DIEZ MIL A LA DIESTRA

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Lucifer



Todo comenzo a ser mas claro para mi, sabia que debía hacer para salvar a Amiel, si el infierno caia lo aceptaría si yo tendría que dejar de existir lo haría con la única intención de salvar la vida de Amiel, salvaría el cielo solo asi la tierra seguiría existiendo, seria lo que es y Amiel podría ser lo que fue antes de mi, antes de que me eligiera

- Llama a Raquel la necesito aquí.- le pedi Adriel

- En que te puedo ayudar

- He tomado la decisión de seguir con lo que le prometi a papá

- Pero Lucifer.- me interrumpe Adriel

- Necesito que entiendan que todo esto lo hago por Amiel, se que me odiaran pero estoy dispuesto a perder este lugar con tal de que la tierra este a salvo para que ella viva bien

- Que tiene la humana que yo no tuve? – dice Raquel sin esperar escuchar aquellas palabras-. Porque ella si merece que des la vida, sabes vine aquí con una esperanza de que aun me amaras como dijiste que me amabas crees que hubiera aceptado esto si tu no estuvieras aquí

- Raquel... yo no sabia

- Que no sabias Samael? Que vivía en el cielo, tu padre me dijo que tu no quisiste verme nunca

- Todos los días estuve en tu lugar de reposo y por lo visto mi padre siempre acomoda las cosas a su conveniencia. Yo por ti deje de ser arcángel Raquel, todos los días estuve ahí porque papá dijo que no serias una mariposa yo te habría esperado

- Y llego ella...

- Raquel lo siento yo no sabia

- Ya déjalo ser Samael ya estoy aquí asi que te ayudare de todos modos

- Gracias Raquel

Una vez mas estaba ahí haciendo una estrategia para poder salvar a Amiel salvar la tierra, salvar el cielo y salvar el infierno de ser posible, tuve el apoyo de cada demonio del lugar no sabia en que momento se me aparecería Lilith pero no me agarraría con la guardia abajo , esta vez no.

Los días eran lentos, tortuosos, pero aun asi mi ejercito crecia eran diez mil a mi diestra, estaba decidido a dar la vida, dar mi hogar solo para la salvación de un ser, el ser mas hermoso que mis ojos pudieron ver, ella era un universo, era el universo de aquellos ojos azules, sabia que me estaba echando una soga al cuello pero por ella podría morir mil vidas, por ella di las alas mas hermosas que Dios pudo crear para un angel, por ella di mi luz, por ella estoy dando mi oscuridad y todo esto vale la pena, vale la vida, solo para escuchar el palpitar de su corazón al compas de las estrellas.

Tenia una sola oportunidad, estaba esperando la aparición de Lilith que sabia seria en cualquier momento, sabia que algo grande estaría preparando pero ella no llegaría a Amiel la unica menera seria cortando mi cabeza y las llamas del infierno no se consumirían, tenia mil maneras de salvar la vida de la nefilim.




Amiel

Los días con Uriel era muy productivos, cada dia había algo mejor por hacer, un nuevo poder, una nueva estrategia, era cada dia mas consciente del poder que iba adquiriendo pero aun asi no estaba segura de que tanto podría alcanzar, sabia que en cualquier momento sonarian las trompetas del cielo, tenia miedo, tenia miedo de Lilith y lo que pudiera hacer y al mismo tiempo tenia miedo de mi, de lo que ahora era.

Ahí estaba Samael, siendo traspasado por una espada, esa espada ya la había visto, era la espada de Rael, estaban volando; Samael con sus impresionantes alas blancas, sus ojos azules se cerraban al sentir la espada en su pecho, mis lagrimas eran ríos de agua dorada, como el oro liquido caian en mis manos y ahí se convertian en algo y con eso podía derrotar a Rael. Samael bañado en sangre, inconsciente sobre el una luna de fuego, en mis brazos recitaba unas palabras en latin, no las entendia, mi pecho quemaba el angel iba perdiendo su luz, un cielo negro sobre mi y aparecia ella, veía como se lo llevaba yo gritaba no había nadie mas, Samael ya no estaba mas.

