III

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Solo nos seguíamos besando, nuestras gotas de sudor se fusionaban con la saliva de ambos al caer en la punta del lava manos.
No podía dejar de meter mis dedos un poco más, se sentía perfectamente caliente y a la vez apretado, solo estaba haciendo un poco más fácil todo, después de un rato de unos jadeos perfectos saque mis dedos, ella solo hiperventilaba todavía tenia sed de más, yo solo procedí a lamer mis dedos.

Ella al ver esa acción retorció un poco su cuello, era perfecto ver como mis acciones la mojaba a tal punto en que tragar sus fluidos se convertiría en algo cotidiano.

Me base un poco en besar su cuello y tocar sus pezones los cuales se veían muy duros desde afuera de su camiseta, solo pensé en meter mi mano un poco dentro de su camisa y llegue a tocar ese punto perfecto en el medio de sus pechos, solo desabroche su brasier y subí su camiseta. Baje drásticamente de su cuello a sus lindos pezones, no podía dejar de morderlos levemente y girarlos un poco a la izquierda lo que producía hermosos gemidos.

Era el momento para ambos, baje mi pantalón y dije: 

--- ¿Lista?

Sin pensarlo vi su rostro con sus hermosos ojos llorosos a pocos minutos de un perfecto orgasmo. Tome su quijada y solo mordí sus labios, sin dudar creo que los rompí, sentí ese rico sabor a metal...

Sólo pose la cabeza de mi pene en sus labios vaginales y escuche su primer jadeo con deseo. Y ya solo nos quedaba drenar el placer y deseo que nos generaba el otro.


Liberalismo© (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora