Trono de fuego

BESO DE FE

Lucifer

Fui al único lugar donde podría ser un demonio, la música sonaba por afuera de la puerta, la abrieron para mí y entre, lleno de humo, de fuego, de humanos, de demonios divirtiéndose; humanas guiñándome un ojo intentado acercarse y lo único que quería era olvidarle, olvidar que había hecho un trato con mi padre y que ahora deseaba quemarme, arder en llamas para sacarla de este infierno que se la terminaría por consumir, un infierno que crearía para ella implorándome perdón. De pronto me sentía más como ese ser oscuro que deseaba tenerla en mis manos castigándola, haciéndola sufrir y pague el dolor que me está provocando; a lo lejos veo a una humana su cabello rubio hasta la cintura, sus ojos castaños reflejan las llamas del lugar, una copa de un líquido rojo sostenido en su mano y en la otra un cigarrillo, era ella, ella sería mi víctima. Me fui acercando llevaba conmigo el tridente y abrí mis largas e imponentes alas negras

- Quieres divertirte-. Le dije a la rubia y ella asintió; la lleve al fondo del lugar en donde estaba mi trono, ese trono de fuego y que muy en el fondo me gustaba, la senté en mis piernas y comencé acariciarla mientras ella bebía ese líquido rojo, le quite la copa y se la di a uno de mis demonios para que le sirvieran más del líquido, ella apretó sus labios y la mire a los ojos, era todo lo contrario a Amiel volví a bajar mi mirada a sus labios y le sonreí enseguida tome su rostro con una de mis manos y la acerque a mí para besarla, sus labios quemaban y ese sabor al líquido rojo me inundo, el beso se fue intensificando hasta que la tuve por completo frente a mí, se movía muy bien y sabía que debía sacarla de ahí, la llevaba cargando y me abrí paso entre la gente y los demonios; salimos y la lleve a una de las habitaciones la fui despojando de su ropa, la recargue e una de las paredes y me adentre en ella sin ningún tipo de calma necesitaba quitarme estas ganas y este dolor fui cada vez más rápido hasta que mis alas se extendieron ella solo arañaba algunas partes de mi espalda se sentía tan bien, esto era la lujuria lo que quería evitar con Amiel, la baje y la puse de espaldas la tome por el cabello sabía que no estaba siendo nada delicado la tome por el cuello deseaba castigarla por lo que Amiel había hecho

- Te portaste muy mal-. Le decía al oído y ella asentía

- Deberías castigarme por ser tan mala

- Es lo que haré en estos momentos-. Pare y salí de su centro la recosté en la cama y la amarre tome mi tridente y la fui acariciando con este, ella se excitaba mas

- Quiero sentirte de nuevo dentro de mí-. Decía con una sonrisa perversa. La tome y volví adentrarme en ella comencé a pegarle y ella gritaba sabía que ya no lo disfrutaba era solo una víctima de mi dolor, lo hacía cada vez más fuerte hasta que sentí correr sangre por mis piernas, termine y Salí de entre sus piernas; ella lloraba poco me importo, la tome y la saque de aquella habitación.

Esta sensación no me estaba gustando, no entendía pero sabía que esa parte angelical deseaba salir y dolía, calaba en cada parte de mi cuerpo, era frio y caliente al mismo tiempo no sabía que hacer me tire al piso y solo lo deje fluir, era una lucha y sabía que solo ganaría uno. Pero jamás imagine que ambas partes deseaban quedarse, me levante y me mire al espejo uno de mis ojos era color azul y el otro negro como la noche.

<<Que mierda me ha pasado>>

Amiel

Salí a buscar a Samael quería hablar con él aunque él no lo deseara, lo vi entrar a aquel lugar donde todas las almas estaban, espere un poco y entre lo vi en medio del lugar viendo a una humana de cabello rubio y él se fue acercando a ella y extendió sus alas la llevo al trono y la sentó en el; no daba crédito a lo que estaba viendo porque Samael se vengaría de esta manera, el llanto se apodero de mí y salí corriendo, me fui a la habitación deshecha pero no podía culparlo yo la había cagado por completo con él y sus palabras volvían a mí, tenía razón él había dado todo por mí, él había aceptado un destierro solo para salvarme, solo por haberse enamorado de mí y yo, yo había sido una hija de puta en estos momentos. Necesitaba buscar a Lilith así que fu a su lugar