-No mientas, sé que tú eres mi madre -dice alterada Sarada.
-Sarada, cariño, debes de tranquilizarte. No sé de que estas hablando, yo nunca he tenido hijos -intenta acercarse la mujer a la que le esta gritando Sarada, pero ella se aleja.
-¡No te me...
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Cuando llegamos al apartamento Sasori-kun estaba muy cansado, es un viaje de 15 horas y apenas puso un pie se fue para el sofá a descansar, mientras que yo fui hasta la cocina para prepararle algo de comer, pero él me llamo y fui hasta donde está, me sorprendió al ver que tenía el saco de Sasuke-kun en sus manos se me había olvidado eso.
—Mi muñequita de quien es este saco –lo sostiene en las manos y pregunta serio–.
—Sasori-kun ese saco es de Sasuke, ayer estuvo aquí para recoger a Sarada la pasamos un rato y ella se durmió, él se había quitado el saco para abrigarla y por lo visto lo dejo, no me había dado de cuenta –dice normal–.
—Tendrías que guardarla y devolverla cuando vuelva o yo mismo se la llevare –la deja a un lado– y como has estado –camina con ella hasta la cocina–.
—Creo que la guardare y se la entregare la próxima vez que venga... bien nada de qué preocuparse, hace como un mes que llego Temari –dice feliz–.
—Temari está aquí –se sorprende– eso es nuevo, hace mucho que no he hablado con Shikamaru y como ha estado.
—Bien hemos hablado mucho y también ha convivido mucho con Sarada, de igual manera que con Ino y Karin, somos las cinco mujeres con nuestros hijos –dice con una sonrisa–.
—Me alegra que tengas a tus amigas aquí contigo, además de eso que la hija de Sasuke te tenga un gran cariño, cada vez que te dejo sola me preocupada porque te dejaba mucho tiempo sola, pero menos mal que no y así puedo estar más tranquilo y también al saber que Sasuke te ha cuidado muy bien.
—Si... y ahora dime como te fue en las empresas, como supiste que era ella la culpable –deja el sándwich en la mesa–.
—Gracias –lo toma y le da una mordida– ella misma se hizo caer sola, como no sabía que tú eras dueña del 40% de las acciones y había falsificado mi firma para hacer esos giros con el único detalle que para hacer esa consignación necesitaba la firma de los dos socios mayoristas y no sabía la tuya, así que con los abogados nos hicimos los tontos y cayo –dice con una sonrisa feliz–.
—Que bien, me alegra que por fin se acabara eso, entonces ahora podrás hacer la sociedad con Sasuke no... –dice temerosa–.
—No se... estoy muy dudoso tú qué opinas –lo ve fijamente–.
—Yo digo que deberías de hacerlo, he averiguado muy bien y Naruto también me ha hablado y han sido los mejores durante cinco años consecutivos en la industria del mercado, sus carros y accesorios son los mejores en este país.
—Por eso me gustas escuchar tu opinión mi muñequita, eso haré firmare con Sasuke la sociedad... sabes qué significa esto –le sonríe–.
—No me digas que quieres celebrar.
—Si... que tiene de malo mañana es sábado y no tienes que madrugar, yo no tengo nada que hacer así que celebremos –se levanta y va a buscar a la barra el coñac y sirve dos copas– brindemos por nosotros, por todos estos años que hemos estado juntos, también porque al fin descubrimos quien era la rata que me quería robar, también porque eres muy feliz y por último la sociedad que haré con Sasuke –chocan sus copan–.