Me desperté de golpe, estaba sudando frio, yo no quería que Samael muriera y no quería estar en esta situación, dolia, dolia saber que estábamos lejos que no sabia que era lo que el planeaba y el no deseaba verme. Las lagrimas comenzaban a brotar, sentía como mi pecho se oprimia en cada sollozo, hoy creía en Dios, en que el padre de Samael haría algo para quitar mi dolor, ya no quería estar mas enamorada de aquel demonio si el no quería saber de mi si el ya no me amaba igual. De pronto sentí una presencia, era el padre de Samael.

- Amiel, hay cosas que aun no entiendes, pero que debes dejar ir, el amor es asi, por eso los angeles no deben... no debían enamorarse, el amor te hace muy fuerte, pero cuando lo pierdes eres débil y donde quedarían mis angeles si sufren una perdida como la tuya. El te ama se que lo hace y por ese mismo amor que te profesa el te trajo aquí

- No es asi, deberías de ver como me mira, ya no hay amor en sus ojos

- Lo he visto mas de la cuenta, aun cuando el es un demonio se lo que hace, se lo que piensa, se lo que siente, cuando lo mande cuidarte sabia que el se iba a enamorar de ti y no es para menos, eres un hermoso ser, tu le diste motivos para pelear, el se encontraba perdido y contigo encontró su camino, yo no quería perderlo es el mejor de los angeles y se conviertio en el mejor de los demonios y aun asi lo amo. El amor que el siente por ti es muy diferente al de los humanos Amiel, su amor va mas ala de la vida, de la muerte, de lo que es, tan solo míralo tu a el, el ya no es lo mismo tu le diste ese descotrol el no sabe que hacer por eso se aleja cada que puede.

- Quitame esto que siento por favor...

- Si lo hago Amiel, dejaras de ser quien eres se que te duele, pero aprende a vivir con ello.

El padre de Samael se levanto y me dejo ahí pensando, pensando en cada una de sus palabras, yo amaba a Samael y era cierto que no entendia su amor y el amor es asi dejar ir cuando se tiene que hacer aunque duela, aunque desgarre...




Lucifer


Vivir con este peso, de saber que no confie en Amiel es una tortura, solo deseaba tener frente a mi a Lilith y entonces arrancarle yo mismo la cabeza, haría lo que le hice a Rael sin piedad, sin misericordia, yo ya no era un angel, no era un cobarde, yo era Lucifer, el rey, quien gobernaba en el infierno y levantaría el mismo infierno solo para darle vida a la mujer a la que amaba, Amiel viviría, ella tendría la vida que merece y yo se la iba a dar, yo le iba a dar ese regalo.

- Deberías dejar esa arrogancia a un lado, dijo Lilith

- Debería? Solo te recuerdo que este es mi hogar, yo levante este infierno

- Es eso a lo que me refiero Lucifer... tu no levantaste nada, fui yo, fue lafarc junto conmigo asi que este es mi lugar y vengo a echarte fuera de aquí

- Creo que las serpientes de tus ojos ya no te dejan ver con claridad, tus juegos baratos se acabaron Lilith y si estas aquí es por algo

- Claro que es por algo, para arrancarte el corazón y una vez que lo haga entonces ire por ella y todo lo que existe dejara de existir y toda rodilla se doblara ante mi presencia, lastima que no estaras para verlo, pero te prometo que Amiel no sufrirá como tu lo haras

Un ejercito de demonios se fue acercando, este era el momento por el que tanto espere. Alguien venia en el fondo caminado con una espada desenvainada, un ser negro, alas enormes, se escuchaban cadenas. Todos los demonios de Lilith se fueron deteniendo, excepto ese ser, el se iba abriendo espacio entre todos, no sabia quien era, de pronto Adriel y Abdiel estaban junto a mi con todo mi ejercito detrás de mi.

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⏰ Last updated: May 04, 2021 ⏰

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