AGUA Y SAL

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Amiel


Esto se sentía como una estaca en el maldito corazón, quería estar muerta solo asi podría olvidarme de Samael y su puto infierno; jamas imagine que el podría hacerme esto, que se deshiciera asi de mi. No podía culparlo del todo porque fui yo quien le falle aun asi no puedo evitar que duela. Ni si quiera el dolor que sentí cuando me quitaron sus alas fue tan grande a cuando escuche que se llevaría a Raquel todo este tiempo vivi engañada, el seguía amándola y solo estaba esperando verla de nuevo para a mi dejarme sin nada.

Maldita sea quisiera dejar de llorar, quisiera odiarlo, quisiera matarlo, quisiera... olvidarlo; de pronto recordé que los angeles podían hacernos olvidar y ahora estaba rodeada de muchos angeles.

- Amiel...- la voz estruendosa de Dios me saco de todos mis pensamientos tortuosos

- Si dime

- Deja de pensar tanto, sabes puedo escucharte y ningún angel te ayudara

- No deberías de estar tan seguro

- Lo estoy porque soy Dios y tienen prohibido apoyarte en cualquier cosa que pueda atentar contra tu vida

- Ah claro, se me olvidaba que para ti es importante mantenerme con vida solo asi tu palacio no se jode y yo que? Donde me dejas a mi, donde queda mi libre albedrio hasta hace unas horas lo tenia pero tu hijo predilecto decidio por mi y ahora tu lo haces, que clase de seres son. De Samael lo espero pero de ti, tu que te dices ser bueno...

- Te entiendo Amiel y creeme yo no tuve nada que ver en ese trato yo solo le pedi a Miguel lo necesitaremos y el merecia recuperar lo que su hermano le quito se que Miguel lo apoyara porque son hermanos y su lazo es irrompible para eso fueron creados para proteger sean como sean, incluso un demonio protege a su manera pero lo hace y Samael quería protegerte. Ahora mejor dime que hiciste para que el te trajera a este lugar. Lo se Amiel puedo verlo pero quiero escucharlo de ti solo asi podras sentirte mejor; bien ahora dilo

- Yo... yo-. Tome aire para poder continuar sentía que se me iba la vida solo de recordarlo.- yo cai en la trampa de Lilith y Samael nos vio en una situación comprometedora no se ni como logro Lilith que yo cayera y estoy muy arrepentida.- la garganta quemaba quería echarme a llorar de nuevo y tape mi rostro y las lagrimas caian

- Hija... mírame, no te avergüences fue un error el trabajo de Lilith es ese, engañar y tu fuiste su presa. Jamas crei decirlo pero Samael te ama tanto que prefiero tenerte lejos, lejos de ella el no te odia ni te aborrece, a pesar de ser un demonio su parte angelical se anclo a el y su amor por ti sigue viva. Yo se que el paso por un cambio ese dia que vino a verme es evidente no podía ocultarlo pero ambos seres viven ahora en el fue como una resurrección de Samael no se si me entiendas-. Solo asentí mientras trataba de limpiar mis lagrimas.- bien, esa batalla interna lo hizo traerte aquí; yo no necesito explicaciones para darme cuenta de lo que pasa con cada uno de mis hijos

- Pero se llevo a Raquel

- No es lo que tu crees, no puedo exlicarte el porque pero pronto lo sabras ahora descansa. No puedo hacer mucho por ti pero te dare algo que hara mejor tu estancia.

El padre de Samael se marcho y me dejo, hablar con el me dejo mejor, pero aun tenia dudas lo único que quería era estar en mi hogar con aquel demonio que me volvia loca, me daba vida. Era tan estúpida.

Las lagrimas querían salir, mi garganta quemaba. Ya era inútil todo lo que pudiera pensar para recuperar a Samael, para recuperar mi vida, me arrodille, cerre mis ojos y los recuerdos comenzaron a invadirme de nuevo. Quería ser mejor que esto.



