Capítulo 10

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A los pocos minutos, Natalia nos encontró sentadas en un banco cercano a la casa de Aaron. Yo estaba de mala leche. No me hizo gracia que Aaron no me hubiera hablado de esa tal Hilary. No me apetecía seguir hablando del tema así que comencé a caminar alejándome de allí sin importar que Natalia exclamara mi nombre. Caminando lo que parecieron ser veinte minutos, llegué hasta un callejón sin salida. Me senté en el asfalto con pocas ganas de seguir caminando. Pensé en Aaron. ¿Debería hablar con él seriamente? ¿Y si le dijera lo que sentía por él? No, sería absurdo ahora mismo al haberle visto besarse con Hilary. Pero, ¿cambiaría algo si le dijera lo que siento? Podría valer la pena intentarlo...

Fue mientras pensaba que vi pasar a un chico que me llamó la atención. Salí del callejón y lo miré. Llevaba una caña de pescar, iba sin camisa y en bañador. Era rubio y alto, no llegué a verle la cara pero por alguna razón me apetecía seguirle. Lentamente y sin parecer una acosadora comencé a caminar tras él. No llevaba ni cinco minutos siguiendo al joven desconocido que de pronto se giró hacia mí parando en seco.

―Perdona, ¿me estás siguiendo?

<<Tierra trágame>>, pensé.

―No, vivo por aquí cerca ―contesté rápidamente improvisando.

―Yo también vivo aquí cerca pero nunca antes te he visto.

―Llegué hoy, me han adoptado.

―¿Quién? Seguramente los conozca. ―Sonrió y casi me desmayé. Tenía una bonita sonrisa.

―Rose y Leo Olsen.

―¿En serio? Vivimos en la misma calle entonces.

El joven había comenzado a caminar por lo que caminé a su lado mientras hablábamos. Al fin había hecho amistad. El chico se llamaba Devon Sawa. Era actor también, tenía dos años más que yo, o sea diecinueve. Era guapísimo, lo que hizo que en esos momentos olvidara a Aaron. Tras caminar cerca de quince minutos, nos separamos. Devon iba a pescar, pero yo debía volver a la casa y comer con mi nueva familia. Me despedí del chico y llegué hasta la casa de los Olsen. Aún me sonaba raro decir <<mi casa>>.

―Hola, primita ―saludó Ashley en cuanto me vio entrar―. ¿Tienes hambre? ―Señaló la mesa del comedor que ya estaba puesta con una ensalada enorme y pollo asado. Olía muy bien.

―Sí, estoy hambrienta la verdad. ¿Natalia y Mary-Kate no están? ―pregunté una vez nos sentamos a la mesa con tía Rose y tío Leo.

―Natalia ha llamado diciendo que le habían invitado a comer fuera. Parece que vais congeniando con los vecinos ―dijo tía Rose con una sonrisa en los labios.

―¿Con qué vecino ha quedado? ―pregunté, extrañada.

―Con Hilary y Kevin; su compañero de alquiler.

―Hmm... Hilary... ―susurré para mis adentros mientras pinchaba ensalada con mi tenedor.

―Por cierto, mi hermana me ha dicho que cuando termines de comer la pases a buscar. Está en casa de su novio Zac.

―¿Yo pasarla a buscar? ¿Para qué? ―Arrugé la frente.

―Ni idea ―se encogió de hombros Ashley―. Pero la casa de Zac está al final de nuestra calle, a la derecha.

Asentí y seguí comiendo pensando con curiosidad en lo que Mary-Kate querría de mí. Una vez terminamos de comer y ayudé a limpiar la cocina, subí a mi cuarto a cambiarme de ropa. Aun llevaba la misma con la que salí del orfanato esa mañana y me apetecía cambiar. Entonces Natalia entró por la puerta.

―Anda, al fin apareces por aquí ―comenté una vez cerró la puerta tras su espalda.

―Sí, he comido con Hilary, Kevin y Lindsay. Muy majos los tres.

―¿En serio Hilary te cae bien? ¿De qué habéis hablado? ―pregunté con curiosidad.

―De muchas cosas, y sí. Es maja.

