La semana que pasó sin duda fue la peor, llena de sentimientos encontrados. El domingo desperté tarde, con una resaca horrible y un dolor de cabeza insoportable, ese día me invadió la vergüenza. ¿Realmente nos habíamos besado?, digo, al parecer ambos estábamos borrachos y la escena antes del beso fue algo intensa, por un momento ambos nos odiamos. Me pasé ese día tomando aspirinas y retando a Emma por el simple hecho de respirar demasiado fuerte cerca de mí. Alex no llamó el domingo, y eso me hacía sentir peor.
El lunes me seguía sintiendo horrible, decidí faltar a clases porque además de no tener fuerzas para enfrentar la universidad, tampoco quería enfrentarme a Alex después de lo que pasó el sábado. En la mañana pasé a comprar algo de comida y más aspirinas, en algún lugar un poco lejos de la escuela, para despejarme y a la vez, no encontrarme con nadie que interrumpa mi día. Ese día, Alex tampoco llamó, y me invadieron las dudas, ¿Por qué fui tan estúpida para besarlo?, la verdad es que no lo sé, pero en ese momento se sentía lo correcto.
Alex tampoco llamó el martes, ni siquiera un mensaje. Ese día me invadió la tristeza. ¿Tal mal fue lo que hice, para que me ignorara de esta manera?, de todas formas, no lloré por él ese día, no lo merecía. Salí en la tarde a pasear por el campus de Rave, era un día súper hermoso, pero eso tampoco me puso de buen humor, así que simplemente me senté bajo un árbol a escuchar mi playlist favorita y hacer algunos resúmenes escolares hasta que la noche tomó protagonismo en la escena y una brisa algo fría atacó mis brazos desnudos, esa fue la señal para volver otra vez a ser miserable, pero en la habitación.
Miércoles, ese día estaba tan furiosa, él realmente me estaba ignorando, porque ese día le mandé un mensaje ¿hola?, pero no se tomó la molestia de responderme. Estuve todo el día como una tonta esperando junto el celular, pero nunca sonó. Traté de despejarme, hasta fui a la casa de Javier junto a Emma, pero no logré divertirme. Obviamente mi compañera notó mi comportamiento, y fue así como terminé contándole sobre lo que pasó con Alex, el beso y la gran cara de estúpida que me vio el pendejo estos días. Su respuesta, como siempre, fue Hannah, si él no sabe valorarte, encontrarás a dos más que sí. No te preocupes si él te ignora hoy, te buscará mañana si te ve mejor con alguien que no sea él, y ella tenía toda la razón del mundo.
En la mañana del jueves, me levanté temprano y me puse muy hermosa, tanto que me gustó muchísimo como lucía, hoy es el día de superar a ese pendejo. Caminé muy decidida hasta la clase de economía, directo a ignorar a Alex, pero él no estaba en la clase, y aunque intenté dejarlo pasar, sentía que él lo hacía a propósito. Claramente nunca se presentó en la clase ese día, salí a toda furia del salón cuando el timbre resonó en mis oídos. Ahora, volvemos al presente.
Me estoy dirigiendo hacia la clase de política, hoy no tengo clases, pero necesito los apuntes de la semana ya que no me gusta atrasarme en materias tan controversiales, así que necesito encontrar a Darren. En el salón no estaban dando clases, así que fue muy fácil verlo conversar con alguien cerca de la entrada. Me acerqué decidida.
— ¡Hey, Darren! — Me adentré al salón, él enseguida me notó y se acercó.
— Hannah, que linda estas hoy — Me ofreció una de sus hermosas sonrisas — No te vi aquí el lunes, ¿Pasó algo?
— Por eso vengo, quería saber si podrías pasarme los apuntes, es que ese día me sentía muy mal para venir a las clases — Él asintió, y caminamos hasta su banco donde tenía sus cosas.
De su bolso sacó unos papeles y me los entregó, me explicó también sobre todo lo que hicieron en la clase, y aunque no me perdí mucho la clase parece haber estado muy interesante.
— Bueno creo que eso es todo sobre política, ahora me gustaría hablarte sobre algo más — Asentí mientras guardaba sus apuntes en mi bolso — Haremos una pequeña reunión en mi casa esta tarde, no una fiesta, sino entre amigos. Le hablé a Emma hace un rato por si quería llevarte al lugar, pero ahora que estás aquí quería saber si te gustaría venir.
