LAS LLAMAS DEL INFIERNO

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Lucifer

Necesitaba enfrentar a Lilith, necesitaba verla mas de cerca y para ello me vali de una protección para asi evitar ser engañado por ella, esto era un comienzo en la guerra que se avecinaba Adriel fue quien me acompaño necesitaba alguien que la conociera y el era quien mejor lo conocía de aquí

- Estas seguro de esto Lucifer?- dijo el demonio que iba junto a mi

- Necesitamos hacerlo, ella sabe que Amiel ya no esta aquí y ella debe creer que tiene una ventaja sobre nosotros

- Crees que ese amuleto sirva?

- Eso espero- suspiro creyendo en que todo esto saldrá bien, eso creía

Este lugar algo tenia, era mas oscuro que el infierno donde nosotros habitábamos, parecía eterno llegar a ella.

Hasta que estuve ahí de pie frente a ella

- Vaya, es el angel valiente-. Dijo ironica

- Dejémonos de cosas, vengo hablar contigo

- Si es sobre Amiel, déjame decirte que folla increíble ahora entiendo porque estas aquí-. Paso su lengua por sus labios y solo el recordar ese momento me llenaba de furia

- Eso ya no es asunto mio, solo vengo a decirte que te dejare el camino libre al cielo

- No soy estúpida Lucifer, se muy bien que mientes, ese es tu trabajo, engañar; solo que estas olvidando o mas bien no tienes ni idea de quien soy yo

- Si eso no me interesa, solo quiero mantener a salvo mi hogar

- Déjame decirte Lucifer que en eso también te equivocas-. Se paro frente a mi, sus ojos llenos de serpientes eran impresionantes, era como ver una luna roja en ellos rodeada de serpientes y ahí estaba clavada mi mirada queriendo engañarme.- este lugar me pertenece a mi yo lo cree asi que no me vengas con ese tipo de discursos y creeme no lo destruiré porque cuando mate a tu amada este lugar será lo único que quede

La mire y sabia que esto era un reto, pero a mi ella no me vencería, ella no seria la afortunada que lo hiciera. Nos marchamos de ahí.




Lilith

Había muy pocos que me conocían en realidad, uno de ellos era Adriel y sabia muy bien que le era fiel a Samael el le otorgo lo que Rael ni yo quisimos darle. Lo que no sabia es que soy creadora de demonios, asi como Dios crea angeles yo aprendi hacer demonios sin tener que recurrir a los desterrados y aquí estaba invocando un ejercito para tener en mis manos a esa nefilim que se me escapo hace años. De no ser por Samael ahora mismo tendría todo aquello que desee desde que Dios me dejo en el eden sola. Desde ese dia soy lo que soy, todo esto se lo debo a Dios y ni El sabe de todo el poder que tengo para asi destruir la tierra, para destruir el cielo , para hacer de todo esto mio, solo mio y Samael seria mi esclavo. Solo necesitaba llegar a ella y no creía en esa historia barata de Samael vino a decir.

Lo que ni el ni nadie se espera es lo que tengo debajo de mis manos, yo Lilith soy la reina de los demonios, soy reina de brujas y yo traeré de vuelta a ese ser ladron de sueños, ladron de almas; el que por mucho tiempo me fue fiel porque sabia que conmigo tendría absolutamente todo a sus pies, Rael regresaría como lo que se fue y aun mas poderoso de lo que llego a ser. Le arrancaría las alas a Samael, destruiría lo que ha logrado solo con tronar los dedos y eso es algo que espero con ansias.



Lucifer

Tenia claras algunas ideas de lo que debía hacer, tenia que permitir de Lilith llegara al cielo para poder salvar a Amiel, no podía darle guerra a Lilith aquí tenia que sacarla del infierno, no estaba dispuesto a perder lo que podría necesitar alla arriba. Sabia que ella no confiaba en mi y yo mucho menos en ella que se hace llamar creadora de demonios. Estaba harto, sentía como alguien apretara mi cuello y me dejaba sin aliento poco a poco, esto era una tortura y aun asi estaba aquí ideando mas de la cuenta, unas veces si no es que la mayoría eran planes estúpidos. Lo único que tenia claro era cuidar mi hogar y darle a Amiel la libertad que merecia.

Este lugar estaba en llamas podía verlo arder y deseaba mas, deseaba que las llamas del infierno llegaran al cielo, que me hicieran llegar a ella y poder rosar sus labios, ver sus ojos; llegue al puente de Azrael y desde ahí vi esa luz del cielo y me la imaginaba, en que estaría haciendo, en si me odia por abandonarla, aunque yo desee hacerlo no puedo. Cierro mis ojos y lleno mis pulmones de algo que no se que es pero quema, duele, tiñe mis ojos y entonces vuelo, vuelo tan rápido y dejo a Azrael ahí sin saber que es lo que hare, ni yo lo se pero aquí estoy parado frente a las puertas del cielo y me arrodillo ahí en espera de redención, queriendo cambiar lo que le hice, las lagrimas brotan y no tengo ni puta idea del por que y mientras mas salen mas duele mas deseo terminar con esto

- Debemos ir a casa.- dice Abdiel detrás de mi y no supe ni en que momento llego aquí por mi

- No quiero Abdiel

- Samael... no entiendo pero si no piensas las cosas todo se ira a la mierda, si no haces las cosas como debes ella va a morir y nosotros junto con ella. Entiendelo de una maldita vez si la amas cuidala y deja de hacer el ridículo

- Exacto Abdiel no lo entiendes.- digo mientras me limpio las lagrimas

- El que no entiende eres tu, esa maldita perra se saldrá con la suya si tu no reuerdas lo que eres, quien eres

- Y quien soy, mírame maldita sea Abdiel, ya no soy Samael ya no soy Lucifer

- Eres ambos, porque no lo entiendes, porque no lo ves como una ventaja

- Solo se el preciso momento en el que me perdi, no tengo ni puta idea de que hacer mis pensamientos no me ayudan

- Y porque no te acercas a tus hermanos, nosotros te apoyaremos, solo a ti; Adriel te ha demostrado lealtad y no por lo que le has dado si no porque realmente confía en ti y todos alla abajo lo hacemos, nunca cuestionamos tus decisiones y no lo haremos solo dejanos ayudarte y guiar tus ideas en la direccion correcta.- asiento y nos marchamos de este lugar para regresar al infierno, a mi hogar.

Trono de fuegoWhere stories live. Discover now