Homo Fashion - TaeTen

CAPITULO 14

Definitivamente, esperaba todo tipo de reacción de Ten ante su confesión.

Pero definitivamente no esa.

Ten lo miró sin expresión, completamente tranquilo, incluso parecía aburrido.

- Lo sé.

Dijo finalmente después de lo que pareció un largo silencio.

¿Qué?

- ¿Lo... Lo sabes? ¿Cómo que lo sabes?

Ten se alzó de hombros.

- Era obvio, me dí cuenta antes que tú, es lindo ser el primer chico que le gusta a un homo de closet, pero no puedo hacer nada, lo siento.

Auch.

- Pero...

- ¿Te lo dije no? Mejor deja esto y huye ahora que puedes, por qué en verdad no puedo hacer nada por ti y solo terminaré por romperte el corazón.

Taeyong frunció el ceño.

- Pero estoy seguro de que...

Ten lo miró.

- ¿De que me gustabas? - sonrió - ¿Me crees tan idiota?

- Pero, tu mismo dijiste que también sentías...

Ten rió.

- La tensión sexual es algo meramente físico, no tiene nada que ver con los sentimientos, al menos no para mi.

- Escucha, se que es estúpido, después de negarlo tanto pero... Quiero ser honesto, sé lo que sentí con ese beso.

- Tu sentiste algo, yo no Taeyong.

Sintió un gran nudo en el estómago.

- Entonces... Eso es todo, ¿Sigo con mi vida y ya?

Ten se alzó de hombros.

- Ahora que sabes quién eres, podrás encontrar una buena persona.

Taeyong dió un paso adelante, sus cuerpos casi tocándose, sus rostro a unos pocos centímetros.

- ¿Y si no quiero? Sí, ahora se quién soy y se lo que quiero.

Un escalofrío recorrió la espalda de Ten.

- Crees saber que es lo que quieres, pero te puedo asegurar que no soy yo, Dios mío, hasta la idea es ridícula.

Taeyong le sonrió, estaba muerto de miedo y era un manojo de nervios pero aún así, con sus manos temblando las colocó en la cintura de Ten.

- ¿Que tanto?

Ten puso sus manos en su pecho, queriendo apartarlo.

- Oh no, no vas a hacerlo.

Taeyong sonrió.

- ¿Porqué? Estoy seguro que en el fondo quieres que lo haga.

Ten le sonrió burlón.

- Pareces un desesperado.

Taeyong se inclinó peligrosamente, sus labios a una escasa distancia torturante.

- Tal vez lo estoy.

Eso fué lo último que dijo antes de unir sus labios una vez más en un desesperado beso.

Había ansiado tanto eso que era difícil creer que estuviera pasando de nuevo.

Acomodó sus manos en la cadera de Ten y lo acercó más a él, sus labios moviéndose a un ritmo perfecto, encajando de una manera maravillosa.