En lo primero que pensé fue en Alex, me golpeé la cabeza mentalmente. A decir verdad, sería bueno ir con Darren y ver la cara que pone Alex al verme con él.
— Claro que sí, ¿a qué hora será?
— A las 6, pasaré yo por ti, espero eso no te moleste — Negué con mi cabeza mientras me alejaba de la escena.
— Adiós, Darren. Te espero a las 6.
Luego de pasar por un café, al que creo me estaba volviendo adicta, me encaminé directo a mi dormitorio para poder hacer esos apuntes de política y luego arreglarme para lo que sea que haríamos esta tarde.
***
Estoy, sin dudas, muy hermosa. Me puse un jean ajustado y rasgado en las rodillas, junto una blusa corta, con mangas grandes y me hice algunas ondas en el cabello. Apagué mi playlist y ordené un poco el desorden que causé antes de irme del lugar. Emma había salido hace ya dos horas porque pasaría por lo de Javier antes, por suerte Darren pasará por mí, así no tuve que irme con ella tan temprano.
Diez minutos después, me encontraba subiendo al auto de Darren, es un land rover muy lindo color negro. Él no pasó por alto mi aspecto y me dio mil elogios antes de llegar a la casa de la fraternidad. Al llegar no había muchos autos fuera, apenas dos y yo conocía ambos, Javier y Marc. Al entrar, todos estaban en el sofá de siempre mirando como Marc y Aiden jugaban a la PlayStation, como siempre Alex no estaba en el lugar, tal vez ni siquiera estaba en la casa si es que sabía que yo iba a ir.
— Hannah, por fin llegas. Ya me aburría de ver a Aiden patearles el trasero a todos en un juego de carreras — Acotó Emma al verme, yo reí y me senté a su lado luego de saludar a los demás.
Darren desapareció por la barra para preparar unos tragos y volvió con una bandeja llena de cervezas y otras bebidas.
— Para nuestras hermosas invitadas, un gin tonic — Le tendió un vaso a Emma y luego se acercó para darme uno a mí — esta vez no es doble — Me dijo riendo.
Al pasar un rato, Darren se coronó como el campeón de las carreras de PlayStation, derrotando a Aiden no una, no dos, sino tres veces seguidas.
— ¡Eres un cabrón!, acabas de romper mi record de 3 meses. Me las vas a pagar, Darren — Gritaba Aiden desde la barra mientras destapaba otras cervezas.
Darren le cedió su lugar a otro de los chicos y se acercó al mío, se sentó a mí lado con su cerveza en la mano.
— Le pateaste el culo a Aiden, juegas muy bien — Choqué mi vaso con su cerveza en forma de brindis.
— Compré ese juego mucho antes de que él entrara en la universidad, me lo sé al derecho y al revés — Se encogió de hombros y luego le dio un sorbo a su bebida.
Acomodé mis cosas a un lado y me paré ligeramente.
— Necesito ir al baño — Musité para que él oyera.
— Oh, pero ve al baño de arriba. Aiden está ocupando este, y créeme, no quieres pasar luego de él. Vamos te acompaño, de paso dejaré algo en mi habitación.
Ambos subimos las escaleras y un pequeño nerviosismo se apoderó de mí. Pasamos por la puerta de Alex, pero estaba cerrada, dos puertas al costado mi acompañante me señaló el baño.
— Estaré en mi habitación por si necesitas algo, es esta que esta frente al baño — Me dio una sonrisa.
Giré sobre mis pies para adentrarme al baño cuando la puerta se abrió de repente.
Era Alex, en toalla.
¡¡SOLO EN TOALLA!!
Su cara de culo, y de sorpresa, fue diez veces más grande.
Holaa
¿Les gustaría que algún capítulo sea el pov de Alex?
Espero esta historia les este gustando tanto como a mí
soymics
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Quiéreme así
Teen FictionElla era fuego, era rápida y vivaz, inteligente y atractiva. El era agua, tranquilo y sereno, pero si se enojaba podía convertirse en un tsunami. Hannah necesitaba un cambio en su vida, y lo consiguió cuando en su nueva universidad encontró nuevos a...