Jungkook
Odiaba la lluvia. En especial, la lluvia fría. Y más por la noche, luego de pasar trabajando casi diez horas con los botines de tacón puestos y pantalones ajustados, que me apretaban cada vez más mientras transcurría el día. Lo único que quería hacer era llegar a casa, ponerme algo cómodo y tomar una copa de vino. ¿Acaso era mucho pedir? Aparentemente lo era, porque había decidido salir a pie y ahora tenía que caminar de regreso en medio de la lluvia, sólo con un bolso para protegerme durante otra media hora. Mi estómago gruñó de hambre cuando pisé otro charco, el agua hasta la altura de mis tobillos, en el camino de regreso al edificio. Un relámpago iluminó el cielo a mi alrededor. Caminé mas rápido.
Al llegar, saqué las llaves del bolso con mis manos parcialmente congeladas. Logré abrir la puerta del edificio y entré en el vestíbulo sin testigos que vieran qué tan empapado estaba. Me enorgullecía de verme siempre impecable y, en ese preciso momento, era todo lo contrario. Si tenía que verme como si me hubieran sumergido en un lago, al menos nadie estaba allí para verlo.
Gracias a Dios. Algo salía bien por primera vez en todo el maldito día.
Mientras miraba distraídamente mi reflejo en las brillantes puertas del elevador, casi chillé en voz alta. Mi cabello, usualmente impecable y liso, estaba hecho un desastre y mechones mojados de cabello colgaban sobre mi rostro. Gotas de maquillaje corrían por mis mejillas y me hacían parecer un payaso, y mi camisa blanca se transparentaba casi totalmente.
Genial. Estaba completamente empapado, congelado, y me veía como la muerte. Qué día.
Al menos ya casi había terminado. Si tan solo llegara el elevador. Se estaba tomando su tiempo para llegar al vestíbulo. Cinco minutos más. Me pondría algo cómodo en sólo cinco minutos. Y tal vez esa noche me tomaría una segunda copa de vino para darme un gusto especial. El timbre que indicaba la llegada del elevador sonó extrañamente fuerte en el solitario vestíbulo. Bueno, ya era hora, farfullé mientras se abrían las puertas de un elevador vacío, por suerte. Oprimí el botón del piso veintidós con algo más de fuerza que la exclusivamente necesaria.
-¡Detengan el elevador! -saqué el brazo para evitar que se cerraran las puertas y al mismo tiempo, intenté oprimir el botón de "puerta abierta" con el dedo. Se me cayó el bolso de las manos temblorosas y el contenido se desparramó por el piso-. Ya está, gracias -una agradable voz masculina me estremeció la columna.
¡Oh, Dios, no podía ser! ¡Era el chico guapo del penthouse! Estaba en el elevador con él. Y yo lucía como si me hubiera atropellado un camión.
-De nada. Estas cosas se toman una eternidad para volver al vestíbulo.
Deja de parlotear, me dije a mí mismo. Respiré hondo y me incliné para recoger mis pertenencias del suelo.
-Espera, déjeme ayudarte con eso. Fue mi culpa que dejaras caer tus cosas.
-No, en serio. Está bien -un par de pequeñas y firmes manos con un ligero vello rozaron las mías mientras levantaba el delineador. Un relámpago de pura lujuria se disparó directamente desde mi mano hasta mi pene y comenzó a quemarme el torrente sanguíneo. Lo miré al rostro y quedé cautivado por los ojos marrones más hermosos que jamás había visto-. G-gracias -yo sabía que lo estaba mirando fijamente pero no podía evitarlo. Las altas mejillas acentuaban su masculino rostro. Además, esa cabellera anaranjada lo hacía ver aún más deseable y, por si fuera poco, esos gruesos labios y un piercing sobre ellos hacían juego con su fuerte mandíbula. Me volvía loco.
-Parece ser todo -me guiñó un ojo y sonrió. Mientras terminaba de incorporarse, obtuve una vista bendita de los músculos de su abdomen y muslos, duros como roca.
-Sí, lo es -aunque nadie podría adivinar. ¿Cómo iba a saberlo cuando ni siquiera estaba mirando? Había estado babeando por él, a la distancia, desde que me mudé al edificio hacía seis meses. La vista de cerca era incluso mejor que los vistazos desde el otro lado del vestíbulo. ¡Vamos idiota! ¡Es tu oportunidad! No la desperdicies-. Jeon JungKook. Vivo en el 22-17 -extendí mi mano para saludarlo.
-Park Jimin. Vivo en el penthouse -dijo y su mano envolvió la mía. Otra explosión de calor me golpeó con fuerza.
-¿En serio? -como si no lo supiera-. Debes tener una excelente vista de la ciudad desde allá arriba -antes de que Jimin pudiera responderme, las luces se apagaron y el elevador quedó a oscuras. Me tambaleé contra él cuando el elevador se detuvo con un chillido. La parte de mí que no sintió vergüenza de echar a Jimin contra la pared suspiró con aprecio ante su pecho de acero.
-¿Estás bien? -su profunda voz me susurró al oído, me envió escalofríos por la columna e hizo que mi polla empezara a endurecerse-. Debimos haber perdido energía por la tormenta. El generador de emergencia tendría que activarse pronto -deseé que se tomara su tiempo. Podría permanecer presionado contra su pecho en la oscuridad toda mi próxima reencarnación.
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(Un voto las que entraron por el titulo 7u7😅)
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Lugares Estrechos [Jikook]
FanfictionTodo el mundo esconde secretos, y el multimillonario Park Jimin no es la excepción. Detrás de esa cara bonita, se esconde algo inimaginable. Ha logrado mantener su secreto durante mucho tiempo, pero todo eso puede cambiar por una simple noche lluvio...