Lucifer

Dejar ir a Amiel había sido lo mas doloroso que pude haber hecho en mi puta existencia, pero lo único que en mi mente era Lilith debía acabarla y alejar Amiel sabia que fue lo correcto. Tener junto a mi a Raquel se sentía extraño pero sabia que ella seria de mucha ayuda; papá había dicho que ella era una de las mejores guerreras que tenían, cerre mi ojos e intente invocar el recuerdo de Amiel y comencé a verla. Ahí estaba arrodilla con agua y sal brotando por sus ojos callendo por sus mejillas, el dolor crecia, un fuego comenzó a invadirme esta en llamas, sostenia a Raquel de la mano y deseaba que fuera Amiel.

Llegamos al infierno y le mostre el lugar a Raquel, había algo en su mirada y sabia que había accedido a venir solo por agradecimiento de lo que hice años atrás por ella, sabia que ya no me amaba y yo... yo tampoco a ella.

- Gracias por lo que hiciste por mi Samael-. Dijo un poco temerosa

- No hay nada que agradecer Raquel, yo era tu angel protector era mi trabajo

- Todos en el cielo saben lo que hiciste por esa humana. Fuiste demasiado lejos esta vez y muy arriesgado

- Si bueno, ella no era solo una humana. Además ella tomo una decisión y se respeto

- Se respeto? Al parecer tu ya no, vine porque se todo esta en peligro por una demonio muy poderosa y no quiero perder mi hogar

- Y te agradezco que estes aquí

- Samael como te dije te agradezco lo que hiciste cuando Rael estaba tras de mi, pero tu y yo hemos cambiado y la humana piensa que me elegiste sobre ella y también sabras que tu padre no le dira nada. Estas dispuesto a cargar con las consecuencias

- Raquel, no tengo de otra lo pensé y sobre pensé tenerla lejos de aquí es lo mejor

- Mírame.- dijo ella.-te conozco Samael que te hizo ella? Que paso para que tu decidieras todo esto, para ponerte en esta posición. Podría venderte mi alma pero jamas la hubieras dejado ir de aquí, de tu lado. Yo estuve en los brazos de Rael y me apuñalo pero tu mirada es algo que no olvido se que cuando tu amas puedes dar lo que sea y tanto asi que estas en este lugar por ella... asi que dime necesito saberlo para poder ayudarte con esa demonio.

- Amiel estuvo con Lilith, ella me traiciono con ella y me duele, me duele tener que admitir que ella a quien amo me metio una daga, me mato Raquel si la tengo aquí se que podría lastimarla

- Y aun asi lo hiciste Samael, le quitaste tus alas. Aun asi la lastimaste

- Pudo haber sido peor

- Para ella no habrá algo peor que eso-. Una lagrima rodo por mi mejilla, me sente en la orilla de aquella silla en la habitación de Raquel sintiéndome vulnerable.- Samael te ayudare yo se quien eres no necesito que nadie me cuente de ti, se que aun tienes esa parte angelical-. Poso sus labios en mi mejilla, un beso que te sabe a paz, a que todo estará bien

- Gracias por haber aceptado ayudarme aquí, se que no es el mejor lugar y que estas acostumbrada al cielo, pero te prometo que nadie te hara daño, este lugar no es tan malo como muchos piensan

- Si algo escuche acerca de este lugar, que desde que tu estas en el trono de fuego este lugar podría asemejarse al cielo, lo llaman el cielo rojo

- Tu lo has dicho Raquel tengo una parte angelical-. Me marche sin dejar de pensar en las palabras de Raquel, Amiel se sentía traicionada, sabia como se sentía por que pude verla, porque había un lazo que nos unia pero tenia la esperanza de que algún dia ella seria libre, libre de este infierno, libre de este demonio, libre de mi padre.  

Trono de fuegoWhere stories live. Discover now