preguntó MK mientras bajábamos las escaleras hacia el comedor.

Dije que "vale" automáticamente sin saber la razón. No me apetecía demasiado, pero al mismo tiempo todo esto del "gato encerrado" me había picado la curiosidad. En el orfanato nunca pasaba nada interesante y aquí en este barrio habían pasado mil cosas en menos de veinticuatro horas.

Después de cenar, en menos de quince minutos, ya estábamos entrando al dormitorio de Aaron. Lo encontramos en su cama tumbado boca abajo. ¿Estaba llorando?

―¿Aaron? ¿Podemos hablar? ―preguntó Mary Kate con preocupación en la voz.

Ashley se sentó en la silla del escritorio, al lado de la cama. Agarró la mano de Aaron y éste, sentándose al filo de la cama, se pasó rápidamente la mano por las mejillas para secarse las lágrimas. Era la primera vez que lo veía llorar y me sentí fatal. No le pegaba nada.

―Aaron, queremos que sepas que no mereces estar así por Hilary.

―Además, venimos a contarte algo que necesitas saber ―añadió MK―. Hilary te ha estado utilizando todo este tiempo. Ella está pillada por otro chico y te ha utilizado para darle celos.

―¿Qué? ―arrugó Aaron la frente mirando a sus amigas, las Olsen―. ¿Cómo sé que es verdad?

Entonces Ashley le pasó su móvil para que leyera unos mensajes.

―¿Devon Sawa? ¿Está enamorada de Devon? Pero... ¿Cómo es que tienes estos mensajes?

―Sabes que Devon y yo somos buenos amigos ―contestó Ashley―. Nos conocemos desde pequeños y me cuenta todo. En esos mensajes dice claramente que Hilary le ha visitado varias veces y no para hablar exactamente. Ya me entiendes.

―Por eso no tienes que sentirte mal por haber estado confundido entre Lindsay y Hilary. Ella no tiene derecho a enfadarse contigo cuando ella misma te ha hecho lo mismo, o incluso peor ―comentó Mary Kate cada vez más enfadada.

―No puedo creerlo ―susurró Aaron, cabizbajo.

Tras un pequeño silencio decidí arriesgarme a hablar por primera vez desde que habíamos llegado al dormitorio de Aaron.

―Aaron, quiero pedirte perdón por haberte hablado mal antes.

―No te preocupes ―contestó con una media sonrisa―. Tampoco he sido un santo.

―Pero chicas, ¿por qué antes me habéis dicho que estáis preocupadas por Natalia?

―Porque resulta que Hilary también la está utilizando. ¿No veis que en menos de un día ya la tiene comiendo de su mano? No es la primera vez que maneja a alguien a su antojo ―explicó Ashley.

―Exacto. Dentro de nada le dirá que se mude con ella para echar así a Lindsay. Es un mal bicho esa Hilary ―dijo Mary Kate dando pequeñas vueltas de un lado a otro por el dormitorio.

―Pues deberíamos ir a por ella, ¿no creéis? ―pregunté sin más con ganas de más aventuras. Esto estaba empezando a parecer una telenovela de esas de las cuatro de la tarde. Las ponían todos los días en el orfanato. Finalmente, nos despedimos de Aaron y las tres nos fuimos a la casa vecina en busca de Natalia.

Kevin Zegers, compañero de alquiler de Lindsay e Hilary, fue quien nos recibió con una preciosa sonrisa. Era guapísimo este chico. Ashley le miraba embobada y con una sonrisa imposible de borrar. Los dos se quedaron hablando y fue entonces MK quien me agarró de la mano para seguirla hacia el piso superior. Llamó a la puerta del cuarto de Hilary.

―Hey, ¿qué hacéis aquí? ―preguntó Hilary nada más vernos.

―Venimos a hablar con Natalia. ¿Nos dejas? ―preguntó MK de forma determinada.

―Claro ―respondió Hilary encogiéndose de hombros y separándose de la puerta.

―A solas ―volvió a hablar Mary Kate.

Hilary sonrió falsamente y salió del dormitorio dejándonos pasar. Natalia llegó hasta nosotras y nos miró confundidas. Entre las dos le contamos todo lo que sabíamos de Hilary, y tanto mi prima como yo nos quedamos boquiabiertas ante la respuesta de Natalia.

―A mí Hilary me cae bien. No me ha hecho nada mal así que podéis estar tranquilas.

No podía creer lo cabezota que Natalia podía llegar a ser.

★★★

*Continuará...

Gracias por leerme, y por votar en la estrellita <3

Adoro leeros :D



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