Nowhere Beast | BEASTARS

Causalidad y casualidad

Han sido unas semanas bastante peculiares.

Louis trabajaba en un ensayo para la universidad. Aún tenía dos días para entregarlo, pero tenía planeado terminarlo esa noche. Estaba dispuesto a seguir manteniendo el papel de “alumno estrella” ya que había rechazado el título de Beastar.

Además, necesitaba ocupar su mente con la mayor cantidad de actividades posibles.

Tuve un momento de debilidad y no se repetirá.

Bueno… tal vez más de uno.

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Cherryton

 
- Propongo votaciones – sugirió Juno.

- ADLER NO ESTÁ EN DISCUSIÓN.

- Ya es hora de hacer algo diferente, Bill. – dijo Els en tono conciliador.

- ADLER ES EL EMBLEMA DEL CLUB DE TEATRO, NO PUEDO CREER QUE ESTÉN PERMITIENDO ESTO – le increpó a todo el grupo.

Todos los miembros intercambiaban miradas de duda. Juno presidía la propuesta de cambiar la obra de primavera por un musical más contemporáneo, lo cual agradó a gran parte del club, pero disgustó notablemente a otros, entre ellos, Bill.

- Siempre hablamos de la integración, qué mejor ejemplo de eso que una obra en la que la música, la danza y las actuaciones estén a un mismo nivel. Bailarines actuando, actores cantando… ¿no les parece-

- ¿ESTÚPIDO? ¿HUMILLANTE? SÍ, LO ES.

- Deja de gritar como un salvaje, Bill. – señaló Els – Las chicas del equipo de baile apoyamos esta idea. Creemos que puede tener buena acogida entre los estudiantes.

- A mí no me molesta la idea. – intervino Pina recostado en el suelo.

- A ti no te molesta nada, niño bonito. El equipo de actores, a excepción de Pina, no está de-

- A mí también me gusta la idea, Bill – dijo Aoba.

La expresión de molestia de Bill fue transformándose en una de profunda confusión.

- No… tú no – se acercó a él - ¡Dime que es una broma! – lo sacudió de la camiseta.

- Yo no estoy a favor porque eso implicaría deshacerse de todos los actores que no tienen condiciones para el baile y el canto. – señaló Ellen.

- Nadie se deshará de nadie. La idea es aprender todos. Tal vez reorganizarnos en grupos sirva para esta ocasión. Estoy segura de que muchos aquí quieren descubrir qué más pueden hacer y desarrollar dentro del club. – dijo Juno con convicción.

- ¿Te da miedo perder el rol protagónico que te asignan en casi todas las obras, Ellen? – la retó una coneja del equipo de baile.

La cebra le iba a responder cuando intervino Kai.

- ¡YO AMO LOS MUSICALES!

- Kai, te he escuchado cantar en los pasillos, lo haces muy bien. Tal vez podríamos- 

- ¿AHORA QUÉ? ¿LOS TRAMOYISTAS SERÁN ACTORES?

- Si tienen talento, no veo porque no puedan hacerlo – dijo Juno.

- APOYO ESO – dijo Kai emocionado.

Desde que Sanu y Louis se graduaron, Bill había quedado a cargo del club, nunca le había parecido una labor tan compleja, pero ahora se daba cuenta que era todo lo contrario.