EVERGLOW-MEWGULF

CAPITULO 6

La "pijamada" con los chicos había alejado un poco mis pensamientos o más bien temores. En realidad, no sabía que estaba sintiendo, necesitaba con urgencias respuestas a mis preguntas, pero ni siquiera sabía cuáles eran mis preguntas. Mi lobo no daba señales de ayuda, al parecer estaba tan confundido como yo.

Durante la noche, soñé con lo que había pasado y desperté con un dolor en el pecho. Me recriminaba el haber actuado de esa manera, rechace los abrazos de ese niño, pero es que no quería ilusionarme, pero ¿y si en verdad era él? Pero y ¿si no? El único que saldría lastimado seria yo.

Trate de dormir un poco más, dentro de unas horas amanecería y probablemente tendría esa reunión con los padres de Yizan. Pensar en esa reunión me causaba muchos nervios.

Mientras caminábamos por los pasillos de la entrada del colegio, Vee dijo de repente: -Deberíamos de hacer más seguido esto de las pijamadas, me gustó. –

-Claro, como no duermes en medio de un beta y un omega. Además, Mark no sé qué soñabas, pero soltabas feromonas. Fue muy raro. – Mencione.

- ¡Oye! Yo no hice eso, bueno, no lo recuerdo. Da igual. -Dijo restándole importancia.

-Buenos días, señores. Gulf me alegra que hayas venido, pensé que no vendrías a trabajar. – La directora hizo su mágica aparición de la nada.

- Pues he venido solo a la reunión, no me siento dispuesto a quedarme y si me lo permite regresare mañana de forma normal. – Respondí con calma.

- De acuerdo, no hay problema. Una vez que quede aclarado este asunto te puedes retirar. Vamos a mi oficina, localizare al señor Suppasit para que venga. – Hablo de forma rápida que no entendí mucho el final de la oración.

- ¿A quién? – Pregunte nervioso. Creo que oí mal.

- Le hablare al papa de Yizan para que venga. Vamos. – Dijo de camino a la dirección.

Por todos los cielos que no sea lo que estoy pensando, debí haber oído mal. "Suppasit" es un apellido común, creo.

Una vez dentro de su oficina, hablo:

-Parece que tenemos suerte, el señor vino a dejar a su hijo por lo que viene en un par de minutos. -

-De acuerdo. – Murmure, conforme pasaban los minutos me sentía más nervioso y mi lobo estaba muy inquieto. Lo que sea que vaya a pasar, no saldrá bien.

Y como si de un presagio se tratara, alguien toco la puerta y sin recibir respuesta abrió la puerta y entro. No sé cuántas personas vivían en este país, pero de todas tenía que ser él. El aroma a mar y tierra inundo la habitación y sentí que estaba en casa.

Mew Suppasit veía directamente a la directora, ignorándome completamente. Mew vestía un traje negro impecable y hecho a la medida. Su cabello castaño peinado tan bien que parecía que cada cabello estaba en su lugar correcto y bueno, su cara solo mostraba molestia, aunque seguía muy guapo. Mas guapo que antes, incluso. ¿Pero qué demonios estoy pensando? Debo seguir mal por lo de ayer, eso es.

- ¿Mew? – Susurre.

POV MEW

Tenía tanto trabajo hoy y todavía tenía que asistir a esta reunión, trataría de hacerlo lo más rápido posible. Solo quería saber que había pasado con Yizan, el niño no me había querido decir nada.

Toco la puerta y entro decidido, había sentido un olor familiar, pero lo ignore, mis ojos estaban puestos en la directora para que hablara, pero a cambio, escuche a alguien susurrando mi nombre.

- ¿Mew? – Mire en dirección de donde provenía la voz. Imposible. Era Gulf, el omega que había amado hace tiempo. ¿Qué hacía en este lugar?

- ¿Eres tú Gulf? – Pregunte. 

Aunque por supuesto que era él, no había cambiado en absoluto. Seguía acomodándose el cabello hacia el mismo lado y esos seguían siendo sus labios, mierda, sus labios. Pero también estaba más delgado que antes y se veía más cansado. Y su olor a gardenias estaba presente, aunque muy suave, pero también estaba la mezcla de otros aromas que no podía identificar. ¿Gulf estaba con alguien más? Mi lobo se molestó ante esa idea.

- ¿Qué haces aquí? – Pregunto Gulf confundido.

Por primera vez, no sabía que decir o hacer. Por suerte, la directora interrumpió.

-Gulf, el señor Suppasit es el papá de Yizan. Veo que se conocen ¿no es así? – Dijo mirándonos a los dos con evidente curiosidad.

- Así es... ¿puede dejarnos a solas un momento? Es un tema personal para los dos. – pregunte a la directora mientras seguía observando a Gulf más confundido.

-De acuerdo, arreglen lo que tengan que arreglar. – Dicho eso, tomo su celular y salió de la oficina. Dejándonos a solos. Quería preguntar "¿Cómo has estado?" pero fue Gulf quien se adelantó a hablar.

- ¿De verdad Yizan es tu hijo? – pregunto con dolor.

- Lo es. – respondí claro. Quería decir más cosas, pero él volvió a hablar.

- ¿Soy un chiste para ti? ¿Qué demonios haces aquí? ¿no te basto con lo que me hiciste en el pasado, que ahora te apareces? Todo esto es una broma de muy mal gusto. – La voz de Gulf sonaba quebrada, en cualquier momento empezaría a llorar y yo no tenía idea de lo que significaban sus palabras.

-No sé de qué hablas. Tranquilízate. – Trate de sonar calmado, pero paso todo lo contrario.

- ¿Qué me calme? ¿acaso eres estúpido? ¿Quién te crees? No sé si esto fue una casualidad o todo lo planeaste, pero basta por favor. Me estas lastimando y no te lo puedes imaginar. -Gulf empezó a derramar lágrimas y yo sentía mi corazón roto.

-Vuelvo a repetirte, no sé de qué me estás hablando. Yo no he planeado nada, ni siquiera sabía que estabas trabajando en este lugar hasta hoy. – Respondí.

- Me estas mintiendo. ¡¿no sabes de lo que estoy hablando?! Tu hijo, Yizan; se ha acercado a mi ayer llorando y diciéndome que ¡soy su papi! Oh por dios ¿sabes lo que significa para mí? Mew perdí a MI cachorro. No tienes idea del dolor que sentí al escuchar esas palabras. Y ahora te veo a ti el día hoy... ¿Cómo quieras que me sienta? Mi cabeza dice que eres el responsable de lo que está pasando, que todo es tu culpa. Demonios Mew, yo...yo...no puedo respirar...Mew... - Gulf estaba demasiado alterado y ahora se sostenía de una mesa, tratando de recuperar el aire.

Se veía muy mal, su cara palideció. Intente acercarme, pero él extendió su mano en señal de que me mantuviera alejado. Decidí ignorarlo y lo bueno que lo hice, en ese momento se desvaneció entre mis brazos.

-Gulf, Gulf, despierta. Cálmate, por favor. - 

Estaba aterrado, nunca había visto a Gulf de esa manera y no sabía qué hacer. Decidí tomarlo mejor con uno de mis brazos mientras que con mi mano la deslizaba por su frente y mejilla, haciendo caricias suaves. También decidí liberar un poco de mi aroma para tranquilizarlo. Y funciono. Podía observar miedo en los ojos de Gulf que poco a poco se fue desvaneciendo y ahora respiraba un poco más tranquilo. No sé por cuánto tiempo estuvimos así, pero lo sentí una eternidad. Quería que siguiéramos de esta forma por mucho más tiempo.