La joven se levantó de la cama, despacio. Todavía dolía, tanto física como psicológicamente, todo lo ocurrido. Un escalofrío la recorrió de arriba a abajo. Adormilada, tapó su delgado cuerpo con una bata y caminó hasta el gran ventanal que daba al centro de Beldamar.
Un mes después de la presunta muerte de Adriano, cuyo cuerpo no había sido todavía encontrado, el país entero flotaba en una nube de alegría mezclada con incertidumbre. Habían sido liberados del yugo de un gobernante despota, pero nadie sabía cómo ni quién se había encargado de ello. Nadie que encajara con la descripción de simple ciudadano, al menos.
Ella por su parte, conocía a la perfección todos y cada uno de los detalles de la caída de aquel hombre. Había perdido mucho por su culpa, principalmente amigos o compañeros, y si no se confirmaba su deceso podría perder aún más en el momento menos pensado.
Y a pesar de todo ello, se sentía liberada. Era una sensación extraña. Se sentía ligera por no tener que mirar tras ella a cada momento y por ver a los vedonios felices, pero también notaba un gran peso. Su gran enemigo estaba desaparecido, y sin maquiavélicos experimentos y planes que desbaratar no tenía motivo de existencia. O por lo menos le era desconocido.
Además, como si todo eso no fuera bastante, todavía necesitaba inyectarse vedonita líquida a través del collar implantado en su cuello para sobrevivir y, para su desencanto, algunas personas cercanas y funcionarios importantes que sabían quién era y lo que había hecho, la presionaban desde el día en que recobró la consciencia para que ocupase el cargo de Adriano y guiara a su pequeña nación hacia un futuro próspero en el que nadie volviera a sufrir como durante todos esos años.
Apoyó la cabeza en el cristal y suspiró. Ojalá no hubiera ocurrido nada de eso. Nada.
—La mayoría no lo sabe, algunos cargos importantes se lo imaginan y unos pocos marginados son perfectamente conscientes de lo que ha pasado —se rio Nikola al entrar en la habitación—. Y aún así, todos se sienten agradecidos por una cosa o por otra.
—No sigas insistiendo. No ocuparé su lugar —dijo ella con dureza—. Que se convoquen elecciones.
—Hay gente desagradable que se aprovechará de eso.
Le miró con sus ojos azules, impenetrables y llenos de fortaleza.
—Pues asegurémonos de que no ocurra. Pero desde abajo.
Blue presionó el brazalete de su muñeca y al momento estuvo ataviada con su nuevo traje de superheroína, hecho por Max y Shana Dawson, quiénes, a pesar de tener aún problemas de confianza, la habían perdonado por ocultar una información tan importante como que Gran Adriano era su padre.
No gobernaría Vedonia, pero velaría por todos sus habitantes desde las sombras y el anonimato, durase este lo que durase. Tenía compañeros, amigos y personas como ella que le eran desconocidas pero que, con suerte, querrían ayudar al bien común.
Y lo haría siendo aquello que ella había decidido ser.
Blue Shadow.
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Blue Shadow •[TERMINADA]•
Ciencia FicciónESTA HISTORIA ES LA VERSIÓN RESUMIDA DE MI OTRA HISTORIA "BLUE SHADOW: VA", POR LO CUÁL CONTIENE SPOILERS. ESTA LA HICE PARA UN DESAFÍO Y ES SÓLO LA BASE DE LA OTRA. RECONOCIENDO LEERLA DESPUÉS DE "BLUE SHADOW: VA", QUE ESTÁ CASI TERMINADA Y TIENE M...