Liberalismo© (+21)

VI

Bajo del coche y solo corrió a entrar a mi casa, lo último que recuedo fue un grito bastante agudo diciendo:

~¡Encuentrame!

Sonreí, cerré con seguro la puerta y procedí a quitar mi corbata y saco, solo quedaba con una camisa blanca y mis pantalones de color negro.

Sin embargo si se escondía bien sería difícil encontrarla, esta casa tiene 5 habitaciones, una sala de estar bastante amplia, 3 baños y una zona de piscina...

Pensé unos minutos y solo decidí cortar la luz, sin embargo sabia que habrían algunas luces que no se apagarían ya que la electricidad de la sala y las piscinas eran otro circuito, sin contar las luces de propia luz de la piscina.

Empecé a caminar lentamente sin hacer mucho ruido, solo quería despejar la casa por partes así que... Preferí ir primero por las habitaciones, sentía cada ves mi respiración ser mas pesada y mis latidos mucho más rápido sin olvidar que este juego de "caza" me excitaba tanto como a ella.

¿Hola? --pregunte al entrar a la primera habitación, como era de esperarse, no tenia respuestas algunas y solo pensaba

~¿donde estas Baby?

Vacíe la habitación y no la encontré, y en un momento repentino escuche a lo lejos unos pasos agitados corriendo hacia la cocina, en ese momento solo deseaba encontrarla.

Corrí directo a donde escuchaba los pasos y vi un hermoso brasier negro en el piso, más adelante encontré sus bragas, estaban húmedas y desprendían un olor a sus fluidos muy embriagante, muy llamativo para mi, sinceramente.. Corrí hacia donde seguía el resto de ropa, lo cual me llevaría a la parte donde estaban las piscinas.

¡Fácil ¿no?! Me encontraste porque te di pistas... --dijo eso mientras ya no tenia ni su camisa y falda, sólo estaba allí fusionada con el agua y color de las luces de la piscina.

Quite mi camisa y solo entre al agua, me acerque lo más lento y excitante posible. Y solo apreciaba los cortos momentos de luz para ver su cuerpo, sus curvas eran perfectas y su rostro era algo que nunca podré olvidar.

Besarle era algo que se convertía en un vicio tan desgraciado e impresionante. El olor de su cuerpo, su perfume creo. El pasar mis manos su cintura, apretar su cuerpo contra el mio desde su espalda. Cada acción, cada momento a su lado era minuciosamente perfecto. El roce entre ambos es algo que nunca pasará de moda. Aunque haya sido leve a la final de cuentas. 

 ~Esto no es todo, bebé..!- Dije brutalmente.- 

Jale su cabello, y la voltee contra el borde de la piscina, haciendo que su cuerpo quedara contra el piso de afuera de la piscina, tome sus brazos y los até fuertemente con unas pequeñas esposas, de color rosa.