Capitulo 5

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Jungkook

Se me estremeció el estómago cuando el deseo me golpeó con fuerza y el elevador cayó. La combinación de tener la boca de Jimin alrededor de mi dedo con la caída libre me mareó. El elevador se detuvo con un sacudón y caí sobre Jimin.

-¿Qué fue eso? -me dolió el dedo cuando lo rocé contra uno de los afilados dientes de Jimin. Demonios, ¿qué tenía en la boca a todo esto?

-Deben estar trabajando en los cables. Probablemente saldremos de aquí en muy poco tiempo -Jimin me acarició la cadera y se deslizó sobre mis nalgas.

-Oh. Hum, eso es bueno ¿no? -no pude pensar al tener los dedos de Jimin estimulándome el pliegue trasero. Mi pene se comenzaba a endurecer, de nuevo, atentamente, y rogaba por su roce, y todos mis pensamientos referentes a comportarme correctamente desaparecieron por la ventana de los refranes. Si ésta era mi última oportunidad de estar con Jimin, iba a aprovecharla al máximo. Demonios, fue Jimin quien había dicho que todo lo que hiciéramos quedaría en secreto. ¿Por qué no iba a rendirme a las ansias que sentía?

Jimin no parecía preocuparse por ningún tipo de autorrecriminaciones de ese estilo. Me saqué la camisa por los hombros. Un escalofrío me recorrió el cuerpo cuando mi miembro rozó el cuerpo de Jimin. Su rígido músculo me quitó la respiración. Seguramente debía hacer algún tiempo para hacer ejercicio entre sus reuniones de negocios.

-Tienes el culo más deseable del mundo -Jimin moldeó mis nalgas con sus manos, y uno de sus dedos se apresuró a tocar mi orificio. La sangre hirvió en mis venas ante su roce. Un hormigueo se esparció desde mi pene y por todo mi cuerpo. Froté mi hinchada polla contra el duro muslo de Jimin. El roce con la piel de sus piernas me estimuló y envió poderosas oleadas de energía directamente a mi corazón. No dejé de restregarme contra él a medida que me apretaba con más fuerza-. Podría pasar horas tocándote todo el cuerpo. Eres como una mesa servida con todos mis platos favoritos, y no sé por dónde comenzar -me gruñó Jimin al oído.

-No dejes que te detenga -que me tocara durante horas me parecía una idea condenadamente excelente. Con un movimiento sorprendentemente rápido, me recostó sobre mi abdomen frente a él.

-Ahora sí puedo tocar cada pulgada del cuerpo y no distraerme con tus hábiles dedos.

-No eres precisamente torpe -¿cómo había podido moverse tan rápido? En un segundo me estaba frotando contra su muslo prácticamente listo para acabar con poca ayuda de su parte. Al siguiente instante, estaba despatarrado sobre mi abdomen y Jimin se encontraba de rodillas a mi lado. Comenzó a tocar y besar mi espalda.

-Ahhh... -gemí por lo bajo.

Cada roce de Jimin disparó energía directamente hacia mi dolorida polla. Me latía de necesidad de él, pero Jimin limitó su atención mi clavícula. Estaba tan lejos del lugar al que quería que llegara, pero lo que estaba haciendo se sentía tan bien que no podía quejarme. Sus fuertes dedos se presionaron contra mi espalda y me quitó toda molestia y dolor acumulados durante el día con un masaje. No parecía estar para nada apurado de llegar a mi entrada. Separé más las piernas y esperé que él notara el indicio y usara esos dedos en un lugar algo más abajo. O no lo notó o, deliberadamente me estaba ignorando, porque dejó las manos alrededor de la parte posterior de mis rodillas. Cuando su ardiente respiración me rozó esa sensible área, casi salté desde dentro de mi piel.

-Tranquilo... -el tono de la voz de Jimin fue grave y gutural, casi un gemido.

¡Ja! No había nada de fácil en yacer inmóvil mientras él me lamía y besaba las piernas de arriba hacia abajo. Sentí que se movió entre mis piernas abiertas, pero sólo se arrodilló en ese lugar; no se acercó. ¡Maldita sea!

Lugares Estrechos [Jikook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora