(Dul se encontraba en su habitación como todos los días, a todas horas y en cualquier momento de todos los que había pasado allí.
Ya no sabía qué posición coger en la cama. Primero boca arriba...Muy incómodo, luego boca abajo...No podía respirar. De lado derecho...Tenía las increíbles vistas a la ciudad que ya había memorizado más que de sobra. De lado izquierdo...La pared.
"Ay Dul, un día de estos te vas a volver loca, más de lo que ya estás y no habrá remedio...Un momento, estás hablando contigo osea estoy hablando yo sola...No, ¡no!, ¡es el fin!, ¡es mi...!
•Doctor Rodríguez : - llevaba diez minutos observando la preocupación de Dul - perdone señorita, pero puedo volver en otro momento si está ocupada.
•Dul: ¿Qué?, ¡Ay nono que pena! Es que estaba... - de repente pone cara de preocupación - Bueno, ¿puedo hacerle una pregunta ahora que estamos como mas en privado?.
•Doctor Rodríguez: Si, por supuesto, para eso estoy.
•Dul: - mira a ambos lados y susurrando para que nadie la escuche le dice - pero venga, acérquese más...Sí, sí, que es importante.
•Doctor Rodríguez : - con curiosidad y susurrando - dígame entonces señorita Espinosa.
•Dul: Verá, es que llevo unos días creyendo que...Que estoy loca - Al doctor se le escapa una risa que no puede evitar - ¿Qué le hace tanta gracia? De verdad, hablo conmigo misma y no se a veces me dan ataques internos de histeria...¿A qué se debe?, ayúdeme.
•Doctor Rodríguez: Mire, sé que hemos puesto demasiadas restricciones en su tratamiento que estaban de más como que no se moviera por el hospital o el tema de la comida, pero comprenda que al ser una persona conocida queremos velar por usted y por su privacidad y quizá tanto le está pasando factura.
Despreocúpese, no está loca. Solo demasiado cansada de la misma rutina hospitalaria.
•Dul: Ya...Entiendo...Bueno igual debo acostumbrarme, todos están muy ocupados para venir a verme, gracias doctor.
•Doctor Rodríguez: No pero espérese señorita, yo venía a asegurarme de que esas personas no se olviden de usted.
•Dul: ¿Qué? No le entiendo.
•Doctor Rodríguez: Claro, si ellos no vienen a verla...¿Por qué no se acerca usted? - y guiña un ojo.
•Dul: - confundida - Espere, espere...Está diciendo que...¿Que puedo salir ya del hospital?, ¿que soy libre de nuevo?.
•Doctor Rodríguez: ¡Vaya, y yo que creeía que nos echaría de menos! Jajajajaja si, es libre excepto para las revisiones que serán un día que usted elija a la semana. Pero, hay algo más, alguien está esperando por usted.
•Dul: ¿Q...Qué?, ¿sabe quién es?.
•Doctor Rodríguez: La verdad solo sé que viene con algo para usted, ¿le digo que pase?.
•Dul: S...Sí por favor...
(De repente un enorme centro de flores se asoma por la puerta y alguien bajo ellas).
•Repartidor: ¿Señorita Espinosa? Esto es para usted - deja el centro en la mesa más próxima - si es tan amable de firmar aquí se lo agradecería.
•Dul: Sí, por supuesto...Perdone la curiosidad pero, ¿sabe quién lo manda? - mirándolas asombrada.
•Repartidor: Pues viene con una nota que aquí se la dejo. En la tienda no me dieron esa información, ya sabe nosotros solo entregamos pero solo le puedo decir que son las más caras del lugar así que esa persona debe de tenerle mucho aprecio.
Si no desea nada más me retiro.
•Dul: - sin poder apartar la vista - Eh...Sí, gracias joven.
(Ahí estaba la tarjeta. Y Dul no sabía por qué si siendo tan curiosa como lo había sido siempre, esta vez tenía el presentimiento de que no debía continuar con ese juego...Pero las ganas eran superiores a ella).
•Dul: - pensando - Está bien, es solo una nota...¿Qué podría haber detrás de eso? Nada. Deja de darle tantas vueltas y mírala ya. Al final esta persona tiene muy buen gusto. En fin, allá vamos - la coge y poco a poco va abriendo el sobre.
Respira.
Y lo lee.
Lo relee.
Lo vuelve a leer.
Y así, cinco minutos.
- ¡¿Qué clase de broma es esta?! - coge su móvil y marca tan rápido como puede.
Suena.
Vuelve a sonar.
Y así cuatro veces más
- ¡Maldita sea!.
•(...): Qué bonita forma de despertar oyendo tu voz así de enfadada...No sabes cómo me gusta.
•Dul: Cállate y escúchame. ¿Me puedes explicar a qué juegas con todo el tema de las flores y la nota?, ¿qué pretendes?.
•Ucker: Mmm...Son demasiadas preguntas para esta hora. Qué te parece si nos vemos en una hora en el café del hospital.
•Dul: Ya me han dado el alta Uckermann, no hace falta que vengas.
•Ucker: Ya lo sé preciosa, solo que pensaba que te resultaría más fácil para luego recoger tus cosas - y bosteza.
•Dul: ¿Cómo sabes que...?, ¿Por qué tienes...? - pensando - ¡Maldita sea! Por qué tiene que ser tan detallista - y se acerca a mirar las vistas por última vez - está bien...Muy atento por tu parte Ucker, en una hora nos vemos.
•Ucker: ¡Pero espera, espera! Al menos dame los buenos días, o mándame un besito o...¿Me lo das luego?.
•Dul: Aj, ¿te has planteado darte una ducha bien fría? Te vendría bien.
•Ucker: Solo cuando te la des conmigo.
•Dul: Adiós Ucker - y cuelga antes de que le diera tiempo a seguir soltando tonterías...Que para ella no lo eran tanto.
Se sienta en el sofá intentando pensar - ¿qué es lo que quieres Ucker?, ¿por qué desapareces y ahora vuelves?, ¿por qué has cambiado tanto en tan poco tiempo?...¿Por qué no te has ido de mi mente?... - coge la tarjeta y la vuelve a leer -
"Como te dije hace poco, eres mi luz.
Pero tenías razón, no puedes darlo todo sin recibir nada a cambio.
Déjame ser tu apoyo, quién brille por ti cuando te quedes sin fuerzas.Ucker."
- Ay Chris...Siempre haciéndolo todo tan complicado. Pero sé que te gusta, y yo...Yo también sé jugar.
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Eres un gran misterio que a diario tengo que descifrar.
Random2ª parte de la Novela: "Cómo poder recuperar tu amor".