Capitulo 4

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Jungkook

Todos los músculos de mi cuerpo se relajaron. ¿Se relajaron? Demonios, tenían la consistencia de la pasta húmeda. De alguna manera, Jimin y yo habíamos terminado en el piso del elevador pero yo no tenía idea alguna de lo que había ocurrido. Estaba apoyado contra la pared y Jimin, arrodillado a mi lado. Su pesada respiración se mezclaba con la mía en la quietud del aire. El roce de su ardiente respiración sobre mi pecho envió nuevos hormigueos por todo mi sobre estimulado cuerpo. ¿Acaso alguna vez había acabado con tanta energía? Nunca. Demonios. Jimin era un puto dínamo sexual vestido con un traje de tres piezas. Y yo era el gerente de un restaurante. Un restaurante exclusivo, sí, pero no pertenecía exactamente a la misma clase social que él. La gente que abonaba las sumas que Jimin pagaba de impuestos rara vez se fijaba en los trabajadores. Probablemente, los zapatos de Jimin valían más que mi salario mensual.

Después de que saliera del elevador, tendría suerte si él al menos recordaba mi nombre. Pero yo recordaría el de él, más que seguro. Si ésta era la única oportunidad que tendría de estar con él, entonces aprovecharía cada minuto. Y, por Dios, cuando salieran de esa lata de sardinas, tendría suficientes recuerdos que me acompañarían por el resto de mi condenada vida. Mis ojos se estaban adaptando a la oscuridad. Un poco, de todos modos. Al menos ahora todo se veía gris y no negro. Pude notar que Jimin estaba de rodillas a mi lado, y casi pude distinguir su forma. Mientras me alejaba de la pared, lo tomé por sorpresa y lo empujé para ponerlo de espaldas contra el suelo.

-¡Hey! -bramó cuando su cabeza golpeó duramente contra el piso.

-No me gustan las conversaciones incómodas de la mañana siguiente, ¿a ti sí? -me arrastré entre sus piernas y le acaricié el pene hasta volverlo a la vida.

Mierda, los encargados de limpieza se harán todo tipo de preguntas después de eso.

-Todavía no es... ah... de mañana -Jimin inhaló rápidamente mientras le lamía la redondeada cabeza.

-Pienso por adelantado -me lo metí muy profundo en la boca mientras le ahuecaba las bolas con una mano. Jimin tenía sabor salado debido a sus propios fluidos. El sabor era el único indicio que yo tenía de que él ya había acabado una vez. La polla de Jimin estaba dura como una roca, como si nunca hubiera eyaculado. El apetito brotó en mi cuerpo. Mi pene se hinchó aun más, y me froté sobre pierna de Jimin. Mientras relajaba la garganta, me lo metí cada vez más profundamente. Quería saborearlo todo, chuparle toda la longitud con la boca.

-¡Oh, Dios! -dijo Jimin en voz alta cuando el líquido preseminal chorreó de la punta de su polla.

Lo chupé con más fuerza en un intento de darle tanto placer como podía como devolución del placer que él me había ofrecido. Mientras le soltaba las bolas, apresure el ritmo con mi boca. Jimin emitió un sonido gutural, y pude escuchar que sus manos se rozaban contra la alfombra.


Jimin

Las afiladas garras surgieron contra mi voluntad. La boca de Jungkook hizo trizas mi autocontrol. Sus dedos me provocaron y atormentaron hasta que la bestia interior se liberó. Los colmillos sobresalieron por mi mandíbula, pero el dolor de la transformación no fue suficiente como para desbaratar el placer que me atrapaba. Un arrecife de cabellos brotó a lo largo de mi espalda y me esforcé para evitar transformarme por completo.

Las bolas me palpitaban dolorosamente y se preparaban para liberar su contenido y aferré la alfombra barata con las uñas. Cuando los dedos de Jungkook me estimularon jocosamente, toda esperanza que tenía de contener el orgasmo se fueron directamente al demonio. Los temblores me sacudieron el cuerpo mientras el ardiente semen se disparaba por mi polla. La boca de Jungkook me masajeaba, y exprimía cada vez más semen mientras me movía contra él. El ronco grito de alivio que explotó desde mi garganta fue demasiado parecido al gruñido de una pantera que busca comodidad.

Lugares Estrechos [Jikook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora