-No mientas, sé que tú eres mi madre -dice alterada Sarada.
-Sarada, cariño, debes de tranquilizarte. No sé de que estas hablando, yo nunca he tenido hijos -intenta acercarse la mujer a la que le esta gritando Sarada, pero ella se aleja.
-¡No te me...
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—Maldita... –se escucha un disparo y se quedan mirando fijamente– Ho-Hotaru... –ve como cae por las escaleras y escucha otro disparo–.
Todavía no sé cómo pude reaccionar después de que ella se disparó, en el forcejeo que tuvimos yo le tenía sujeta la mano mientras que con la con otra me defendía de los golpes que me estaba propinando, estaba tan cegado por la ira que solo quería quitarle el arma y someterla, pero solo reaccione hasta que escuche el sonido del disparo y nos quedamos viéndonos fijamente, por un momento pensé que me había dado a mí, pero no fue así lo único que hice fue soltarla y vi como caía de espaldas por las escaleras y dio una vuelta hasta que volví a escuchar otro disparo y me quede quieto como una piedra hasta que llego al final de las escaleras y vi mucha sangre salir, baje con cuidado las escaleras hasta llegar donde estaba su cuerpo, le tome el pulso temblando y me di de cuenta que todavía lo tenía, estaba muy mal que llame a Naruto para que me ayudara.
EN LA LLAMADA
—Naruto... necesito que te vengas rápido a mi casa y que llames a la policía y una ambulancia...
—Pero que paso... estás bien...
—Hotaru quiso matarme se disparó ella sola y cayo por las escaleras por favor necesito que vengas rápido, pero antes debes que pasar por mi oficina y recoger unas carpetas que están ahí con una USB –suelta un suspiro– necesito ir por Sarada que su vida corre peligro de igual manera que la de Sakura –dice todavía en shock–.
—Teme no hagas una locura, espérame y ya llego, pero por favor quédate donde estás –dice preocupado–.
—No puedo la vida de mi hija está en peligro y también la de su madre adiós –cuelga–.
FIN DE LA LLAMADA
—Porque siento que en mi corazón que algo malo paso.
—T-tal vez... sea... porque... ya... están... muertas... –dice entre cortado, pero con una sonrisa–.
—Maldita... –se va corriendo y sube a su auto– *ojalá que no sea nada grave, porque siento que mi corazón duele*.
Estaba manejando como un loco hasta que empecé a escuchar sirenas, pase por el parque porque tal vez mi hija este ahí, pero nunca pensé que vería algo que me rompería mi corazón, mi hija está aferrada al cuerpo de Sakura y llorando de una manera que me dolió, salí del auto tan rápido y lo único que hice fue llamarla.
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