• Caída libre • Hinny

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- " Precioso es una palabra preciosa que deberías utilizar más a menudo"  -
- Violet y Finch

- 𝙿𝚛𝚒𝚖𝚎𝚛𝚊𝚜 𝚒𝚖𝚙𝚛𝚎𝚜𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜 -

"El nuevo", Harry Potter siempre era conocido así. Nunca permanecía por mucho tiempo en ninguna escuela por culpa de sí mismo; tenía una incontrolable necesidad de meterse en problemas, no era ningún matón ni nada por el estilo, simplemente era alguien que sentía una afinidad incontrolable por la adrenalina. - Algunos se meten porquerías en el cuerpo, yo solo busco sentirme vivo - Se repetía eso una y otra vez.

- Escucha Harry, esta es la última escuela en la lista y la última en la que están dispuestos a aceptarte - Advirtió su madre, lo observaba acusadoramente por el espejo retrovisor del auto. Regresaban a casa después de hacer una visita a Hogwarts, el nuevo colegio al que tendría que ir.

- Ya lo sé - Se limitó a responder; la escuela le importaba pero siempre le había resultado aburrida. No era muy listo pero sus padres no se quejaban de sus calificaciones.

- Y deberás tomar el autobús escolar, tu horario no cuadra con el mio ni con el de tu padre - Añadió; el chico la observó frunciendo el entrecejo - No me hagas esa cara jovencito, nada de motocicleta hasta que pruebes que podemos confiar en ti. Los mismos gestos de tu padre - Murmuró la mujer y negó con la cabeza.

Era verdad, Harry era idéntico a su padre aunque sus ojos eran verdes como los de su madre (cosa que le recalcaban seguido), no se parecía mucho a ninguno en personalidad; su madre era amable y siempre estaba preocupada por algo, su padre era más relajado, tendía a fingir exasperarse cuando Harry se metía en líos, después iba a su cuarto y le pedía los detalles de su travesura de aquel día. Tenía entendido que su padre había sido muy parecido a él cuando era más joven, la única diferencia era que James Potter había tenido un compañero de fechorías, su padrino y mejor amigo de su padre, Sirius Black; eran imparables.

- Animate un poco - Comentó su madre - Harás más amigos y a demás estará Astoria ahí - Su semblante había cambiado a comprensiva de una momento a otro. Astoria Greengrass era su mejor amiga, se conocían desde que eran niños, era una chica amable aunque muy testaruda; era la segunda voz en una banda con otros chicos que Harry ni conocía pero la verdad era que se comprendian bien porque tenían un sentido del humor muy parecido.

Él no tenía muchos amigos y la idea de entrar en una escuela nueva no le causaba la mayor emoción, a fin de cuentas ¿que podría tener de interesante?

...

Ginny Weasley despertó con emoción, el primer día siempre le gustaba; se alistó con rapidez y alegría, y salió salió de su habitación tarareando una canción de la banda de su hermano Ron, los Shooting star eran ligeramente famosos en Londres y ella había sido fanática de su música desde siempre y por lo tanto, se daba a sí misma el título de Fan no.1.

Bajo la escalera con rapidez y entró en la cocina, dentro todos tenían una cara fatal de sueño. Fred y George apenas se mantenían despiertos y apoyados en la barra de la cocina; Percy, Charlie y Bill ya se habían ido a sus respectivos trabajos y Ron seguramente seguía durmiendo. 

- ¿No están emocionados? - Preguntó con una radiante sonrisa a los gemelos y estos la observaron con somnolencia .

- No - Respondió Fred y el semblante de Ginny cambió a un puchero.

- Bien - Aceptó y con un gesto de resignación sirvió en un plato cereal. Ginny era sumamente expresiva, si algo le molestaba o le alegraba se notaba al instante y era hábil para todo lo implicara actuar; ser actriz era su sueño. Podía causarse el llanto cuando quisiera, le había servido para conseguir cosas en innumerables ocasiones y era una experta en mentir cuando se requería.