Me corrí a un lado, con mi mirada fija en la puerta de Darren entreabierta, esperando a que Alex se dignara a salir del maldito baño para que yo pueda pasar. Al verlo tan tranquilo, me sentí enojada, él claramente me estaba ignorando y yo como tonta llorando por él. Le tomo unos segundos reaccionar, apenas salió del baño entre desesperada y cerré la puerta algo fuerte, dejándole la palabra en la boca.
Luego de hacer mi pipí, apoyé mis manos sobre el lavabo y me miré al espejo, y me repetí a misma.
— Prometiste no estar atrás de él otra vez, así que iras con Darren que te trata muy lindo, y problema resuelto.
Retoqué mi cabello antes de salir del baño. Al abrir la puerta, Alex se encontraba a un lado ya con unos pantalones grises y una camiseta blanca, al parecer me esperaba a mí, pero yo no tenía nada para decirle, así que simplemente caminé rápido hasta la habitación de Darren y se cerré su puerta tras de mí.
— Aquí en mi bolso tengo tus apuntes — Hablé posando mi bolso en una esquina de su cama, mientras revolvía algunos papeles. Él se acercó a mi lugar y los tomo para luego dejarlos sobre un pequeño escritorio — Tu habitación es muy linda — Le confesé mientras daba un vistazo por todo el lugar.
— Gracias, lo remodelo cada tanto para no aburrirme. Me gusta cambiar las cosas de lugar y que así todo parezca nuevo otra vez — Copió mi acción y miró por todo el lugar rodando los ojos — La gente no suele darme la aprobación de este lugar, no se fijan en esas cosas.
Le di una mirada de sorpresa y rodé los ojos.
— Por gente te refieres a las chicas — Alcé una ceja, él rió y negó.
— Las veces que he traído una chica, me ha prestado más atención a mí que a la decoración del lugar, pero al parecer contigo mis encantos no funcionan — Se acercó a mí con la ceja arriba, como haciéndome esa pregunta.
¿Sus encantos funcionan conmigo? No lo sé.
Daba pasos pequeños, acortando la distancia que nos separaba, y yo me sentía inmóvil, no sabía cómo reaccionar porque no sabía que era lo que él iba a hacer, el silencio nos invadió por un momento. Respiré fuerte cuando escuché a Emma llamar mi nombre y golpear la puerta de la habitación, rápidamente caminé hacia esta y la abrí, mi amiga me miró sorprendida y me dio una sonrisa con picardía.
— Si hubiera sabido que estabas sola con este bombón no hubiera venido a buscarte — Me susurró cuando caminábamos por el pasillo. Paramos cerca de una ventana para seguir la conversación.
— Créeme, llegaste en el mejor momento. Siento algo raro cuando él se acerca demasiado a mí, como si no fuera sincero — Ella me miró como si estuviera de acuerdo conmigo.
— Tal vez ya te reclamó — Dijo sin importancia, se estaba dando vuelta pero la tomé del brazo para que vuelva a mí, y le di la famosa de mirada de explícate.
— Pasa con las chicas nuevas que le interesan a alguno del grupo, si uno de ellos te reclama los demás no pueden tratar de estar contigo en una forma no amigable, ¿comprendes? — Se encogió de hombros y siguió — Yo les dejé muy en claro que no me interesaba ninguno cuando llegué, por lo tanto nadie puede reclamarme.
— Y eso de reclamar, ¿incluye a todos los que viven en la casa? — indagué curiosa, ¿Qué es esto de reclamar?
Ella asintió a mi pregunta.
— Ven, acompáñame al baño — Ella habló y yo asentí.
Mientras caminábamos hacia el lugar, una puerta se abrió a mi lado, dejando ver a Alex quien me tomó del brazo y me adentró a su habitación.
— Te la robo un rato — Le explicó a mi amiga para cerrar la puerta tras de sí.
Él me miraba serio, me gire sobre mis pies y cruce mis brazos sobre mi estómago. Escuché como se acercaba tras de mí.
— ¿Qué quieres? — gruñí dándome vuelta bruscamente — Me evitaste una semana entera, luego de un beso que tu empezaste, eres un idiota — aclaré rodando los ojos, ya me sentía de mal humor.
