5. Mi nuevo guardaespaldas -Meanplan-Zaintsee//Terminada

Capítulo cinco

Con el pasar de los días, Mean pudo lograr convencer a su protegido de salir fuera y seguir con su vida a parte de acudir a sus citas médicas para revisar su brazo, mientras él lo esperaba en la sala de la consulta y tras eso rápidamente siempre quería regresar a su casa.

A pesar de eso, si quiso recibir visitas durante su encierro, como la de su grupo de amigos, God, Bonw y Ping.

Mientras estos estuvieron juntos, charlando y riendo, Phiravich los observó detenidamente pues había que sospechar de todo y de todos y no descartar a ningún posible implicado.

Estaba claro que el anterior guardaespaldas de Plan, el tal Tay había sido el topo de la banda de  atracadores pero quizás no era el único.

Sorprendido, Mean se dio cuenta de que su protegido era un chico muy cariñoso y muy dulce cuando estaba cómodo y se olvidaba de sus tontos caprichos de niño rico.

A pesar de esto, el policía infiltrado le preocupaba el inmenso temor que este tenía a que la viesen con el cabestrillo pues le resultaba increíble que pudiera ser sólo por estética.

Por otro lado, durante esos días que pasaron tras la llamada de su exnovio Tul, en la que este le había dicho que tenían que hablar, el policía no sabía que pensar pues no le apetecía encontrarse con él de nuevo, ya que la verdad no llevaba muy bien los cuernos.

Un mes atrás y por una casualidad, el agente había descubierto que su novio desde hacía ya dos años, le estaba puesto los cuernos con su jefe, un rico empresario de la construcción mayor que él y divorciado.

Había aceptado acudir a la cita y cuando su día libre llegó, el guardaespaldas fue a la casa que habían compartido juntos durante todo un año.

Este le abrió la puerta sonriendo como si nada hubiese ocurrido entre ellos, ni tampoco  hubiese pasado un mes desde que se habían visto.

-¿Qué es lo que quieres?, habla rápido que tengo muchas cosas que hac...

-Pero pasa y dime hola por lo menos-dijo este soltando un resoplido.

-Tul no tengo tiempo para tus jueguecitos... Dime que coño quieres de una vez y luego me iré.

-Bueno está bien Mean y luego te extraña que buscase el amor en otra parte.

Phiravich hizo una mueca y se giró para irse pero entonces éste lo detuvo agarrándolo del brazo.

-Por favor, quédate es importante.

-Está bien habla-dijo entonces muy serio.

-Es q-que verás...y-yo est-estoy....joder que difícil...est-estoy...

-Habla de una vez, que no tengo todo el día.-se desesperó Mean.

-Es-Estoy em-embarazado -soltó este  finalmente.

El guardaespaldas lejos de asombrarse o molestarse, se rió con ironía.

-Eres increíble de verdad, me engañas con otro y ahora quieres restregarme que vas a tener un hijo suyo. ¿y para eso me llamas?. A mi ya no me importa lo que tú hagas, ¿entiend...

El guardaespaldas paró de hablar pues vio que su ex novio negaba con la cabeza y estaba muy nervioso.

-Es q-que no sé de q-quién es el padre... Al pa-parecer estoy de ca-casi ocho se-semanas.

Mean tragó duro.

-¿Re-Recuerdas que tu-tuve que dejar la píldora porque me sentaba mal?...Mean por ese entonces tú y yo aún estábamos juntos y nos acostabamos.

-Oh mierda-dijo el policía tapándose la cara con las manos.-...Joder ...joder, esto si que es un buen lío. ¿Se lo has dicho a él?.

Este negó y comenzó a llorar.

-No pero él ya me ha dicho en varias ocasiones que no quiere más hijos...Dice que con los de los de su ex ya son suficientes para que lo sangren.

El policía rió con sorna.

-Joder con el ricachón, menuda joyita te has echado.... ¿Qué vamos ha hacer entonces?.

-No lo sé pero tú y yo nunca hablamos de hijos.... Nunca había sentido la llamada de la paternidad pero ahora que se que existe, Mean yo quiero te-tenerlo.-Dijo Tul entre lágrimas.

El policía estaba atacado, no sabía como afrontar la situación pues su ex le estaba diciendo que había posibilidades de que podía ser el padre de su hijo, un bebé con el que no contaba y el cual le cambiaría la vida.

-Podía haberme callado y no decirte nada, podría haber abortado pero no puedo y sé que tanto si es tuyo como sí no lo es, lo perderé a él y perderé mi trabajo, por eso necesito tu ayuda.

-Tul esta bien, tranquilo-habló mirándolo fijamente.-... si es mío seré su padre y te ayudaré económicamente...y si no lo es, seré tu amigo y te apoyaré pero no volveré contigo, lo nuestro se terminó.

Este asintió y secó sus lágrimas.

-Gracias Mean, sabía que no me ibas a fallar...Eres el mejor hombre del mundo y fui una estúpido, lo sé... De verás, ojalá algún día encuentres una persona que si te merezca y no te ame como yo no supe hacerlo.

El guardaespaldas resopló entristecido pues a su mente vino la imagen del único ser, en el cual no debía pensar y en el que no debería poner sus ojos, sino era para protegerlo de todo peligro.