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-¡Sebastian!-Llamo la atención por cuarta vez ese día, el demonio parpadeo confundido viendo el error que estaba cometiendo, había derramado un poco de té sobre el mantel ¡Eso no era nada estético!.


-Le pido disculpas Joven Amo, lo lamento, en serio-Quito el mantel de un simple tirón doblándolo listo para llevarlo a lavar-


-¿Que te pasa, Sebastian? Jamas has cometido un solo error, pareces distraído-El menor apoyo su rostro sobre su mano mirando con una ceja alzada, estaba empezando a sospechar algo- Acaso...¿Has encontrado una demonio?-Sonrió con burla riéndose sin pena alguna.


-Joven Amo, sabe que como mayordomo, eso se me hes prohibido, así que no no hay nadie de esa naturaleza- Se inclino reprimiendo esas ganas de golpearlo por que odiaba esa risa, empezaba a darle de cierta forma asco.

Solo se quedo pensativo, ignorando lo que sea que le este contando ese menor, estaba pensando en ese Shinnigami que conoció hace unos días atrás.


Era igual a su contratista, ese mocoso sin gracia que solo parecía retenerlo para no sentirse solo, eran idénticos pero tan diferentes, la forma de verlo con esa gracia de moverse con esa forma de burlarse tan discreta pero feroz, solo hacían a Sebastian interesarse aun más en quien era ese joven ¿Por que se parecía a Ciel? ¿Por que hablaban igual? Solamente que ese joven parecía mas joven que su Joven Amo que ya cumplía los 16 años, era mas un jovencito que el menor que parecía de unos 14 años.


Ahora que lo recuerda no sabia nada de lo que había sido de su amo antes del contrato, bueno sabia lo básico, que ya no estaban sus padres ambos por situaciones extrañas, su madre por accidente y padre por haber bebido de más todos los años muriendo en su escritorio donde ahora su hijo tomaba su lugar, pero aun así, sentía que su contratista ocultaba algo más.

¿Por que no había fotos? Todas fueron quemadas por ese niño cuando lo llamo para el contrato, según tenia entendido.


-¡Sebastian!-Escucho como lo llamaban. Fue enseguida hasta su despacho donde tenia muchos papeles de su empresa, pero lo que mas destacaba era un sobre con el claro sello real en el.- Parece que tienes trabajo-Hablo burlo agitando esa carta, con esa sonrisa tan arrogante.


-Si, parece que si-Apretó las manos, empezaba a sentir algo agridulce esa alma que tanto le llamo la atención, ¿Seguirá teniendo un buen sabor siquiera?.


-Uhm, parece que mucha gente esta muriendo-Suspiro con fastidio el menor-Tráeme un pastel de fresa, después quiero que vayas con un conocido-


-¿Conocido?-Pregunto curioso, desde que conocía a ese niño, no había visto a ningún familiar o algo que le diera una pista de que pasaba en su pasado-


-Si, mi padre conocía a alguien, que le ayudaba en estos casos-Le resto importancia- ¡Apresúrate!-Con su mano desabrocho un poco de su camisa blanca, dejando ver su cuello donde estaba un sello-¡Es una orden!-Aquel pentagrama brillaba, era el sello del contrato-


-Si, señor Phantomhive-Se arrodillo con una mano en su pecho antes de levantarse y salir para hacer todo lo que le ordenaba, bueno, algo positivo de esto era que podría estar lejos de el un momento, aun que debía tener cuidado de que intrusos estén cerca-Ah-Suspiro con frustración, odiaba que todo este en sus manos.

"Gloria" (Sebaciel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora