Nowhere Beast | BEASTARS

¿Dónde está?

- Padre, ¿dónde está, Mika?

- No vendrá hoy, Louis.

- Ayer tampoco vino...

El ciervo adulto no tenía intención de responder las interrogantes de su hijo, a pesar de saber lo que estaba pasando. A los pocos segundos se levantó del asiento donde leía el periódico y se dirigió a la salida. Era costumbre que lo ignorara, pero esta vez era diferente, Louis no iba a permitirlo.

- EN VERDAD ME GUSTARÍA SABER... PADRE - dijo Louis imponiendo su voz y deteniendo el camino de Oguma.

Este volteó lentamente a observarlo, si bien estaba sorprendido de su reacción, no iba a perder la autoridad sobre él.

- ¿Por alguna razón en especial, Louis? - preguntó mientras se acercaba a su hijo.

- Yo... ella es mi...

- Maestra, ella es tu maestra Louis, ella trabaja para ti. - Oguma lo observaba a través de sus pequeños lentes - Cuando seas presidente del Conglomerado de Cuernos, tendrás a tu disposición miles de personas que hagan lo mismo. Van y vienen, como todo en la vida, Louis.

- Ella no es...

- ¿Qué es entonces?

- Es mi amiga

El ciervo se acercó más a su hijo y le propinó una bofetada.

- ¿Qué es ella para ti, Louis?

Louis seguía sorprendido por lo que acababa de suceder, más que dolor, sentía impotencia de no poder responderle.

- Es mi mejor amiga - dijo el pequeño entre dientes.

Oguma lo golpeó nuevamente.

- Podemos seguir así todo el día, pero tengo cosas que hacer. No vuelvas a decir estupideces como esa frente a alguien más. Te ves patético - dijo al mismo tiempo que se volteaba para irse.

- ¡¿DÓNDE ESTÁ?! ¡¿QUÉ LE PASÓ A MIKA?! - Louis se lanzó a las piernas de su padre, impidiendo que se fuera. Lloraba de ira.

- ¡BASTA, LOUIS! - Oguma lo tomó fuertemente por los hombros - ¡NO VA A VOLVER! ¡MÍRALO TÚ MISMO! - dijo tirándole el periódico que leía antes.

En la portada había una casa en llamas y una foto más pequeña al lado, era Hiromi, el padre de Mika.

- Aprendiste a leer, ¿verdad?

"Se encuentra el cuerpo de reconocido científico y otro cuerpo no identificado"

- No... no es cierto...

- Fui a verlo yo mismo.

Oguma tomó una bolsa que estaba sobre la mesa, la abrió y sacó una máscara de kodama.

Louis dejó de respirar por un momento. Ya no lloraba ni gritaba, solo miraba la máscara, tratando de visualizar a su amiga.

Sin pensarlo, el ciervo mayor se agachó a abrazar fuertemente a su hijo.

- Todo esto solo te hace más fuerte, Louis. El mundo te va a aplastar si te derrumbas ante cada pérdida. Yo no te encontré para eso.

El pequeño ciervo lloró en silencio.