EVERGLOW-MEWGULF

CAPITULO 9

Hoy a diferencia de otros días me levante muy feliz, con demasiada energía para comenzar mi rutina de siempre; desayunar, bañarme y salir con rumbo al colegio. Hoy especialmente quería llegar a trabajar, hoy lo vería, vería a mi pequeño y mi felicidad era tan grande que sentía que podía arrebozar con mi corazón.

Llegue diciendo los "buenos días" a todo persona que caminara a mi lado, me sentía como en la escena de esa película donde un tipo con lentes caminaba feliz por las calles con toda la actitud.

Faltaban algunos pasos para llegar a mi oficina cuando escuche la voz de un niño.

- ¡Papi! ¡Papi! – La voz era de Yizan por supuesto, corría con sus cortas piernas hacia mí. Lo miré y lo levanté con mis brazos para darle un enorme beso en la mejilla. Mi lobo acaba de confirmar que la voz de Yizan es la más hermosa que ha escuchado.

-Buen día, cachorro. ¿Llegaste temprano hoy? – Pregunte acariciando su frente y su cabello.

-Sí, Ailín me trajo y papá Mew vendrá por mi o bueno por nosotros. – Dijo con una sonrisa. Ailín. Sabía que tenía que hablar con ella, ya que ha sido la persona encargada de cuidar todo este tiempo a Yizan y tenía que agradecerle mucho.

-Ya veo, supongo que hicieron planes sin decirme ¿no? – Yizan me miro un tanto apenado. -No importa, estaré encantado de ir. Yizan... ¿puedes volverme a decir como descubriste que soy tu papi? - Pregunte. No es que dudara, sino que quería volverlo a escuchar.

-Cuando nos mudamos de casa, yo buscaba mi caja de juguetes y encontré la caja especial de papa. Yo ya la había visto antes y papá dijo que no debía abrirla...pero aun así lo hice. – Hizo una pausa mostrando una cara de culpable. Le sonreí y él continuo.

-La abrí y vi tus fotos y ropa tuya que todavía tenía tu olor. Cuando papa no regresaba del trabajo yo me escondía en el cuarto de él y olía tu ropa, lo hice varias veces... se sentía tan bien. El día que te hice enfermar, tu olor era muy fuerte y supe que era el mismo de aquella ropa...y supe que eras mi papi. – Me mostró una sonrisa orgullosa.

-El día que me enferme no fue tu culpa ¿de acuerdo? – El pequeño asintió. 

-Gracias por decirme todo esto, siempre soñé con encontrarte y al final resulto que tú lo hiciste. – 

La verdad me resulta increíble la historia de Yizan, no puedo creer que solo por mi olor me haya reconocido. Ya no me molestara el aroma de mi omega, gracias a él nos habían encontrado.

Bajé al pequeño y me puse a su altura para hablarle.

-Cariño, soy muy feliz de ser tu papi. – le dije mientras le daba otro beso en la mejilla. 

-Ve a tu salón, ya es tiempo. – Yizan me abrazo y se fue corriendo a su salón.

- ¿Ya nos contaras que está pasando? – Una voz sonó atrás de mí. Me voltee, era Mark y Vee estaba a su lado. Se miraban confundidos.

-Supongo que es tiempo, síganme –

Nos dirigimos a mi oficina para tener más privacidad. Una vez dentro empecé a relatar todo lo que había pasado el día que tuve mi ataque de pánico y lo que hablé con Mew en la reunión.

-Así que... ¡Yizan es mi hijo! Mi precioso cachorro que había buscado por tanto tiempo. Soy tan feliz en este momento. – Dije

Mark y Vee se veían sorprendidos por todo lo ocurrido, pero después me felicitaron por tener de vuelta a mi cachorro y también estaban felices.