Esta es una historia con one-shots de ships de Bnha, específicamente chico por chico. Si no te gusta este contenido te sugiero que te vallas.
Esta historia es mía pero los personajes no me pertenecen.
Esta es una historia original y está prohibido...
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. Este capítulo contiene smut (Lemon) contenido +18(que se que no tienen más de 18 pero weno) Este One-shot es un chico por chico si no te gusta fuera de mi iglesia.
Ahora si comencemos.
Cabe aclarar que soy nueva en esto así que si es una mierda no me juzguen.
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Decir que su cuerpo le gustaba era poco. Adoraba tirar de esa suave y brillante cabellera rubia cuando estaban en la cama. Le fascinaba ver su cara de placer por el simple echo de tenerlo debajo suyo complaciéndolo. Besar esos finos y rojos labios era un deleite que siempre estaba dispuesto a disfrutar. Amaba pasar sus ásperas manos por esas delicadas y blancas piernas, besando cada parte de ellas, dejando marcas y más marcas a lo largo de estas.
Se quedó unos segundos mirándolo. Si, en definitiva era un chico bastante atractivo, diría que de apoco aprendió a querer a ese idiota a pesar de ser tan diferentes.
Paso su mano por el rostro del chico recostado a su lado, tenía unas largas y negras pestañas que solo lo hacían parecer más lindo, cosa que nunca en la vida admitiría.
—Buenos días idiota.
Dijo Keigo pasando su mano por el rostro de Dabi mientras sonreía.
—Buenos días plumitas.
Ambos sonrieron, si, secretamente sus corazones se calentaban al ver la sonrisa del otro, aunque de apoco ese "secreto" se hacía cada día más obvio.
Y hoy en día aun les sorprendía como había iniciado todo.
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Era un día normal para la liga de héroes. Como cada día Endeavor y Hawks patrullaban la ciudad para ver si algún villano hacia acto de presencia.
Pará su mala suerte así fue. La liga de villanos hacía más y más apariciones cada día, tanto que era casi imposible contener todos los ataques, ya que estos eran más fuertes y constantes.
Keigo estaba cansado, pero aún así hacía su patrullaje y cumplía su función como héroe. Al final del día a eso se dedicaba.
Pero está vez fue diferente, en esta pelea pasó algo que nunca imaginaria, e incluso si se lo contaba a alguien reiría tan solo lo hubiesen mencionado.