— Me siento como un idiota — Habló dando un paso hacia atrás, pasó su mano por su cara de una forma molesta — ¿Por qué lo hiciste?
— ¿Hacer qué? — Se acercaba y se alejaba, me ponía nerviosa.
— Besarnos — Me miró fijo, con su famosa mirada penetrante — ¡Joder!, a ambos.
Okey, ahora estaba más confundida que nunca.
— ¿A ambos?, no sé de qué hablas
— A Darren y a mí, joder, ¿con un par de hermanos, en serio? — Tragué fuerte.
— ¿Herhermanos?, hablas de Darren ¿y tú? — él asintió, y luego volví a la realidad — Espera, ¡yo nunca me besé con él!
— No mientras, te reclamó esa noche luego de la fiesta.
— Es que, joder, yo nunca lo he besado, ni siquiera me gusta y tú lo sabes — Exclamé molesta, esto no podía pasarme ahora.
—Te creía un poco cuando nos besamos, pero luego de eso y de lo que me contó Darren, ya no sabía que creer. Y ahora apareces en mi casa como su cita y pasan tiempo solos en su habitación, esas cosas duelen y molestan, ¿por qué crees que soy tan frío con los demás? — Me seguía mirando fijo, se veía enojado, y algo dolido en el fondo.
Me senté en la esquina de la cama, derrotada por las ganas inmensas que tenía de llorar y de patear pendejos como Darren.
— Esta semana me sentí como una mierda, esperando como tonta a que llamaras, cuando pasaron varios días me enoje muchísimo, lo admito, pero Darren fue quien me buscó para venir aquí, y como tú estabas muy ocupado evitándome decidí aceptar su invitación, pero él no me gusta — Se acercó y se sentó al otro lado de la cama.
— Yo también me sentí como una mierda esta semana, me sentía tan estúpido, ¿realmente no lo besaste?
—Solo a ti.
— Bien, sonará muy machista, pero te reclamaré si es lo que quieres, Darren ya no podrá molestarte — Esbozó una pequeña sonrisa — No hace falta que estemos juntos si no quieres, pero puedo librarte de él, y así podrás venir tranquila.
— Pero, si él ya me reclamó, ¿Por qué tu puedes hacerlo? — Giré un poco para mirarlo.
— Me besaste primero, y también soy el único que has besado ¿o no? — Espero por mi respuesta, asentí rápidamente, y él copió mi gesto — Bien, si es así, yo puedo reclamarte, y ni Marc ni Darren podrán tener otras intenciones contigo.
Me puse contenta por un segundo, porque ya no quería estar en medio de esos dos, y las cosas las con Alex se estaban arreglando, o eso creo. Él se paró de su lugar y se acercó a mí con los brazos abiertos, me pidió disculpas por ser así conmigo y nos dimos un pequeño abrazo, esos que te hacen sentir mejor en un segundo y arreglan las pequeñas partes rotas dentro de ti.
— No quiero que pienses que es una competencia entre machos o algo así, no estaba enojado por eso, es que siempre que alguien me interesa las cosas no salen nada bien y suelo poner mi coraza fría para todos, y lo hice contigo — Nos separamos unos pasos para cortar el pequeño abrazo.
— Te entiendo, mis fracasos en amistades y amorosos suelen venir de la mano.
—Seamos algo, lo que sea — me propuso — menos un desastre, déjame intentar hacerte bien.
Y en ese momento, más que mariposas sentí un zoológico entero dentro de mí.
En ese momento bajamos las escaleras para hacer lo que se debía hacer, ambos tragamos fuerte por los nervios. Alex me tomó de la mano en cuanto todos nos vieron.
Darren puso una cara de confusión al igual que los demás, pero al ver bien como estábamos su cara se volvió enojo.
Esto no va a terminar bien.
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Quiéreme así
Teen FictionElla era fuego, era rápida y vivaz, inteligente y atractiva. El era agua, tranquilo y sereno, pero si se enojaba podía convertirse en un tsunami. Hannah necesitaba un cambio en su vida, y lo consiguió cuando en su nueva universidad encontró nuevos a...