―Si tú lo dices... A mí no me dio buena espina. ―Resoplé cambiándome la camiseta.

―Estás molesta porque está saliendo con Aaron.

―No estoy molesta. Me da igual con quién esté Aaron ―contesté demasiado rápido.

Natalia soltó una pequeña risita. La verdad no sabía bien lo que sentía por Hilary, pero la verdad no me apetecía hablar ni ver a la parejita.

―¿Por qué estás sacando el pijama del armario? ―pregunté arrugando la frente.

―Me han invitado a dormir en su casa así que he venido para recogerlo.

Mis ojos se abrieron como platos. ¿Tan amigos se habían hecho? Natalia tenía mucha labia pero ya pasando su primera noche en casa de unos desconocidos... Decidí no insistir. Era su vida y yo tenía la mía. Me despedí y salí hacia la casa del novio de Mary-Kate; el tal Zac Efron.

Llegué a la casa en menos de cinco minutos. Me abrió la misma Mary-Kate, a la que muchos por lo visto la llamaban <<MK>> para acortar. Me presentó oficialmente a Zac quien me dio un beso en la mejilla con una preciosa sonrisa en los labios. Era muy atractivo. Nos acomodamos en el sofá del comedor y comenzaron a contarme anécdotas divertidas. La verdad es que MK parecía estar siempre de buen humor y eso me gustaba. Me hacía reír y olvidar mis problemas. Por lo visto mi prima quería presentarme a su chico y pasar un rato juntos para irnos conociendo mejor.

Hablamos cerca de media hora cuando los padres de Zac entraron a la casa.

―La madrastra de Zac es Jane, la madre de Aaron ―me susurró MK al oído para recordarme aquel dato.

Sin saber la razón me puse algo nerviosa al saludarles.

―Bienvenida a Miami Beach ―dijo Jane Carter―. ¿Te está gustando?

―Sí, mejor que el orfanato ―dije sonriendo como una tonta sin saber bien qué contestar.

Menos mal que todos rieron ante mi respuesta. Esperaba no haber sonado estúpida. El padre de Zac, Bob Efron, sonrió dándome también la bienvenida. Se sentaron en los sillones libres y estuvimos hablando largo rato.

Habría pasado como hora y media desde que había llegado a casa de los Efron que mi prima y yo salíamos ya de la casa caminando por el barrio.

―¿Qué te parecen? Son majos todos, ¿verdad?

―La verdad es que sí. Zac también, buena elección de novio. ―Le guiñé un ojo con algo de envidia.

MK soltó una carcajada pero de pronto calló señalando hacia algún lugar.

―¿Esa de allí es Lindsay Lohan?

―¿La vecina de Aaron? ―pregunté para asegurarme de que hablábamos de la misma persona.

―Sí. Es ella me parece.

La joven pelirroja estaba en el césped de un parque tumbada. Parecía estar llorando. ¿Qué le pasaba a esa chica? Parecía estar viviendo en un drama. Sin más, nos dirigimos hasta ella.

―Lindsay, ¿estás bien? ―preguntó Mary-Kate.

La chica nos miró con tristeza en los ojos. Se levantó y abrazó a mi prima fuertemente. ¿Qué habría pasado? ¿Tendría que ver de nuevo con Aaron y Hilary? No nos hizo falta preguntar porque en cuanto pudo coger aire después de tanto sollozo, nos empezó a contar el problema. Por lo visto, ella estaba plenamente enamorada de Aaron. Éste le había dicho recientemente que había cortado su relación con Hilary. Lindsay había ido entonces a ver a Aaron, pero resulta que Aaron había mentido y no había cortado con Hilary. Había mentido y por poco encima le pone los cuernos a Hilary. ¿En serio Aaron era así de falso? No podía creerlo. Sin decir nada me despedí de ellas y me fui furiosa a casa.

★★★

*Continuará...

Aquí otro poquito de esta historia :)

Estoy quitando varias escenas porque como puse, es una historia muy antigua, y hay partes muy malas que no tienen sentido jajaja espero que no se note mucho, y la historia aun asi esté entretenida jiji Gracias por leerme! Se agradece mucho! 


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